04 de Octubre de 2021
“Me motiva buscar soluciones creativas”
Con 21 años como gerente de Administración y Finanzas en Corporación Exalmar, Raúl Briceño ha aprendido muchísimo, ha podido realizar una serie de transacciones y ha aplicado toda su creatividad para buscar soluciones a distintos problemas.
En este tiempo, el grupo ha pasado de facturar 40 millones de dólares a 600 millones de dólares por año. Y él ha puesto a prueba sus conocimientos, su visión integral del negocio y un buen manejo de equipo. Raúl estudió Economía en la Universidad de Lima.
¿Qué te ha permitido mantenerte 21 años en la Corporación Exalmar?
Este es un grupo familiar que tiene dos empresas importantes. Una es Pesquera Exalmar y la otra es Complejo Agroindustrial Beta. Yo soy el CFO de ambas empresas. Tener veintiún años en este grupo significa para mí una experiencia increíble. Ninguna maestría me hubiera permitido aprender tantas cosas. Cuando comencé, las dos empresas facturaban cuarenta millones de dólares anualmente, y este año vamos a facturar seiscientos millones de dólares. En agro teníamos, si mal no recuerdo, ciento cincuenta hectáreas de tierra. Ahora tenemos seis mil. En pesca, hemos crecido en el número de embarcaciones y de plantas y hemos ingresado al consumo humano directo. El crecimiento ha sido enorme en estas dos empresas. Y yo he tenido oportunidad de hacer transacciones de todo tipo. He hecho mercado de capitales locales e internacionales, IBO, créditos sindicados internacionales, private equity y muchísimas cosas. Para mí, ha sido una experiencia increíble. Siempre me he enfrentado a nuevos retos.
¿A qué factores atribuyes el crecimiento que han tenido?
Creo que, en gran parte, se debe a la dedicación y las ganas de hacer las cosas. Por supuesto, también a los conocimientos, la actitud, a una visión integral del negocio y a tener las ideas claras sobre adónde apuntamos, siempre de acuerdo a las estrategias de los accionistas y advirtiendo los riesgos que pueda haber, así como las ventajas, para tomar las decisiones necesarias.
Siempre has estado en esta posición, ¿verdad?
Sí. Es la única posición corporativa para las dos empresas. Cada compañía tiene un gerente general, un subgerente y sus directorios. Como CFO, tengo un trabajo muy dinámico, muy enriquecedor, donde nunca dejo de aprender y de innovar. También tengo la responsabilidad de formar gente que me suceda. Normalmente delego mucho en la gente que trabaja conmigo, todos ellos han demostrado un crecimiento importante.
¿Cuáles son los mayores retos que has afrontado en estos años?
Hemos experimentado de todo un poco. En pesca, hemos afrontado fenómenos de El Niño, cuota de pesca cero, donde pasamos grandes dificultades para obtener liquidez. Felizmente, nuestra estructura financiera nos permitió salir adelante. Hemos pasado períodos de consolidación del sector pesquero peruano muy fuerte. Y para participar en esta consolidación del sector pesquero, no podíamos hacerlo orgánicamente, a través de utilidades acumuladas ni capitalizaciones, ni préstamos, así que vimos la posibilidad de llevar a cabo un crecimiento inorgánico, trayendo primero un private equity del capital de Exalmar y después haciendo un IPO. Entre ambos, levantamos alrededor de doscientos cincuenta millones de dólares, lo cual nos permitió mejorar el nivel de palanqueo de la empresa, tomar más deudas y crecer. Somos la tercera pesquera más grande del Perú en términos de producción y ventas. Producimos principalmente harina de pescado. Nuestras ventas están constituidas, de ochenta a ochenta y cinco por ciento, por harina de aceite de pescado. El resto son descongelados. En agro también hemos pasado momentos difíciles, sobre todo en el 2008. Comenzamos en Chincha, luego pasamos a Ica, después a Olmos, Piura y Chiclayo. Cultivamos arándanos, uvas, paltos, espárragos y estamos posicionados prácticamente entre los cinco productores más grandes de diversos cultivos en el país.
¿Qué dificultades has pasado?
La primera vez que hicimos una emisión de papeles locales no querían ni recibirnos, decían que no creían en la pesca; pero después eso cambió y emitimos doscientos millones de dólares al exterior en bonos. En tanto, en este momento el agro es un sector que tiene mucho potencial de crecimiento, generación de divisas y de empleo, pero los bancos locales muchas veces lo ven con cierto temor. Eso nos obliga a buscar financiamientos internacionales a través de otras instituciones, pero hemos ido creciendo y enseñando a las instituciones financieras lo que significa cada sector para que puedan ver el riesgo de otra manera.
¿Cómo se han comportado los mercados internacionales ahora con la pandemia?
Hemos tenido la gran suerte de que el agro prácticamente no ha parado por la pandemia. Nosotros trabajamos con productos frescos. Si parábamos las actividades, los productos se perdían. Felizmente no ha sido así, pero hemos incremento nuestros costos para asumir las medidas de bioseguridad necesarias y poder operar. Los mercados han seguido respondiendo, aunque en un momento bajó el consumo en restaurantes y en hoteles, pero hoy está normalizándose poco a poco. Por otro lado, la harina de aceite de pescado es un insumo para la comida animal, principalmente para la acuicultura. La principal demanda proviene de China, y como se trata de un alimento, todos tienen que seguir comiendo y seguir alimentando a sus peces, sus cerdos, sus pollos. De manera que la demanda se ha mantenido en pesca. Cuando comenzó la pandemia, estábamos en veda, así que tuvimos que prepararnos para la temporada de pesca. En cuanto empezamos a operar, todas las pesqueras tuvieron que alojar a sus pescadores en hoteles antes de comenzar la temporada. Nosotros tenemos de seiscientas a setecientas personas en hoteles durante quince días para que cumplan su cuarentena. Luego hay que embarcarlas. Nuestros costos subieron, pero no está mal, lo triste hubiera sido no operar. Y felizmente todo salió muy bien.
¿Qué te motiva de tu trabajo?
Lo que me motiva más es buscar soluciones creativas y hacer cosas diferentes. En ocasiones, los bancos han creado nuevos productos de acuerdo con nuestros requerimientos. Todo eso es muy interesante. Y es muy gratificante tener el apoyo del directorio para trabajar. Me siento muy motivado aquí.
¿Cuál de tus trabajos anteriores ha impactado más en tu aprendizaje y en tu carrera?
Yo recuerdo que comencé a trabajar en banca, en Interbank, con un profesor de la Universidad de Lima. Me encantaba. Aprendí muchísimo. Ahí me acostumbré a buscar un enfoque diferente de las cosas: a mirar el bosque y no tan solo el árbol. Esa experiencia me marcó mucho.
¿Tienes algún pasatiempo?
Corro, juego tenis, me gusta escuchar música, leer y cocinar los domingos para mi familia.
¿Qué aprecias especialmente de la Universidad de Lima?
Los cursos que llevé me gustaron mucho y aprendí bastante gracias a ellos. En la Universidad me di cuenta de que me gustaba más la parte financiera. También aprecio la experiencia vivida con mis amigos, con quienes hice muchos trabajos en grupo y me mantengo en contacto hasta ahora.