21 de Noviembre de 2018
Abogado Ulima es uno de los más influyentes en regulación financiera
Sergio Barboza Beraún es uno de los diez abogados más influyentes del Perú en regulación financiera según Chambers and Partners, y socio de uno de los estudios más grandes del mundo, DLA Piper Pizarro Botto & Escobar.
Estudió Derecho en la Universidad de Lima, donde ahora se desempeña como docente de la Maestría de Derecho Empresarial. Sus múltiples obligaciones y compromisos no le impiden disfrutar de su familia, menos ahora que ha nacido su tercer hijo.
Estás en la lista de los diez abogados más influyentes en regulación financiera de Chambers and Partners. ¿A qué lo atribuyes?
Desde la fundación de DLA Piper Pizarro Botto & Escobar, hemos tenido la oportunidad de participar activamente en la constitución de al menos tres bancos y tres compañías de seguros, así como en múltiples procesos de conversión, adquisición, venta o inversiones patrimoniales en intermediarios financieros. Son procesos complejos que demandan una asesoría legal integral, por lo que el reconocimiento de nuestra práctica se debe al compromiso de todas las áreas de práctica involucradas.
¿Por qué se caracteriza tu estudio?
En la industria de servicios legales podemos encontrar una infinidad de estudios locales, un número limitado de estudios internacionales y 3 o 4 estudios globales. DLA Piper es, probablemente, la firma global más grande del mundo en términos de facturación, número de abogados, oficinas y volumen de operaciones de fusiones y adquisiciones a nivel global. A la fecha, contamos con oficinas en más de 40 países, repartidas en América, Asia Pacífico, Europa, África y Oriente Medio. Dicho esto, el elemento diferenciador es la visión y presencia global de la firma.
¿Qué áreas del derecho atienden?
Trabajamos activamente en varios frentes. Por un lado, representamos a entidades financieras nacionales e internacionales o prestatarios en operaciones de finanzas corporativas. Por otro lado, participamos en procesos de formación, reorganización, adquisición, venta e integraciones corporativas de entidades financieras, de seguros, administradoras de fondos de pensiones, fondos de inversión, y en la estructuración de negocios de tecnología financiera (fintechs e insurtechs), que desde hace unos años están en constante ebullición. Estos dos frentes transaccionales los complementamos con asesoría cotidiana en cuestiones regulatorias a intermediarios financieros, a quienes en algunos casos los representamos ante las autoridades que supervisan la actividad financiera y de seguros en Perú.
¿Qué retos enfrentas día a día en tu trabajo?
A nivel del estudio, en un mercado tan competitivo y especializado como el de servicios legales, hoy no basta ser relevante localmente. El reto es tener una visión global. Desde un punto de vista personal, es importante mantener un equilibrio entre las diversas funciones de gestión y ejecutivas que un abogado puede asumir en el estudio, con clientes, gremios, en la docencia y sobre todo con la familia.
¿Cómo así te especializaste en banca y finanzas?
Inicié mis prácticas preprofesionales en el área procesal de un estudio de abogados y, sorpresivamente, recibí la invitación de Lucho Pizarro, socio responsable del área financiera del entonces Estudio Pizarro, para trabajar en su equipo. El liderazgo de Lucho y su pasión y creatividad para ejercer esta rama del derecho me persuadieron y fue así como, desde el año 1998, primero como practicante, luego como abogado asociado y finalmente como socios en el estudio que formamos, logramos consolidar esta área de práctica en el mercado.
¿Cuando eras estudiante de Derecho tenías claro que querías seguir esta especialidad?
Sí. Estudié Derecho en la década de los noventa, en un contexto en el que se produjeron profundas reformas para lograr la estabilización macroeconómica, la desregulación de mercados, la privatización de grandes empresas públicas, entre otras. Naturalmente, el derecho financiero no era ajeno a estos cambios.
¿Cuál otra especialidad te habría gustado?
En este nuevo entorno empresarial de startups, pienso que también me habría gustado especializarme en asuntos legales vinculados al sector de tecnología. El uso de tecnologías y, en particular la inteligencia artificial, serán componentes indispensables en la prestación de servicios legales.
¿En qué otros lugares has trabajado anteriormente?
En el año 2008, cuando realizaba la Maestría en Derecho en Georgetown University, tuve la oportunidad de realizar una pasantía en la división de Operaciones sin Garantía Soberana del Banco Interamericano de Desarrollo, en Washington. Anteriormente trabajé como abogado asociado en el Estudio Muñiz, en el área de derecho financiero.
¿Practicas algún pasatiempo?
Con el nacimiento de mi tercer hijo, por ahora solo puedo aspirar a tener tiempo para mi familia.
Tu hermano también es abogado. ¿Provienes de una familia de abogados?
Salvo mi padre y uno de mis hermanos, que son médicos, mis otros dos hermanos también son abogados. Mi abuelo y un hermano de mi padre fueron notarios, de modo que la abogacía está en el ADN de mi familia.
¿Cómo ves a la Universidad de Lima?
Como una universidad líder, tanto en pregrado como en posgrado. Los abogados formados en la Ulima tienen una visión empresarial muy marcada, que difícilmente encuentras en otras casas de estudios.