22 de Abril de 2021
'Sushi' en casa
A fines del 2019, Carolina Campana y su esposo William Neyra vieron una oportunidad de negocio en Chimbote, con la venta de sushi por delivery. Tras investigar el mercado, lanzaron Sushi Top, marca bajo la cual venden también makis y algunos otros platos nikkei.
Carolina es ingeniera industrial por la Universidad de Lima y tiene planes de llevar su negocio a otras ciudades. En las siguientes líneas, nos comenta todos los detalles de su emprendimiento.
¿Qué tal aceptación ha tenido tu negocio de delivery de sushi?
Afortunadamente, desde un inicio tuvimos muy buena acogida y nuestras ventas crecieron rápidamente. A pesar de haber empezado el negocio en un mercado relativamente virgen en la ciudad, la aceptación de los clientes fue muy buena, y respondieron muy bien a nuestra estrategia de promoción en la que lanzamos varios combos desde un inicio.
¿Cómo era el mercado en Chimbote antes de que empieces tu negocio?
Antes de salir al mercado realizamos un estudio que nos sirvió para conocer el perfil de nuestro cliente objetivo y su interés en nuestro producto, a fin de evaluar a los competidores directos e indirectos y definir el precio que el cliente estaría dispuesto a pagar. Cuando decidimos entrar en este rubro en Chimbote, solo existían dos empresas que vendían sushi y trabajaban bajo el concepto de un restaurante. El término dark kitchen o cocina oculta era relativamente nuevo. Por ello decidimos emprender en base a este modelo: delivery al 100 % y haciendo las preparaciones en nuestra propia cocina. También partimos ofreciendo el servicio de catering de sushi para eventos, lo cual ninguna otra empresa en Chimbote ofrecía.
¿De qué manera promocionan Sushi Top?
Nuestro canal es B2C y hemos promocionado Sushi Top con fuerza a través de redes sociales, como Instagram, Facebook y WhatsApp Business. Sin embargo, consideramos que nuestro mejor marketing es el de boca a boca orgánico que generan nuestros clientes satisfechos cuando nos recomiendan. No pudimos emplear el marketing de influencia, ya que en Chimbote no contamos con influencers con gran engagement que pudieran beneficiar significativamente nuestra marca. Por otro lado, nuestra marca es muy visual. Desde un inicio priorizamos el branding y nos enfocamos mayormente en los dos únicos puntos de contacto de nuestra marca: el packaging y las redes sociales. Buscamos brindar una experiencia de unboxing llamativa con nuestros productos de alta calidad y con una excelente presentación.
¿Vendes diferentes tipos de sushi?, ¿makis también?
Esperamos poder lanzar pronto otros tipos de sushi, como nigiris, gunkan, sashimi, etcétera. Pero antes quisiéramos que nuestros clientes se familiaricen con la variedad que ofrecemos. Por ahora, tenemos 24 variedades de makis en nuestra carta, ya que, según los resultados de nuestro estudio de mercado, este producto era el que nuestro target conocía y consumía. También vendemos entradas como alitas, langostinos furai y banana fingers, y platos calientes como yakimeshi.
¿Cómo llegaron a las recetas que venden?
Yo soy ingeniera industrial y mi esposo administrador de empresas. Por ello, para lanzarnos a emprender en este negocio, decidimos estudiar y capacitarnos en comida nikkei, de la cual somos sumamente aficionados. Con esos estudios y con el asesoramiento de profesionales en el rubro de la gastronomía, logramos crear nuestros platos y variedades de makis. Vale recalcar que seguimos estudiando y capacitándonos para perfeccionarnos.
¿Cómo se han dividido las funciones tu esposo y tú dentro del negocio?
Yo me encargo de la logística, abastecimiento y del área comercial, y él se encarga de la administración y el área de producción. Ambos somos responsables de la elaboración de nuestras salsas, las cuales preparamos semanalmente.
¿Cómo piensan hacer crecer el negocio?
En un futuro quisiéramos tener más locales y abrir una planta de producción de salsas desde la cual podamos abastecer a todos. Pensamos crecer mediante una estandarización de procesos y capacitación de personal. Actualmente, somos un equipo de diez personas entre itamaes (cocineros de comida japonesa), ayudantes de cocina, empaquetadoras, cajeras, personal de atención al cliente y motorizados. Todos ellos son nuestro gran apoyo.
Tu negocio abrió a fines del 2019, ¿cómo superaste la cuarentena y la pandemia, en general?
Si bien cerramos por cuatro meses, eso nos dio tiempo para mudarnos a un local que funciona como dark kitchen y nos permite atender ya no solo los fines de semana, sino de lunes a sábados. Eso fue muy beneficioso para nuestro crecimiento, pues tuvimos incluso mayor acogida que la esperada. De hecho, nosotros comenzamos a vender desde nuestra casa, solo los fines de semana, pues ambos trabajábamos en otras empresas y no teníamos tiempo para atender más días a la semana. Tres meses después de iniciado el negocio, llegó la pandemia de la COVID-19 y tuvimos que cerrar por cuatro meses. En ese tiempo, evaluamos si queríamos seguir con esto y decidimos que sí. Entonces pasamos nuestro negocio a un dark kitchen y, con mucho esfuerzo, logramos equiparlo totalmente para continuar desde ahí y atender seis días a la semana.
¿A qué te dedicabas antes de hacer este negocio con tu esposo?
Trabajé por cuatro años en el área logística de una empresa familiar del rubro metalmecánica, donde aprendí muchísimo. Parte de ese aprendizaje lo aplico actualmente en Sushi Top. Tuve que decidir entre renunciar a mi trabajo como jefa de Logística para dedicarme a tiempo completo a mi negocio, el cual demandaba mucho tiempo y dedicación.
¿Qué logro podrías mencionar de tu carrera profesional?
Considero que, al día de hoy, tener mi propia empresa es mi logro, pues siempre fue mi sueño ser independiente. Aunque aún está en proceso de crecimiento, agradezco muchísimo la gran acogida que venimos teniendo en el corto tiempo. Además, me siento orgullosa de haber estudiado Ingeniería Industrial en la Universidad de Lima porque, al ser una carrera tan amplia, me permite comprender todos los aspectos de un negocio. Eso ayuda muchísimo al momento de formar una empresa. La Universidad de Lima es una de las mejores a nivel nacional. Valoro mucho la plana docente y los cursos que llevé, pues me ayudaron a sentar las bases de mi conocimiento y, gracias a ello, a crecer empresarialmente.