15 de Julio de 2019
Su vida es el karate
Competitiva, positiva, comprometida, alegre y responsable: Alessandra Vindrola es una de las karatecas que representarán al Perú en los Juegos Panamericanos que se desarrollarán en Lima. Ella comenzó a entrenar a los 9 años; ahora tiene 24 y en todo este tiempo ha brillado en innumerables campeonatos dentro y fuera del Perú. Estudió Marketing en la Universidad de Lima y actualmente trabaja en el área de ventas de Nike.
¿Cómo estás viviendo esta última etapa antes de los Panamericanos?
La preparación está muy fuerte. Estoy entrenando en doble turno, porque tuve que detenerme a causa de una lesión. Disfruto mucho los entrenamientos. Si bien los Panamericanos comienzan el 26 de julio, las pruebas de karate se han programado hacia el final, para el 10 y el 11 de agosto. Como esta competencia se va a realizar en Lima, estamos todos muy felices.
¿Cómo ves a la selección de karate?
La selección está reforzándose. En el último sudamericano, en mujeres, obtuvimos medallas en casi todos los pesos. Pero todavía hay trabajo por delante, todos nos estamos preparando muchísimo.
Seguramente conoces a tus rivales, porque las encuentras en diferentes campeonatos.
Sí, todas nos conocemos. En los últimos Panamericanos, de cinco peleas, conocía a cuatro de mis rivales. En la serie que ahora me toca, ya he peleado con tres de las cinco. La preparación que seguimos consiste también en estudiar a nuestros contrincantes, saber si suben los brazos o solo van a querer patear. Ya sé cómo pelean las personas a las que me enfrentaré y estoy preparándome para eso.
¿En qué especialidad compites?
En kumité, menos de 55 kilos. Kumité es un combate con oponente que exige tanto una preparación física como mental, mucha concentración y precisión al momento de ejecutar la técnica.
¿Cómo es tu entrenamiento, ahora que ya no estudias en la Universidad?
Casi igual que cuando estudiaba. Entreno desde temprano, de seis a ocho de la mañana, y después del trabajo entreno dos horas o una hora y media. Los sábados, solo una vez al día.
¿Dónde trabajas?
Trabajo en Nike, en el área de Planeamiento de Ventas. Lo bueno es que mi trabajo se relaciona con el deporte y el ambiente laboral es muy bonito. Es un rubro alineado conmigo, pues me encanta el deporte. Entré como practicante al terminar la Universidad y en el 2018 me contrataron.
Lo bueno es que te da tiempo para entrenar y trabajar.
Sí, puedo combinar ambas cosas. En el trabajo me apoyan mucho para el tema de viajes. Presento mi carta y me dan permiso para ausentarme. Claro que tengo que ser muy responsable con todo, porque una cosa es faltar al trabajo de manera programada y otra es cuando tu inasistencia compromete el desempeño de los demás.
¿Comenzaste a trabajar ni bien terminaste de estudiar?
No. Terminé la Universidad en el primer semestre de 2017 y decidí tomarme medio año sabático antes de ejercer mi profesión. Fue un descanso después de tanto tiempo de haber entrenado y estudiado intensamente.
Tu hermano también es uno de nuestros campeones de karate y tu mamá entrenó por un tiempo, ¿verdad?
Sí, mi hermano continúa entrenando. Los miércoles y sábados entreno con él, me pega muy fuerte y me obliga a sacar lo mejor de mí. Mi mamá entrenó una época, para entender nuestro deporte, pero ahora ya no, aunque a veces me ayuda a practicar mi reacción y velocidad, y hace algunas cosas que le pido.
¿Qué te llevó a interesarte por el karate?
Me interesó el karate por mi hermano Fabrizio. Lo acompañaba a entrenar, yo de nueve años y él tenía siete. Simplemente lo veía practicar y, como soy muy competitiva, no quería que él me ganara, así que le pedí a mi mamá que me inscribiera también. Comencé y no me fue tan mal, así que me afané y me gustó. Después empecé a competir.
¿Eres competitiva y esforzada en todo lo que haces?
Sí. Soy muy afanosa e intensa. Me gusta trabajar fuerte para conseguir algo. Cuando uno entrena, sigue y sigue esforzándose por conseguir que algo le salga bien o por mejorarlo, y no se detiene hasta lograrlo. Eso es lo que me impulsa a hacer las cosas, disfruto muchísimo ese proceso, no solo en el deporte, pues también fui así en la Universidad y así soy en todo ámbito.
¿Cómo te iba en la Universidad?
Me encantó mi carrera y me dio pena terminar, pues justo cuando me tocó irme se abrieron nuevos cursos que también me gustan. Me iba muy bien y siempre me han apoyado mucho todos los profesores, sobre todo cuando tenía que viajar por competencias, porque cambiaban las fechas de mis exámenes, me las adelantaban o atrasaban. En el deporte se viaja bastante para competir y uno tiene oportunidad de conocer varios países, algunos de ellos exóticos para mí, como Malasia, Indonesia y Egipto. En los últimos años he viajado bastante a Bolivia, y ya le cogí cariño a ese país.
¿Te ha gustado tu carrera?
Me gustó mucho, y todos los valores que me transmitió la Universidad. Me agradó la gente que conocí durante los estudios y también el equipo de karate de la Ulima, todos muy unidos, un lindo equipo que compartía un objetivo claro, conseguir que la Universidad campeonara. Por otro lado, los profesores eran muy buenos, tanto en lo académico como en lo personal. Me apoyaron y me enseñaron muy bien. A veces me encuentro con profesores en reuniones de trabajo y me siento muy orgullosa.
¿Qué planes tienes para después de los Panamericanos?
Dependiendo de mis resultados en esta competencia, posiblemente mi siguiente objetivo sean las Olimpiadas.