06 de Diciembre de 2019
Su objetivo: perseverar hasta batir un récord nacional en natación
María Fe Muñoz está mentalizada en romper un récord nacional en natación. Ella representó al Perú en los Juegos Panamericanos Lima 2019, en 100 y 200 metros en estilo mariposa, así como en 400 metros combinados.
La joven nadadora nació en Cajamarca y se mudó a la capital en cuanto ingresó a la Universidad de Lima, en el 2017, para estudiar Ingeniería Industrial. Desde entonces entrena junto con la selección de manera sostenida y siente que ha mejorado mucho.
¿Cómo viviste el ambiente de los Juegos Panamericanos y el reto que significó para tu carrera deportiva?
Con mucha alegría y compromiso. Me parece que esta fue una experiencia enriquecedora para mí y para todos los deportistas. Veo que todo estuvo muy bien organizado y es maravilloso haber podido compartir con ellos. Vino mucha gente de otros países. Esta fue una competencia muy grande y nos alentamos bastante unos a otros.
La prueba de 400 metros combinados es muy fuerte, se requiere rapidez y resistencia al mismo tiempo.
Sí, se necesitan esas dos capacidades. Estuve en el XVIII Mundial Absoluto de Natación de Gwangju, en Corea del Sur, y había pocas nadadoras inscritas en esta prueba porque es muy fuerte, demanda bastante esfuerzo físico.
¿Qué te pareció el Centro Acuático?
Está muy bien, muy completo. He entrenado ahí todos los días que llevamos concentrados en la Villa de Atletas y me sentí cómoda en la piscina. Todo está muy bien. Me tocó competir en 100 y 200 metros en estilo mariposa y 400 metros combinados.
¿Qué opinas de la Villa de Atletas?
Es bonita, la infraestructura es muy buena y todas las instalaciones también. Es muy parecida al lugar en el que estuvimos en el Mundial de Natación y es importante dejar una buena impresión en las delegaciones extranjeras. Además, en la Villa hay varias cosas para hacer, como jugar billar, PlayStation, Wii, ping-pong. Los atletas pueden montar bicicleta y correr en los alrededores de la Villa, hay un sitio de recreación para comprar comida y recuerdos del Perú. También se organizan conciertos, el comedor es supergrande y la comida es muy rica. Todo está muy bonito.
¿A qué edad ingresaste a la selección nacional de natación y cómo hacías para entrenar en Cajamarca, donde has vivido siempre?
Yo aprendí a nadar a los 3 años y este fue mi primer deporte. Siempre me ha gustado y lo he entregado todo por la natación. Ingresé a la selección a los 12 años y he vivido toda mi vida en Cajamarca, hasta que ingresé a la Universidad de Lima. Entonces vine a vivir a la capital. Antes de eso, viajaba de Cajamarca a Lima constantemente para campeonatos locales de natación, para los selectivos y antes de partir al extranjero y participar en competencias.
¿Ha mejorado tu rendimiento desde que vives en Lima y entrenas con la selección nacional de manera más sostenida?
Sí, claro. Desde que vivo en Lima noto la diferencia, he mejorado bastante, por eso pude clasificar al Mundial y hacer buenos tiempos.
Antes, el hecho de viajar con frecuencia demandaba un esfuerzo muy grande de tu parte.
Sí, definitivamente, me ha demandado mucho más que a los demás. En esa época, el colegio me ayudó bastante, me disculpaba las ausencias y me daba oportunidades para ponerme al día. Mis compañeros también me han ayudado mucho. Y, por supuesto, mis padres me han apoyado toda la vida, a cada momento. Sin su apoyo, yo no hubiera podido lograr nada en este deporte. Mi mamá ha estado a mi lado en cada viaje, mientras que mi papá se quedaba en Cajamarca, trabajando. Este ha sido un sacrificio compartido [risas].
¿Qué te comentaban tus amigos y las personas que sabían que tenías este ritmo de vida?
Recuerdo que, cuando regresaba de cada competencia, mis amigos me ayudaban a ponerme al día y me contaban las novedades. Era clásico. También se ponían felices por cada logro y por todo lo que vivía gracias al deporte. Por supuesto, también representaba al colegio en torneos escolares.
¿Cómo te va ahora en la Universidad de Lima?
Yo ingresé en el 2017-2 a Ingeniería Industrial. Me va bien. Los cursos que llevo me gustan y siento que, conforme avanzo en mi carrera, me van gustando más, y confirmo mi decisión de seguir Ingeniería Industrial, aunque sé que es difícil. Hice un buen grupo de amigos que me ayuda cuando falto a clases. Los profesores son muy buenos. Todos me han apoyado. Me siento muy cómoda y contenta. Me encanta la Universidad. El ciclo anterior tuve que dejarlo a la mitad, porque se presentaron oportunidades en el deporte que no había previsto y que no podía dejar pasar. Una de ellas fue una concentración en altura que hicimos por tres semanas y la otra fue el Mundial de Natación.
¿En qué consistió la concentración en altura?
Fuimos a México con doce chicos y chicas de la selección. Estuvimos entrenando en San Luis de Potosí, haciendo un trabajo especial en altura, a fin de desarrollar nuestra capacidad aeróbica. Lo que pasa es que, cuando entrenas en altura, necesitas más aire y, al bajar, aumenta tu oxígeno.
¿Cómo te fue en el Mundial de Natación?
Fue en Corea del Sur. No esperaba clasificar para ir, pero lo logré y me fue muy bien, porque pude bajar mi marca personal en 200 metros mariposa. Fue una gran experiencia que aportó mucho a mi carrera deportiva, por la importancia de este evento y por las vivencias compartidas con la delegación peruana y con otros deportistas.
¿Fuiste el año pasado a la Universiada, en Tacna, en representación de la Universidad de Lima?
Sí, ahí competí en 100 metros mariposa, 100 metros espalda y 200 metros combinados.
¿Qué es lo que más valoras de tu experiencia deportiva?
Creo que, sobre todo, la amistad que se forja con los atletas, con quienes compartimos los mismos objetivos y las mismas experiencias, que no siempre son felices porque no siempre ganamos, aunque nos apoyamos y nos cuidamos. Además, ahora sé la importancia de aprender de los errores.