07 de Octubre de 2015
Prevención de la diabetes
Como parte de la misión del Departamento Médico de alentar un estilo de vida saludable entre los miembros de nuestra comunidad universitaria, el doctor José Luis Montoya disertó sobre la diabetes y su prevención el 2 de octubre en el Aula Magna A.
El doctor explicó que la enfermedad consiste en la incapacidad del páncreas de fabricar la cantidad necesaria de insulina para procesar el azúcar que debería servir de energía para las células, lo que genera acumulación de glucosa perjudicial para el cuerpo. De no tratarse a tiempo, estas complicaciones pueden llevar a ceguera, amputación de piernas e infartos cardiacos y cerebrales.
El doctor, además, recordó que la diabetes puede ser de dos tipos: tipo 1, cuando las defensas del cuerpo atacan a las células del páncreas, lo que le impide producir insulina (forma más común en niños y adolescentes); y tipo 2, usual en personas mayores de 40 años y con antecedentes familiares de la enfermedad. Las personas que padecen del segundo tipo suelen tener sobrepeso y mostrar síntomas ligeros durante mucho tiempo.
Algunos motivos para estar alerta pueden ser una constante necesidad de orinar, mucha hambre, sed y fatiga.
Teniendo en cuenta esto, algunas formas de prevención recomendadas por el doctor son las siguientes: llevar una buena alimentación, mantener una vida activa, manejar el estrés y hacerse una prueba de azúcar en la sangre con cierta regularidad.
Una de las preguntas de los asistentes fue si la alimentación vegetariana o vegana es buena para prevenir la diabetes, a lo que el doctor respondió que sí, al tratarse de un modo de vida saludable; sin embargo, precisó que debido al consumo de harinas y algunas predisposiciones genéticas sí es posible desarrollar la enfermedad. Añadió también que no hay problema alguno con las frutas dulces, siempre y cuando no se consuman en exceso. Otra duda fue acerca de qué tan recomendable es el consumo de edulcorantes naturales como la stevia. Según el doctor, no hay ningún problema en utilizarlos, siempre y cuando sean puros y no estén mezclados con azúcar, forma en la que son comercializados por algunas marcas.