25 de Noviembre de 2020
Las ciudades donde queremos vivir
"Pensando juntos las ciudades que queremos. A propósito de la Ciudad Bicentenario" es el nombre del seminario que tuvo lugar los días 3 y 4 de noviembre. Organizado por el Centro de Sostenibilidad y la Escuela de Posgrado de la Universidad de Lima en coordinación con el Ministerio del Ambiente, el evento reunió a diferentes voces procedentes de la academia, los colectivos ciudadanos, el sector privado y el sector gubernamental.
Elohim Monard, jefe de Responsabilidad Social de la Universidad de Lima y moderador de la primera fecha, señaló que este esfuerzo se realizó en el marco del proceso de registro de la nueva Maestría en Gestión de las Ciudades de nuestra Casa de Estudios.
La vicerrectora de la Universidad de Lima Patricia Stuart ofreció las palabras de bienvenida a los participantes. Señaló, en nombre del rector Óscar Quezada, que la Universidad de Lima se encuentra plenamente involucrada con el cambio que necesitan nuestras ciudades a lo largo de todo nuestro territorio:
"Las ciudades necesitan no solo una planificación territorial y una organización que las haga acogedoras e inclusivas, deben también ser espacios en los cuales los ciudadanos puedan expresarse artísticamente, de manera deportiva, sentirse acogidos y no espantados por los peligros que pueda haber".
Mencionó también que el seminario, a menos de un año del bicentenario, sirve para repensar qué queremos de nuestras ciudades, qué podemos ofrecer y qué nos puede ofrecer una ciudad moderna que provea servicios y sea amable y ordenada, con más espacios verdes y lugares donde los niños y ancianos puedan disfrutar.
Seguidamente, el entonces viceministro del Ambiente —hoy ministro del Ambiente— Gabriel Quijandría señaló que es absolutamente indispensable replantear el vínculo con la naturaleza. La COVID-19 nos ha puesto frente a la necesidad de hacer una introspección y ver qué tanto hemos entendido esa idea de que la naturaleza no es algo externo y no es un rival al cual hay que someter, sino algo que debemos poner a nuestro favor.
Indicó, asimismo, que a punto de cumplir 200 años de nuestra vida republicana, debemos comprometernos a pensar en nuestro desarrollo, en la ocupación que hacemos del espacio y en el desarrollo urbano. También en cómo aprovechar los beneficios y las potencialidades que nos ofrece el entorno natural y cómo manejarnos dentro de los límites de ese entorno:
"Ciudad Bicentenario puede servir para dar una primera vuelta de tuerca en el ordenamiento de espacios. La idea es que luego esta idea ingrese en la dinámica de la inversión privada, en temas comerciales y de servicios. Este modelo no debería quedar solo en Lima, sino que deberíamos replicar el proyecto en otros lugares del país".
A continuación, se abrió el debate de la mesa "Planificar las ciudades desde el territorio". José Luis Alcántara, director ejecutivo del proyecto Ciudad Bicentenario, explicó que este se encuentra en un terreno del Estado que antes era utilizado para prácticas militares. Se trata del área pública más grande que le queda a Lima, donde se implementará una zona de parque industrial de 1.338 hectáreas, un hub logístico, un área residencial para 115.000 habitantes y un área de 2.000 hectáreas para forestación con reúso de aguas residuales tratadas, que le sumará aproximadamente el 60 % de áreas verdes públicas a la ciudad de Lima. Alcántara refirió:
"Este proyecto abre la posibilidad de proponer un modelo replicable de desarrollo territorial ecoeficiente, que equilibra lo urbano productivo con lo ecológico. Representa también una oportunidad para contribuir a la sostenibilidad. Por encontrarse ahí una zona de lomas costeras, se ha considerado un ámbito no urbanizable".
Los comentarios a esta ponencia vinieron en primer lugar de Karina Puente, arquitecta y docente de la Universidad de Lima:
"Ciudad Bicentenario trata de ser una rótula que conectará la parte norte de la ciudad con el resto de la metrópoli. Es un área planificada, como pocas en la ciudad. Se prevé que ingrese por ahí un tren de cercanías, el cual se podrá conectar con la Línea 3 del Metro. Ese sería un gran logro para la ciudad, más aún porque se piensa que la Línea 3 atravesará la ciudad y conectará con el sur".
Expresó también que, al ver las ciudades construidas, ya no se piensa en los ecosistemas que hay debajo; pero instó a todos a pensar un poco más allá para tener una especie de radiografía y entender que debemos planificar las ciudades y tener en cuenta dónde construimos:
"No podemos, simplemente, llegar y no entender el paisaje y construir. En este sentido, Ciudad Bicentenario es un esfuerzo por comprender el lugar y poner en valor los ecosistemas que la rodean".
Sobre la misma ponencia, el arquitecto Fernández Dávila, director de FD Arquitectos, mencionó:
"Nos ha tomado tiempo darnos cuenta de nuestros errores. El siglo pasado no se planificaba en el Perú. Este proyecto nos va a enseñar cómo debemos relacionarnos con el territorio. Es interesante, pero advierto varios riesgos. En términos de gestión, no basta tener un plan de gestión que está bastante bien detallado y estructurado. El punto es cómo llevarlo a cabo, ya que este proyecto debe trascender periodos gubernamentales nacionales y locales".
En tanto, Óscar Apaza, representante de la Organización de Profesionales y Estudiantes de Arquitectura, advirtió la necesidad de analizar aspectos como las plusvalías y cómo capturar las plusvalías del suelo:
"Hay que evaluar la especulación del suelo. Seguramente ya hay una especulación en los precios alrededor de esta zona, incluso podría haber casos de apropiación ilícita. Hay que poner énfasis en eso. Otro aspecto es que debería asignarse un mínimo de vivienda social a cada edificación".
