29 de Mayo de 2020
Emprendedoras se reinventan por COVID-19
En el 2018, Mirella Salas, Úrsula Bosio y Daniela Salvatierra se unieron para crear una experiencia turística diferente. Le dieron al viajero la oportunidad de explorar la cultura peruana y lugares hermosos de nuestro país, de la mano de pobladores tanto de áreas rurales como urbanas. Así crearon Map It. Los interesados en este servicio las contactaban por su página web o por sus cuentas de Facebook e Instagram, y ellas organizaban las visitas. Cuando la COVID-19 llegó al Perú, no se detuvieron, se reinventaron y ahora ofrecen experiencias virtuales culinarias y artísticas. Las tres emprendedoras son egresadas de la Universidad de Lima: Daniela y Úrsula estudiaron Negocios Internacionales; Mirella, Ingeniería Industrial. Esta es su historia.
¿De qué se trata su negocio?
Mirella Salas: Map It es un marketplace de experiencias turísticas únicas en destinos del Perú, específicamente Arequipa, Puno y Cusco. La idea es que los viajeros conozcan estos destinos con una perspectiva local auténtica y divertida, de la mano de pobladores locales. Pueden probar sus comidas, escuchar sus historias y aprender sus tradiciones. Al viajar con Map It, las personas colaboran directamente con la economía local, la mejora de su calidad de vida y el desarrollo sostenible, y contribuyen a la generación de empleos.
Daniela Salvatierra: Para hacer esto posible, primero nos contactamos con pobladores de cada comunidad y ellos nos manifestaron su interés de trabajar con nosotras. Nos pusimos de acuerdo sobre la experiencia que podían ofrecer al viajero y armamos juntos una propuesta de valor. Tenemos una plataforma que acepta pagos en línea. También trabajamos con redes sociales y el correo electrónico.
¿Qué las motivó a emprender?
Mirella Salas: Cuando empezamos, éramos tres chicas con un sueño. Teníamos muchas ganas de transformar vidas y apoyar a la gente. Eso fue lo que nos motivó. A partir de esto, pensamos que una buena manera de hacerlo era dando a conocer la esencia de nuestro país a los viajeros. Lo que ofrecemos es muy diferente a un tour que toma mucha gente, nosotras brindamos un intercambio cultural más auténtico, real y cercano con los pobladores del lugar que visitan.
Úrsula Bosio: Nuestra mayor motivación fueron nuestros deseos de generar un impacto sobre los pobladores locales y pensamos que la mejor manera era que ellos fueran los anfitriones de estas experiencias. Sobre todo, pensamos en mujeres, en darles la oportunidad de ejercer un liderazgo, empoderarlas, y que se sientan orgullosas de lo que hacen. De hecho, siete de cada diez experiencias Map It son guiadas por ellas.
¿Cómo llevaron a cabo los primeros contactos con los anfitriones?
Daniela Salvatierra: La primera vez fuimos a Cusco para ver si la gente estaba dispuesta a trabajar con nosotras. Felizmente, desde los primeros contactos, todos estuvieron muy de acuerdo. Yo pensaba que iban a ser más reacios, pero no fue así.
Úrsula Bosio: Hemos tenido una acogida muy buena por parte de los locales, en todos los lugares a los que hemos ido. Nos ha tocado conocer a grandes personas, de manera que este trabajo ha tenido un impacto también en nosotras. No solo nos ha permitido desarrollarnos profesionalmente, sino también en lo personal. La oportunidad de conocer gente tan diversa nos ha enriquecido mucho.
¿En qué etapa del proceso decidieron renunciar a sus trabajos?
Daniela Salvatierra: Cada una renunció a sus empleos en diferentes momentos. Yo lo hice en el primer viaje de investigación.
Úrsula Bosio: Lo que nos llevó a las tres a hacer este cambio en nuestras vidas profesionales fue la seguridad en nosotras mismas, en que íbamos a salir adelante con esta idea innovadora y de gran impacto para mucha gente. De hecho, postulamos a Startup Perú y ganamos. Eso nos fortaleció muchísimo, no solamente porque obtuvimos un financiamiento, sino porque nos dimos cuenta de que la gente creía en el proyecto.
¿Qué comentarios han recibido de los viajeros?
Úrsula Bosio: La respuesta ha sido muy positiva. En Trip Advisor o en la web, los viajeros nos dejan cinco estrellas y nos felicitan. Obviamente no solo a nosotras, sino al anfitrión con quien tuvieron la experiencia de viaje. No hay nada más lindo que prestar un servicio y que el cliente quede fascinado con él y con esa imagen que vio del Perú.
Mirella Salas: Así también logramos que los anfitriones se sientan orgullosos de su cultura y esperamos que se animen a preservarla.
