Universidad de Lima

Con artículos sobre la ciencia de la conducta que abarcan los terrenos social, clínico y filosófico, acaba de aparecer el número 20 de Persona, revista de la Facultad de Psicología de la Universidad de Lima.

Persona es un espacio de divulgación científica que reúne interesantes artículos de estudiosos peruanos y extranjeros. Este nuevo número incluye, por ejemplo, uno sobre psicología positiva, un estudio sobre Santiago Ramón y Cajal y sus puntos de vista acerca de la psicología de las hormigas, así como un análisis de la diversidad cultural en las respuestas de niños asháninkas y del Cusco rural al test de Rorschach, entre otros interesantes trabajos.

En la siguiente entrevista, el editor de Persona y también profesor de esta Casa de Estudios, Ramón León, comenta sobre estas y otras novedades de la revista.

¿Qué podría comentar acerca de los temas que veremos en esta nueva edición de Persona?
El presente número contiene artículos y reportes de investigación en el campo de la psicología clínica, social, del desarrollo y de la psicología positiva. La temática es, como siempre, muy amplia. El número se abre con un trabajo sobre los aspectos filosóficos de la psicología positiva, de Reynaldo Alarcón, un profesional muy prestigioso, que desarrolla conceptos sobre felicidad, resiliencia, inteligencia emocional y valores. Sabemos que la psicología se dedica generalmente a las patologías, pero la corriente de la psicología positiva estudia estados afectivos asociados o que promueven la salud mental: el amor, el entusiasmo, la gratitud. El doctor Alarcón es el introductor de la psicología positiva en nuestro país.

¿Qué otros temas tiene la revista?
También está el trabajo sobre el pensamiento de las hormigas de Santiago Ramón y Cajal, médico español que ganó el Premio Nobel de Medicina y que en un momento de su vida comenzó a preguntarse cómo se comunican estos animales. Nosotros lo hacemos a través del lenguaje, la gesticulación y las miradas, ¿pero las hormigas…? El artículo está escrito por Virgili Ibarz, psicólogo español, especialista en la obra de Ramón y Cajal.

¿Cuántos artículos son en total?
Son ocho artículos y tres reseñas bibliográficas. Además de los trabajos mencionados, los otros abordan temas igualmente interesantes. Uno está dedicado a estudiar las ideas de Alfred Adler en Paraguay, otro examina los resultados obtenidos en el psicodiagnóstico de Rorschach en una población de niños del mundo andino. Dos importantes trabajos abordan temas teóricos actuales de la psicología, como por ejemplo el de las teorías informacionales de la conciencia.

¿Quiénes hacen el trabajo de edición de la revista?
Si bien yo tengo el cargo de editor, lo cierto es que somos un equipo de trabajo, donde comparto labores con el profesor Ricardo Braun, que está en el comité editorial, lo mismo que los profesores Ana Bendezú y Luis Miguel Escurra. Nos reunimos semanalmente y contamos con el apoyo del Fondo Editorial de la Universidad de Lima y de la profesora Rosana Choy. Nuestra tarea consiste en examinar los manuscritos que recibimos y, después de esto, hacérselos llegar a árbitros, profesionales especializados en el tema del cual trata el manuscrito, a fin de que ellos emitan una opinión acerca de su calidad.

Nos esforzamos por seguir las normas de arbitraje de trabajos científicos, que hoy son las habituales en la gran mayoría de revistas académicas.

¿Siempre ha sido usted el editor?
Con el profesor Braun estoy en el comité editorial desde el primer número. El fundador de Persona fue el doctor Manuel Fernández, antiguo director de la Carrera de Psicología. Posteriormente ocupó el cargo el doctor David Álvarez. Desde hace algunos años tengo a mi cargo la responsabilidad de editor, pero quiero enfatizar en que, en realidad, somos un equipo y que los profesores Bendezú, Braun y Escurra cumplen una labor silenciosa, permanente y muy esforzada. Sin el concurso de ellos, sería muy difícil publicar Persona.

En todos los números hay colaboraciones extranjeras, ¿verdad?
Sí. A lo largo de todos estos años hemos recibido contribuciones de estudiosos de numerosos países, como Rusia, Alemania, España, Suiza, Portugal, Bélgica y Estados Unidos. Por parte de Latinoamérica, al margen del Perú, contamos con colaboraciones de Colombia, Chile, Argentina y Brasil. Y también tenemos un importante número de contribuciones provenientes de destacados especialistas mexicanos.

¿Cómo los contactan para participar?
En un comienzo tuvimos una política de solicitud de trabajos, habitual en las publicaciones que recién aparecen. En la actualidad tenemos un importante flujo de manuscritos, tanto del país como del exterior, que, como dije, son sometidos a los procedimientos de arbitraje propios de las publicaciones académicas. Ese flujo nos permite garantizar la continuidad de la revista. Hemos invitado, por ejemplo, a Rubén Ardila, uno de los más destacados psicólogos latinoamericanos, así como a Robert Sternberg, personalidad de primer orden de la psicología estadounidense y en su momento presidente de la American Psychological Association.

¿Recuerda cuál fue el motivo de la creación de esta revista?
El objetivo era que se convirtiera, como lo es hoy, en el órgano de expresión de la Carrera de Psicología, que en esa época recién se estaba formando. Creíamos, y seguimos creyendo, que era importante dar a conocer los trabajos de investigación y estudios de nuestros profesores y, asimismo, deseábamos poner a disposición de la comunidad académica una revista en la cual se expusieran investigaciones, reflexiones y planteamientos de especialistas nacionales e internacionales. Persona, además, ha tenido un rol de importancia en el proceso de acreditación de la especialidad de Psicología de la Universidad de Lima.

¿Ahora cuál es su proyección?
Hasta ahora hemos publicado un número por año y nos hemos esforzado por presentar artículos y reportes de investigación de calidad, de autores nacionales e internacionales. La revista se encuentra en bases de datos internacionales, pero aspiramos a que sea incluida en más bases de datos. Planeamos hacer algunos cambios en la estructura del comité editorial y del comité consultivo, pasar de un número al año a uno por semestre; pensamos en la posibilidad de que uno de esos números sea monográfico. La revista conservará el número de páginas habituales, alrededor de 200, con un promedio de 12 artículos y una sección de reseñas de libros.