A medida que las urbes se van transformando en ciudades inteligentes, la logística será una prioridad a la hora de planificar la ordenación territorial (diseño de edificios, optimización de rutas, distribución urbana de mercancías).
Una ciudad inteligente, desde el punto de vista de la logística y la movilidad, debe estar formada desde una plataforma tecnológica e integradora que genere indicadores e información orientados a mejorar la movilidad, que incremente la fluidez y minimice el impacto medioambiental.