Sabemos que el juez constituye la figura esencial en la administración de justicia, pero es, a su vez, un personaje desacreditado en dicha tarea, máxime en nuestro medio actual. De ello da cuenta, con abrumadora evidencia, la narrativa nacional. No obstante, también asoma, en el imaginario colectivo de novelas y cuentos, la figura del juez honesto y limpio que llega en ocasiones incluso al romanticismo. Esta investigación se propone testimoniar ambas vertientes literarias.