22 de Junio de 2018
La reinvención en la sociedad: una tarea constante
Desde hace un tiempo, la Universidad de Lima ha optado por acompañar las obras de sus temporadas teatrales con exposiciones basadas en ellas. En esta ocasión le tocó el turno a Deshuesadero, que desde el 17 de mayo es acompañada por la exposición Contracorriente en la Galería del Centro Cultural de la Universidad de Lima (Cruz del Sur 206, Surco), a la que se puede ingresar de forma gratuita de lunes a sábado de 9.00 a 20.00 horas, hasta el 27 de junio.
Conversamos con Carlos Caamaño, curador de la exposición y especialista en el tema desde 2008, que anteriormente estuvo a cargo de Álbum familiar, la cultura del recuerdo, también en nuestro Centro Cultural.
¿Cuál es la esencia de Contracorriente?
La muestra obedece a un pedido de la Universidad para que el contenido de La Galería esté vinculado a lo que pasa en el teatro. Entonces, a partir del guion teatral de Deshuesadero propongo la muestra Contracorriente, en la que la idea principal es representar a un individuo de esta época que se rebela ante el sistema, ante las convenciones que la sociedad establece como seres humanos. Básicamente, estos retratos y estos cuerpos que están representados en las obras están de una u otra manera limitados, maniatados, asfixiados. Son personajes que no se sienten tan cómodos con el sistema que la sociedad les ha impuesto. Que se rebelan al sistema. Buscan caminos distintos. La idea es entender que esos caminos no son malos, simplemente son distintos.
¿Qué criterios se tomaron en cuenta para seleccionar a estos diez artistas?
Los artistas invitados trabajan, básicamente, en función del retrato y del cuerpo humano. Son artistas cuyos intereses están muy focalizados en esos dos ejes: el retrato y el cuerpo. A través de distintas estrategias visuales, ellos exploran ese gran tema.
¿Estos trabajos fotográficos fueron elaborados previamente o se hicieron a pedido para esta muestra?
Ya habían sido creados. Por lo general, como curador tengo en la mira a un grupo de artistas, y, dependiendo del tema que quiero desarrollar en una curaduría, voy eligiendo a aquellos cuya obra considero que representa mejor el tema que estoy trabajando. Son fragmentos de exposiciones individuales que los artistas han trabajado hace un tiempo.
¿Deshuesadero y, por lo tanto, Contracorriente, son una crítica o solo una captura del momento actual de la sociedad?
Quizá antes de emplear la palabra crítica utilizaría la palabra reflexión. Creo que es una reflexión ante el sistema en el que estamos todos inmersos. A través de la muestra, le damos al espectador algunas ideas para que reflexione, y ya dependerá de cada quien qué tipo de crítica va a tener. La idea, para mí, es invitar al espectador a que abra los ojos.
Esta situación se ha dado en distintas etapas de la historia, cuando aparece un grupo de personas disruptivo y esto hace que el sistema cambie, pero que se vuelva a convertir en algo asfixiante. ¿Se trata de algo de nunca acabar?
Sí. Si revisamos la historia, permanentemente hay una reinvención. El personaje que se rebela y que propone un camino distinto abre nuevas posibilidades, pero, una vez que se han abierto, se vuelve a caer en el cliché de la convención, en el lugar común. Rebelarse es una tarea constante.
¿Cuál es la intención de presentar esta muestra?
El arte tiene muchas funciones, y una de ellas es documentar. Estos proyectos, que han sido desarrollados en los últimos tres o cuatro años, son también el testimonio de una época. Se trata de artistas que han representado esta rebelión. El sistema neoliberal, el consumismo y el capitalismo nos han impuesto ciertos criterios de vida. Creo que este es un momento muy crítico respecto de todas estas condiciones de vida que nos ha impuesto el sistema. Creo que a nivel global estamos empezando a ver cambios.
La muestra está acompañada de citas de Byung-Chul Han…
Sí. Es un pensador surcoreano muy en boga actualmente que básicamente desarrolló su carrera en Alemania. Sus escritos críticos se dirigen a repensar el sistema en el cual estamos inmersos actualmente. Me pareció apropiado incluir algunas de sus citas. Seleccioné unas cuantas de las muchas encontré investigando, que creo que acompañan muy bien la propuesta curatorial de la muestra.
¿Se pensó también en el público que vería esta muestra?
Claro, el público primario de esta galería es la comunidad universitaria, los estudiantes. Cuando desarrollo proyectos con la Universidad de Lima trato de afinar el mensaje pensando en ese público. Los mensajes en las artes muchas veces pueden ser muy abstractos. En el caso de la Universidad, trato de que sean más concretos. Los alumnos son un público que se está iniciando; entonces, los mensajes tienen que ser lo más claros posibles.
Este es tu segundo proyecto con la Universidad de Lima.
Sí, Álbum familiar, la cultura del recuerdo, basada en la obra teatral Recuerdos con el señor Cárdenas, fue muy distinta, porque era un tema mucho más político: los años de la violencia interna del Perú en las décadas de 1980 y 1990. También se trató de una muestra colectiva con diferentes fotógrafos, y mi idea, como curador y pensando también en el público estudiantil, era contar cosas antes que refrescar la memoria, porque, por su edad, los estudiantes no vivieron esa época. Fue una muestra más documental. La actual la encuentro más conceptual.
¿Qué es lo se viene en el Centro Cultural?
Estamos trabajando una siguiente muestra, más parecida a esta. Buscamos representar la soledad en el individuo contemporáneo, que la vive a pesar de todas las herramientas que tenemos para no sentirnos solos, sean estas virtuales o no. La idea es representar esta soledad en medio de la actual vorágine de información.