06 de Febrero de 2023
Difundir literatura más allá de nuestras fronteras
Gianfranco Hereña, comunicador por la Universidad de Lima, es uno de los 50 peruanos más creativos de la industria cultural, según la revista Forbes. Hace casi diez años emprendió el proyecto de difundir la cultura, específicamente, la literatura, a través de una cuenta de Facebook y un blog llamado El buen librero.
Hoy, su producto cultural es multiplataforma. Tiene cerca de 551.000 seguidores en Facebook y alrededor de 15.000 en TikTok.
¿Cómo recibiste la noticia de haber ingresado en la lista de “Los 50 más creativos de Perú 2022”, de la revista Forbes?
Me alegró enormemente. Sobre todo, porque eso se suma a muchas sorpresas que este año han hecho que mi trabajo se visibilice mucho más. Me siento muy agradecido. Al inicio del año me dieron el Premio Luces 2021 al mejor programa digital cultural, luego vino la nominación internacional a los premios iVoox 2022, que es un premio a podcasts de Latinoamérica.
¿Podrías compartir con nosotros la historia de El buen librero desde su creación?
Por supuesto. En el 2013, estaba en el último año de la Universidad, casi había acabado mis prácticas preprofesionales y sentía la necesidad de iniciar algo propio, de ejercer mi carrera de una manera diferente. Ya había trabajado en periodismo, para medios digitales, y decidí crear mi propio medio digital orientado a la lectura. Me vi influenciado por el taller de narrativa de la Universidad de Lima, que en ese momento dirigía Jorge Eslava. También había un estudiante llamado Ernesto Sánchez, que fue uno de los que más me apoyó desde que empecé con esta aventura de escribir el blog. Ernesto, lamentablemente, falleció en un accidente. Él me llevó a conocer a los libreros del jirón Amazonas. Pasábamos horas en el Centro de Lima conversando con los libreros, que son unas enciclopedias andantes. Cuando decidí iniciar este proyecto le puse El buen librero en homenaje a mi amigo, quien me hizo conocer a esos libreros siempre dispuestos a contar historias, no solo a vender un libro.
¿Con qué objetivo nació el blog?
Quería trasladar un poco de lo que los libreros hacen. Ellos te aconsejan y no te hablan desde la posición del que más sabe, sino como amigos. El proyecto empezó en el 2013. Recuerdo que mis amigos me preguntaban para qué abría un blog, cuando los blogs estaban en decadencia. La moda estaba en Facebook en ese momento. Entonces pensé que debía tener una cuenta en Facebook, pero no dejar de hacer el blog. Ahora ya estoy en Instagram, TikTok y tengo un podcast.
¿Cuántos seguidores tienes?
En Facebook tengo cerca de 551.000. En YouTube casi 11.000 seguidores; en el podcast, cerca de 5.000; en TikTok, alrededor de 15.000; y en Instagram, casi 6.700. El podcast surgió en el 2017 y es uno de los proyectos más jóvenes, junto con el de TikTok, pero se volvieron muy populares en la pandemia.
¿Esas cifras implican que monetizas?
Sí. Hay gente que dice que leer es aburrido, yo digo que eso es lo que nos han hecho creer. A la gente le gusta leer, o puede gustarle si se le da la oportunidad. Recuerdo que al inicio pensaban que un podcast de literatura no funcionaría, pero empecé a colocarlo en Spotify. Primero, tres reproducciones; luego cuatro, cinco… Y cuando surgió la moda del podcast, yo ya estaba ahí. La ola me agarró de subida y me generó cosas increíbles.
¿Como qué cosas, por ejemplo?
En pandemia, dejó de ser un podcast que interesaba solo a los peruanos. Hace unos seis o siete meses me llegó un mensaje por WhatsApp desde Mendoza, Argentina. Me decían: “No sé si sabes, pero le salvaste la escolaridad como a 350 niños”. Yo no sabía de qué se trataba eso. La persona que me escribió era de un pueblito muy al norte, que tenía mala conexión de internet. Me comentó que descargaban un programa de El buen librero y lo ponían en la radio comunal para que todos escuchen y los profesores les pudieran dejar tarea a los niños. Se volvió una costumbre, a las tres o cuatro de la tarde, escuchar “al peruano”. Era lo que tenían a la mano y estaba posicionado en Spotify. El impacto fue tremendo y me dio una gran alegría, fue muy gratificante.
¿Cuánto tiempo te ha tomado llegar a donde estás?
Diez años. Es curioso, porque mi camino como creador digital va exactamente a la par de mi camino como docente. Y Jorge Eslava ha sido una pieza clave en mi vida. Fue mi profesor en la Universidad de Lima, yo participé en su taller de narrativa y él me empujó a hacer las dos cosas más importantes en mi vida profesional: la docencia y la literatura.
¿Cómo ha sido tu crecimiento en las redes sociales y a qué se ha debido?
Yo fui muy constante desde que empecé, eso es clave. Tenía la expectativa de crecer y, cuando creces, necesitas seguir creciendo para llegar a más personas. Debo reconocer que esa necesidad a veces me ha impedido asistir a compromisos familiares y a reuniones con amigos.
¿Qué tipo de literatura prefiere la gente que te sigue?
Creo que no hay un género predilecto para el público, se trata de cómo presento el libro para que la gente se interese por él. Depende, además, de la plataforma. Facebook es una red social para personas de 50 años para arriba, que prefieren autores clásicos; mientras que Instagram y YouTube son redes en las cuales el público siempre se está renovando y busca nuevas cosas. Yo siempre estoy abierto a las tendencias que hay en el mundo. Recuerdo que cuando empecé con todo esto, el terror y la ciencia ficción eran considerados subgéneros. Ahora, las editoriales independientes apuestan por el terror y la ciencia ficción, incluso por el cómic. Creo que hay una renovación en la mirada en torno a estos temas, que eran prácticamente exclusivos de los gringos o los europeos.
¿Cómo se lee más ahora: en digital o en papel?
La tendencia a leer en digital ha aumentado muchísimo, sobre todo durante la pandemia. Pero el libro digital no necesariamente compite con el libro en físico. Por ejemplo, si me voy a la playa a pasar unos días, será más fácil que me lleve una tablet para leer, mientras que, si estoy en mi casa, después de muchas horas frente a la computadora, preferiré un libro en físico. Igual si se trata de un regalo.
¿A qué te dedicaste cuando saliste de la Universidad?
Seguí ejerciendo el periodismo digital. Ya como practicante lo hacía. Trabajé para un medio llamado Hincha Peruano, con el cual narraba noticias deportivas y las comentaba. Todo estaba relacionado con el fútbol, que es otra de mis grandes pasiones. También trabajé en Chalaca, donde hacía transmisiones en vivo.
¿Cómo viviste la etapa universitaria en la Ulima?
Creo que ha sido una de las etapas más hermosas de mi vida. Tuve profesores magníficos y la oportunidad de practicar en la revista Noticias. Siempre aproveché la Universidad en todo sentido, no solamente las clases, también los talleres y todas las instalaciones. Recuerdo que me pasaba horas leyendo en el Edificio G y veía películas en la sala Ventana Indiscreta. Fue un tiempo memorable.