22 de Mayo de 2014
Con actitud para crecer y auditar
Óscar Diez Canseco, contador por la Universidad de Lima y gerente sénior de la División de Auditoría y Asesoría Empresarial de Medina, Zaldívar, Paredes y Asociados —firma miembro de Ernst & Young (EY)—, busca dar lo mejor de sí en las relaciones con su equipo y con los clientes, haciéndole justicia al lema de EY: “Building a better working world” (‘construyendo un mejor mundo de trabajo’).
¿Cómo es un día de trabajo de un gerente sénior de EY?
Administro una cartera de clientes y superviso los diversos procesos que tenemos con ellos, la mayoría de los cuales apunta a obtener una opinión de auditoría financiera.
Llevas 13 años en EY. ¿Cómo evalúas tu trayectoria en ella?
Cuando ingresé, ya tenía ganas de aprender, de manera que había entrado a la empresa adecuada, porque EY ofrece a sus colaboradores la posibilidad de desarrollar y construir sus habilidades y conocimientos. Es como si sembraras una semilla, ves la planta crecer y EY te acompaña a lo largo de los años y procura que ese árbol crezca sólidamente. Entre las habilidades inculcadas por EY, una que destaco es la capacidad de reacción rápida o de anticiparse a los hechos que podrían ocurrir para estar siempre un paso adelante.
¿Cuáles son los logros que más valoras a lo largo de este tiempo en EY?
Aprecio mucho los logros del día a día, como pueden ser los buenos momentos que comparto con mi equipo o que un cliente te llame, te muestre confianza, te pida una opinión sobre un tema y considere lo que digas en el momento de tomar una decisión de negocio.
¿Qué factores permiten que los retos en EY sean motivadores?
EY crece como lo hacen el mercado, las empresas y nuestros clientes, provenientes tanto del Perú como de otras partes del mundo, de modo que con frecuencia se presentan situaciones y solicitudes nuevas. Por ello, el aprendizaje es diario, constante, exigente y muy gratificante.
¿Siempre supiste que querías estudiar Contabilidad?
Influye que varios familiares hayan llevado esta especialidad, pero un momento decisivo ocurrió cuando, años atrás, estaba por postular a alguna universidad y asistí a una charla de inducción de la Carrera de Contabilidad en la Universidad de Lima. El encargado de la presentación hablaba con conocimiento sobre este tema, presentaba con claridad las características del tipo de profesional que la Universidad de Lima quería formar y lanzó una frase que me convenció: “La contabilidad es el lenguaje de los negocios”. Eso fue suficiente para que me decidiera a estudiar esta carrera.