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Leer en comunidad
El Centro Cultural de la Universidad de Lima llevó a cabo el Encuentro Literario “Leer en comunidad. La experiencia de los clubes de lectura y de las lecturas conjuntas”, el pasado 5 de octubre. El evento se realizó como parte de las actividades de Encuentro Literario, un espacio dedicado a la difusión de la literatura hispanoamericana, organizado por el Centro Cultural y el Programa de Estudios Generales, con el apoyo de la Biblioteca de la Universidad de Lima.
La conversación fue conducida por Julio Gabriel Paz, productor artístico del Centro Cultural. Los ponentes fueron jóvenes fundadores de clubes de lectura de diferentes países: Emir Ibáñez (Espanglishing Book Club, Argentina), Claudia Pastor (Mis Ganas de Leer, Perú), David Bernal (Los Mil y Un Libros, México), Luis Miguel Mesa (El Estante Literario, Colombia) y Elizabeth Gonzales (Club de Lectura Sinopsis, Perú).
La primera pregunta que planteó Julio Gabriel fue qué motiva a las personas a leer en comunidad. Elizabeth Gonzales contestó que es “la necesidad de compartir las emociones que puede generar una historia e identificar que esas emociones no solo las experimentas tú, sino también otras personas. Básicamente es el poder compartir”.
Sobre el valor que supone conocer diferentes versiones o interpretaciones de un mismo texto, Luis Miguel Mesa expresó que “ahora, con internet, y sobre todo por la pandemia, nos dimos cuenta de lo interesante que es compartir la lectura y conocer diferentes opiniones de un tema”.
Pero leer en comunidad implica un reto: generar una comunidad de lectores y darle continuidad. Al respecto, David Bernal comentó que, en su caso, darle continuidad a su grupo depende de una corazonada, de pensar que un libro va a enganchar a la gente. Además, “nosotros, como expositores, debemos tener carisma y facilidad de palabra”.
Por su parte, Emir Ibáñez comentó que, para hacer las cosas más dinámicas, hay que moverse mucho, no quedarse en el mismo autor ni en el mismo género ni en los mismos tópicos. “En mi club de lectura leemos libros escritos en inglés por personas latinas que viven en el extranjero, y tengo el punto en contra de que, por lo general, se tienden a abordar los mismos tópicos una y otra vez: la experiencia de la migración, cómo manejarse en dos idiomas, etc. Dentro de eso, trato de buscar cosas diferentes”, añadió Emir.
Por otro lado, Claudia Pastor comentó que ha empezado una campaña denominada “Un peruano en julio”, que promueve la lectura de libros peruanos en ese mes. Para ella, tener la comunidad en Instagram y Facebook fue una experiencia única, la volvió una lectora distinta, con una lista interminable de lecturas pendientes. Muchas de esas fueron de autores latinoamericanos. “Pero me di cuenta de que se veían muy pocos autores peruanos en el extranjero, así que traté de difundir y hacer conocidos a nuestros autores”. Manifestó, además, que la lectura en grupo puede formar lectores. “A mi club de lectura van muchos chicos a los que no les gusta leer y quieren ver si un espacio como este es el que necesitan para sentir un impulso para leer”.
El libro adecuado
A continuación, Julio Gabriel les preguntó cómo escogen el libro adecuado para este tipo de actividades. Luis Miguel contestó: “Yo llevo un año con mi club y creo que es poco tiempo para saber si hay una fórmula mágica para que a los participantes les guste. Uno tiene que leer los libros que piensa que van a ser del agrado del grupo. Pero, claro, de todas formas, es un riesgo”.
Este año, Luis Miguel ha hecho unas votaciones para que los miembros del grupo elijan libros. Él escoge primero unos cinco textos, dentro de los cuales hay unos que le gustan más que otros, y, a partir de ahí, los participantes del grupo deciden.
También comentaron acerca de las ventajas de la virtualidad. Elizabeth manifestó que ahora se ha dado la oportunidad de llegar a más personas. “En algunas reuniones se han unido lectores de otros países y de varias provincias del país, lo cual antes no era posible, pero ha sido bonito compartir con ellos”.
David declaró que a él le gustaría mucho tener un club presencial, pero que a mucha gente le tomaría demasiado tiempo llegar hasta su casa y por eso tal vez no funcione. “La virtualidad me ha facilitado mucho la realización del club”.
Por su parte, David Bernal expresó que es interesante dar el mensaje de que la lectura no es una cuestión difícil, que los libros no son sagrados y que con los clubes volvemos la lectura un hecho social e interactivo.
Finalmente, a quienes les cuesta leer en comunidad, Luis les aconseja que lo vean como un viaje al que van acompañados y por eso mismo encuentran muy interesante el viaje, pues conocen lugares juntos y comentan sus puntos de vista: “Cuando uno hace las cosas con alguien, se hace todo muy especial. Y, además, en nuestros clubes no se pierde la experiencia única de leer en solitario”.