Universidad de Lima

Enfrentar los desafíos operativos en Avianca es parte de la rutina de Julio Li, gerente de Aeropuertos de la Zona Sur en la mencionada aerolínea, en Colombia. Su responsabilidad consiste en mantener los estándares operativos y de servicio en los aeropuertos de la región. Por este motivo, los temas de seguridad y puntualidad son cruciales para él, así como el hecho de trabajar con un equipo unido. 

Julio estudió Ingeniería Industrial en la Universidad de Lima. Formó parte del equipo de fútbol en su primer año de estudios y, ahora, practica este deporte en Colombia, donde también juega tenis y cocina comida peruana en sus tiempos libres.

¿Cómo llegaste a tu posición actual en Avianca?
Hace aproximadamente un año y dos meses me mudé a Cali por motivos laborales, ya que me ofrecieron la oportunidad de unirme a Avianca, en Colombia, que es la principal aerolínea de este país. Me desempeño como gerente de la Zona Sur, soy responsable de ocho aeropuertos en esta región. Además, antes de venir a Colombia, había trabajado durante unos ocho años en Latam.

¿Cuáles son tus responsabilidades en tu cargo actual?
Como gerente de la Zona Sur, mi principal responsabilidad es garantizar el cumplimiento de los estándares operativos y de servicio de Avianca en los ocho aeropuertos de la región. Esto incluye asegurar la seguridad, la puntualidad de los vuelos, la entrega adecuada de los equipajes y, por supuesto, mantener un buen ambiente laboral para nuestros equipos.

¿Cómo manejas la operación en los aeropuertos de tu zona?
Viajo regularmente a los aeropuertos de la zona sur y mi base es Cali, ciudad donde se encuentra el aeropuerto con mayor actividad de esta región. Visito los otros aeropuertos semanalmente para trabajar con los equipos y buscar oportunidades de mejora operativa.

¿Cuál es el movimiento de pasajeros en los aeropuertos de la región a tu cargo?
Solo en Cali, manejamos un promedio de 5000 pasajeros al día. Este es el tercer o cuarto aeropuerto más transitado en Colombia, después de Medellín y Bogotá.

¿Cómo son y cómo enfrentas los desafíos operativos en tu día a día?
La industria aeronáutica opera las 24 horas del día, lo que significa que debemos estar preparados para atender cualquier eventualidad, desde problemas climáticos hasta mantenimientos no programados o congestión de tráfico aéreo. Los desafíos operativos son parte de nuestra rutina. Debemos estar preparados para situaciones imprevistas, como cierres de aeropuertos debido al clima o problemas técnicos. 

Trabajamos constantemente con nuestros equipos para anticipar y resolver estos desafíos de la mejor manera posible. En una ocasión, tuvimos una situación complicada cuando otras aerolíneas tuvieron que cerrar sus operaciones. En ese momento, nos vimos en la necesidad de asistir a los pasajeros afectados, a quienes ofrecimos la posibilidad de subir a nuestros vuelos. Fue un desafío logístico, pero lo manejamos de manera efectiva en equipo, brindamos apoyo a los pasajeros y mantuvimos nuestras operaciones en curso.

¿Cómo funciona el trabajo en equipo cuando se te presenta este tipo de situaciones?
El trabajo en equipo es siempre fundamental. En la aviación, ningún vuelo es resultado del esfuerzo de una sola persona, ni siquiera de un solo departamento. Trabajamos en conjunto con diversas áreas, desde Planificación hasta Mantenimiento y Tripulación, todas. Esta colaboración es esencial para garantizar que todo funcione según lo planeado.

¿Cómo promueven la seguridad?
La seguridad es nuestra prioridad absoluta. Todos los empleados reciben capacitaciones regulares y obligatorias, y estamos sujetos a auditorías internas y externas para garantizar que cumplamos con los más altos estándares de seguridad. Es un pilar fundamental en nuestra operación y no escatimamos esfuerzos en mantenerlo.

Expresaste que antes has trabajado en otra aerolínea, ¿podrías comentar cómo fue esa primera experiencia?
Correcto, mi primer contacto con la industria fue en Latam. Comencé ahí como practicante, gracias a la Bolsa de Trabajo de la Universidad de Lima. Pasé por diferentes roles, desde atender contingencias operativas hasta trabajar en proyectos corporativos y en el cambio de modelo de negocio de la compañía. Ese fue uno de los cambios más significativos: la flexibilización de las tarifas para adaptarnos al modelo de viaje de bajo costo. 

Además, tuve otra experiencia crítica que me marcó personal y profesionalmente, la pandemia. En esta época, enfrentamos desafíos enormes, pero también logramos superarlos como equipo, lo que fue muy gratificante. 

Mi experiencia en Latam fue muy importante, aprendí muchas cosas, entre otras, la importancia de la empatía y de mantener cercanía con la gente. Después de mi trayectoria en Latam, me uní a Avianca, donde me encuentro muy feliz. En total, he pasado los últimos diez años en la industria aeronáutica.

¿Cómo te has adaptado a trabajar y vivir en Colombia?
Ha sido una experiencia muy positiva, llevo un año y medio en este país, y siempre me he sentido muy acogido. He sentido mucho calor humano y me ha sorprendido la amabilidad de la gente.

Además, la adaptación fue aún más fácil gracias a la ayuda de un amigo peruano que vive aquí antes que yo. Además, las habilidades sociales que desarrollé en la Universidad de Lima fueron fundamentales para relacionarme en un país con una cultura diferente.

¿Cómo te gusta pasar tus momentos libres?
Siempre he sido deportista, así que todavía practico deporte y mantengo mi pasión por el fútbol. También, he sumado otro deporte a mi lista de actividades: el tenis, que no practicaba en el Perú. Gracias a eso he conocido a más personas y he ampliado mi círculo social.

Asimismo, he descubierto mi gusto por la cocina. Cocinar platos peruanos me gusta y me ayuda a sentirme más cerca de mi país. Ahora, busco restaurantes peruanos para disfrutar de los sabores familiares.

¿Qué recuerdos guardas de tu época universitaria en la Universidad de Lima?
Mi paso por la Universidad de Lima fue fundamental en mi desarrollo, tanto profesional como personal. La Carrera de Ingeniería Industrial me brindó una formación versátil que me ha servido mucho y que considero muy útil para trabajar en diferentes sectores. Este también es el caso de mis amigos, que se encuentran en diferentes industrias. Además, valoro mucho las amistades que formé durante esa etapa y la madurez que adquirí al enfrentar nuevos retos.