¿Cómo han atendido los inconvenientes que siempre se presentan en los servicios turísticos?
Mirella Salas: En cada localidad tenemos una red de contactos de confianza que están capacitados para resolver los problemas que se presenten. Cualquier dificultad se resuelve en el momento.
Úrsula Bosio: En caso sea algo simple o impredecible, como una cancelación o un retraso en el vuelo que les impida a los viajeros llegar a tiempo a la experiencia, le pedimos al anfitrión que se adapte y le buscamos la solución inmediatamente. El objetivo es que el viajero se sienta apoyado.
¿Podrían contar de qué manera han adaptado el servicio que brindan a la coyuntura de la COVID-19?
Úrsula Bosio: Hemos sabido aprovechar la oportunidad dentro de una coyuntura adversa. Como el turismo se ha detenido, buscamos la forma de seguir adelante y lanzamos un abanico de experiencias en línea que pueden seguir los viajeros con los anfitriones, a través de una videollamada y desde la comodidad del hogar.
Mirella Salas: Nos hemos reinventado, pero siempre con la misma idea: ofrecer experiencias con la cultura peruana. Los anfitriones ofrecen una actividad, como la preparación de panes andinos, y los viajeros reservan esta experiencia. Al viajero se le informa qué insumos y utensilios debe tener a la mano, y el día de la experiencia se conectan el cliente por un lado y el experto que enseña el taller por el otro. De esta forma los clientes aprenden algo nuevo.
Daniela Salvatiera: Nosotras también podemos ingresar en la videollamada, sin cámara y sin audio, y vamos viendo cómo se da la experiencia, a fin de identificar en qué podemos mejorar. Lanzamos este nuevo servicio el 13 de mayo.
¿Qué tal les va con la demanda de estas nuevas experiencias?
Úrsula Bosio: Hemos tenido muy buena acogida, no solo a nivel internacional, sino también nacional, lo cual nos ha sorprendido gratamente. Hemos creado una nueva demanda para el público nacional y todo está saliendo muy bien.
¿Han tenido que hacer nuevos contactos?
Daniela Salvatierra: Teníamos varios contactos en Lima, con quienes ya trabajábamos presencialmente, y varios de ellos se han podido adaptar a este nuevo servicio. En Cusco, Puno y Arequipa es más difícil, porque trabajamos mucho con comunidades y estas no tienen acceso a la tecnología o no tienen muy buena señal. Básicamente, estamos tratando de trabajar con la gente que ya conocíamos. Algunos han tenido que adaptar un poco lo que hacían.
¿Qué experiencias ofrecen actualmente, además de la preparación de panes andinos?
Mirella Salas: Tenemos culinaria en general, por ejemplo, cómo preparar cebiche peruano, lomo saltado, etcétera. También hay opciones artísticas, como clases de interpretación vocal con una artista peruana reconocida. Con ella también ofrecemos un concierto criollo en línea, que ha tenido muy buena aceptación. Contamos con un importante artista urbano, conocido con el sobrenombre de Pésimo. Él hace graffiti y durante el taller cuenta todo lo que sabe sobre este arte y cómo se desarrolla en el Callao, cómo se expresan las personas a través del arte urbano, es muy interesante. Asimismo, tenemos clases de festejo y marinera. Mantenemos nuestro objetivo inicial, que es potenciar la cultura peruana.
¿Creen que lo que aprendieron en sus carreras les ayudó en este emprendimiento?
Mirella Salas: Definitivamente, sí. La Universidad nos dio muchas herramientas y una base sólida para lo que hacemos ahora. En cada emprendimiento, uno tiene que hacer un poco de contabilidad, de marketing, de logística, y la Universidad nos dio los conocimientos para afrontar las diferentes áreas de una empresa.
Daniela Salvatierra: Yo valoro todo el conocimiento que nos dio la Universidad. Si bien ninguna de nosotras estudió algo relacionado con el turismo, en este proyecto nos ha ayudado mucho la parte administrativa, financiera y de contabilidad que aprendimos.
Úrsula Bosio: Yo valoro todo el conocimiento que me dieron los profesores y todo el tiempo que pasé en la Universidad. Para mí, la Ulima era mi casa. Hice amigas para toda la vida. Los profesores, fuera de la clase, también nos daban oportunidades, eran un apoyo. Cuando tenía dudas sobre un tema, les consultaba y ellos siempre estaban dispuestos a resolver cualquier duda, fuera o no fuera de su curso específico. Para este emprendimiento, cuando recién empezábamos, he consultado mi cuaderno para resolver un tema financiero. Definitivamente, el conocimiento que adquirimos en la Universidad nos va a acompañar de por vida.