01 de Junio de 2020
Las leyes del trabajo
Germán Lora Álvarez tiene una larga experiencia como abogado laboralista. Actualmente es socio en el estudio Damma, donde le ha tocado crear el Área Laboral, aplicando su propio estilo de trabajo, basado en una relación amical con sus clientes y en atender sus dudas y necesidades lo más rápido posible. Este graduado de la Universidad de Lima es también docente universitario.
Has trabajado muchos años en el estudio Payet, ¿qué podrías comentar al respecto?
Así es, trabajé ahí durante dieciséis años y tuve la responsabilidad de crear el Área Laboral. Esa área creció mucho con el tiempo y llegó a ser una de las más importantes del estudio. Yo comencé a trabajar en Payet cuando este se componía de veinte personas, ahora son más de cien. Sin duda, le tengo que agradecer al estudio por la libertad de trabajo que me dio, por la oportunidad de desarrollarme y de llegar a ser lo que actualmente soy como profesional. Payet me dio muy buena exposición, fue una experiencia muy interesante.
¿Cómo llegaste ahí?
Llegué al estudio Payet por un amigo de la Universidad de Lima que trabajaba ahí. Un día me llamó para hacerme una consulta sobre prescripción laboral, en la época en que yo trabajaba en KPMG. A raíz de eso, le dijeron a mi amigo que me propusiera ir a Payet para abrir el Área Laboral, y yo acepté; me pareció un buen reto. Llegué con veintinueve años y con muchas ganas, pero sin un solo cliente. Tuve que comenzar de cero, literalmente. Pasaban los días y llegó un momento en que me sentí desesperado, porque no tenía para quién trabajar. Pero luego el área creció y se robusteció; finalmente, cuando me fui, tenía veinticuatro personas. No voy a negar que me dio pena salir de ahí, porque es una firma que me ha visto crecer y donde he forjado lazos importantes.
¿Cómo así fuiste a Damma?
Vine porque se interesaron en mi trabajo y me animó la idea de asumir este reto. Llegué con algunos abogados jóvenes que trabajaban conmigo, con la misión de crear el Área Legal. Me siento muy contento acá, porque puedo aplicar mi estilo y mi forma de trabajar.
¿Cómo es tu estilo?
El abogado suele ser un poco impersonal con los clientes y con sus propios colaboradores; yo soy muy amigo de todos, tanto trabajadores como clientes, y eso hace que todos nos sintamos cómodos trabajando juntos. El hecho de tener una relación amical con los colaboradores hace que todos asuman un compromiso con el trabajo, que haya un buen clima laboral, y también ayuda a que el cliente tenga la confianza de llamarme en cualquier momento para absolver cualquier duda. Por otro lado, me gusta darles trámite a los temas rápidamente, para que el cliente esté satisfecho. Muchas veces, el cliente no puede esperar que los temas pasen por muchos filtros o consultas, necesita respuestas rápidas y eso es lo que les damos en Damma. Para mí es fundamental dar un buen servicio y rápido. El hecho de tener un buen grupo humano, que tenga iniciativas y responsabilidades, es muy importante.
¿Cuáles son los temas más fuertes que ves en derecho laboral?
En general, el día a día de las empresas. La contratación de trabajadores, el pago de beneficios laborales, extinciones de vínculos laborales, negociación colectiva con sindicatos… todas las situaciones del día a día del cliente son nuestros temas de trabajo. Para nosotros es muy importante acompañar al cliente como un aliado, a fin de resolver todos sus problemas y que todo salga bien.
¿Cuáles son los temas laborales que consideras más complicados?
Los relacionados con organizaciones sindicales. En el Perú, el porcentaje de afiliación sindical es de seis por ciento, lo cual es muy poco, pero hay empresas en las que el sindicato es muy fuerte. Estos son los temas de mayor repercusión y relevancia, porque estos tienen una repercusión económica y de imagen importante para las empresas.
¿Cómo te describes como profesional?
Creo que, a diferencia de otros abogados, los laboralistas tenemos que tener mucha química con los clientes. Es imprescindible tener una cercanía con el cliente y ofrecerle lo necesario para que confíe en ti, como su aliado. Otras características importantes en esta especialidad son tener iniciativa y saber que la actuación de la entidad empleadora nunca va a ser perfecta, siempre habrá una contingencia y hay que asumirla. Es que el tema laboral en el Perú es como una mochila que nunca deja de cargarse. Un día te ponen un cuaderno, después un libro, luego una botella de agua, etcétera. Cada vez se incluyen más leyes y la empresa necesita estar al tanto de todo ello, y uno, como abogado, debe estar preparado para orientar a los clientes de la mejor manera.
¿Qué otros trabajos has tenido?
En algún momento de mi carrera estuve en el sector público, fui jefe del Gabinete de Asesores del ministro de Trabajo. Recuerdo que fue una experiencia muy interesante, pero estresante al mismo tiempo: no manejaba mi tiempo y hay que reconocer que en el Estado siempre surgen temas políticos que no siempre van de la mano con los técnicos. No me animaría a trabajar otra vez en el sector público, pero me parece muy importante que un abogado pase por ahí alguna vez. También tengo una historia en el fútbol. Fui miembro del directorio del club Sporting Cristal por muchos años y presidente de la Comisión de Justicia de la Federación Peruana de Fútbol.
¿Cómo te fue en tu época de estudiante en la Universidad de Lima?
Me fue muy bien, valoro mucho mi época de estudiante. Además, soy docente en la Universidad de Lima y en otras universidades, he enseñado en pregrado y en posgrado. Me gusta mucho ejercer la docencia. Cuando era estudiante, fui jefe de práctica de Beatriz Alva.