En la segunda mesa, "Planificación y diseño urbano desde la economía circular", Elisabeth Olivares, coordinadora técnica del proyecto Ciudad Bicentenario, explicó el concepto de economía circular aplicado a la planificación urbana:
"Esta es una concepción de metabolismo urbano de las ciudades. Cada vez más personas residen en áreas metropolitanas en el Perú. La población está muy concentrada en los centros urbanos, con una polarización y centralización todavía mayor en Lima. La capital comprende un tercio de la población total del país".
Remarcó que ello implica la dificultad de no contar con una red de ciudades intermedias que permita redistribuir esta concentración de recursos a nivel nacional. Manifestó que más del 70 % del agua residual tratada en Lima Metropolitana se vierte al mar y se reutiliza prácticamente solo un 27 %:
"En esa lógica lineal, hacemos un enorme esfuerzo por traer el agua, tratarla y luego la devolvemos el mar. En una lógica circular, esas tres cuartas partes de agua que vertemos al mar podrían ser un insumo para desarrollar áreas verdes, por ejemplo".
Sobre esta exposición, Paloma Roldán, directora ejecutiva de Ciudad Saludable, opinó que la planificación es un privilegio y una oportunidad:
"Todos deberíamos estar invitados a cuestionarnos y replantearnos cuál es nuestra relación con la ciudad que habitamos y cuánto le cuesta nuestro estilo de vida al ambiente".
Asimismo, Mariana Alegre, directora ejecutiva de Ocupa tu Calle, comentó que hay una oportunidad grande en Ciudad Bicentenario de ensayar cosas y luego poder escalarlas al resto de territorios:
"Es también una oportunidad para trabajar un modelo de ciudad con reglas distintas y, a partir de ahí, propiciar mejores resultados ambientales, sociales, urbanos, etcétera".
En la segunda fecha, en la mesa "Presentación general de Ciudad Bicentenario", Elizabeth Olivares comentó sobre las distintas fases de expansión de Lima y el problema recurrente que ha presentado: se han encerrado valles, ríos y otros ecosistemas dentro del tejido urbano.
Señaló también las consecuencias de la pérdida de ecosistemas, que implica una pérdida de calidad de vida para la población, así como riesgos económicos, porque mejorar y regenerar el tejido urbano informal representa costos muy altos.
En su momento, Karen Castro, arquitecta y docente de la Universidad de Lima, declaró que le parece muy positiva la propuesta de Ciudad Bicentenario. Se refirió a un rubro proyectual llamado "remediación", que por lo general se centra en regenerar ecosistemas alterados por la explotación minera o por algún tipo de contaminación:
"Desde ese enfoque, este proyecto podría remediar los espacios de la ciudad; pero también es momento de preguntarnos si queremos un sector bicentenario o un país bicentenario".
Soroush Parsa, PhD y lead innovation scientist de Visión Lima 2035, se preguntó por qué plantear un pensamiento dicotómico ciudad versus ecosistema. Al respecto, señaló:
"Ello refleja una concepción del ser humano fuera del ecosistema".
Como ecólogo, manifestó que le gustaría pensar que los ecosistemas son parte de un continuo y que en el futuro sería ideal no tener que ir a una loma o a una reserva para ver un área verde, sino apreciarla en el parque y en las calles.
Además, señaló que encontró muy interesantes todas las ideas acerca de una Lima sostenible, ordenada y que resguarde el legado de nuestros antepasados; pero, al mismo tiempo, se preguntó dónde encaja el ciudadano.
Jorge Caillaux, presidente de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, comentó que esta es la última oportunidad que tenemos para hacer una ciudad bien pensada, sin interferencias de la informalidad y el negocio inmobiliario de corto plazo.
Caillaux precisó que la Ciudad Bicentenario debe ser un espacio integrador de la población, un lugar donde se resuelvan muchas necesidades de la economía, de los ciudadanos y de ordenamiento de la población. En ese sentido, consideró importante comprometer al sector inmobiliario.
Finalmente, en la mesa "Gestión multisectorial y alianzas público-privadas", José Luis Alcántara arrancó diciendo que espacios como este seminario son muy provechosos para articular este proyecto con las diferentes miradas:
"Ciudad Bicentenario es una gran oportunidad para planificar el crecimiento ordenado de la ciudad. Esta área ubicada en Ancón es el último bastión para hacer ciudad de manera sustentable, pero no es una isla, se considera una oportunidad para ordenar muchas cosas en la ciudad".
El arquitecto Luis Calvet, docente de la Universidad de Lima, indicó que sería necesario contar con una oficina especial de planeamiento urbanístico. Asimismo, expresó que los grandes proyectos de transformación urbana de Barcelona —donde él vive— son impulsados por el sector público, pero no los realiza únicamente el sector público.
Hacia el término del encuentro, el profesor Alfredo Estrada, director del Centro de Sostenibilidad de la Universidad de Lima, ofreció unas palabras de agradecimiento a todos los participantes:
"La sostenibilidad es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de las ciudades inteligentes, solidarias, circulares. En la agenda de trabajo de la Universidad de Lima se encuentran los temas de lucha contra la pobreza, sostenibilidad del planeta y respeto a la diversidad".
Finalmente, José Luis Alcántara agradeció el espacio que abrió la Universidad de Lima para el debate y el aporte de ideas para el enriquecimiento del proyecto. Indicó también que la infraestructura de las ciudades es un asunto sumamente urgente:
"No podemos postergar la gestión y el desarrollo de las ciudades y es algo que debe pensarse desde diferentes instancias. Celebro que se discuta el tema de Ciudad Bicentenario, a fin de desarrollar el futuro que queremos".