25 de Mayo de 2018
Directivo del Grupo Monge dictó conferencia organizada por MBA Ulima
El miércoles 9 de mayo, los alumnos de la Maestría en Administración y Dirección de Negocios (MBA Ulima) recibieron la conferencia “Estrategias de regionalización de empresas familiares en América Latina. El caso de Grupo Monge” por parte de Alfredo Monge, presidente de la Junta Directiva de Grupo Monge, quien vivió desde dentro el proceso de expansión de esta empresa costarricense.
El expositor fue presentado por Paola Domínguez Díaz, directora del MBA de la Escuela de Posgrado de la Universidad de Lima, quien le dio la bienvenida. Paola Domínguez dijo:
“Le agradezco a Alfredo Monge el haber venido el día de hoy. Para nosotros, como MBA, es una oportunidad tener a un expositor de su talla por toda la experiencia empresarial que tiene, no solamente en la formación académica sino el crecimiento que ha ido marcando el rumbo del grupo que él dirige”.
El conferencista, MBA por INCAE Business School y graduado en Leyes por la Universidad de Costa Rica, narró la historia de esta cadena de electrodomésticos que iniciara su padre en 1974 y que hoy se encuentra en seis países del continente americano. Además, dio cuenta de cómo se incorporó la segunda generación en la empresa y de cómo esta inició el proceso de expansión. Alfredo Monge señaló:
“El 90% de las empresas en Estados Unidos [...] está controlado por una familia, el 35% de las empresas de Fortune 500 son empresas familiares, y en Latinoamérica, más del 90% de las empresas son empresas familiares. Estos negocios comienzan —lo veo en el caso de mi padre y bastante típico— con un empresario que ve una oportunidad de negocio, que es gente de 'rompe y rasga', que atraviesa paredes. Inicia como la gerencia del dueño, quien es el que toma todas las decisiones. A través del tiempo se va incorporando la segunda generación y se convierte más en una sociedad familiar. Cuando la primera generación se retira, eso se convierte en una sociedad entre hermanos y el negocio empieza a cambiar. Luego, si la empresa tiene suerte, mucha suerte, pasa a ser una colaboración entre primos. Estos dos últimos son los escenarios más riesgosos. Si de ahí pasan a la siguiente generación, se trata de una empresa muy exitosa y se convierte en una empresa familiar. Pero el 70% de las empresas familiares fracasa en la transición a la segunda generación”.