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Negocios globales y sostenibles: el caso de Unilever
Reducir el calentamiento global producido por los gases de efecto invernadero es uno de los grandes desafíos que tenemos hacia el futuro, así como hacer frente a la agudización de la desigualdad económica y al pobre acceso a derechos básicos en ciertas zonas del mundo. Por ello, empresas como Unilever han adaptado sus métodos de producción a unos principios que contemplen la preservación del mundo y la calidad de vida de las personas. Sobre cómo enfoca Unilever estos retos, el gerente de Sustentabilidad de Unilever para el Cono Sur (división encargada de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay y Perú), Pablo Lacasia, expuso en la conferencia “Sustentabilidad como base del modelo de negocio global de Unilever”, organizada por la Carrera de Marketing de la Universidad de Lima el 1 de octubre en el Aula Magna B.
Pablo Lacasia enfocó su atención en acciones concretas de Unilever para atender los problemas arriba mencionados. Por ejemplo, las campañas de lavado de manos que la marca de jabones Lifebuoy llevó a cabo en países en vías de desarrollo. La concientización acerca de esa acción tan básica, afirmó, ha salvado a aldeas enteras, cuyos habitantes sufrían constantemente de enfermedades, sobre todo estomacales, que terminaban acabando con la vida de muchas personas.
Lacasia recordó también el caso de las mujeres kenianas que recolectan el té para su marca Lipton. Ellas, durante mucho tiempo, trabajaron en condiciones terribles, así que la multinacional decidió exigirles a sus proveedores que cumplieran estándares mínimos de derechos humanos. Esto vino de la mano con capacitación a cientos de miles de trabajadores y agricultores alrededor del mundo vinculados a la cadena productiva de la empresa.
Con estas acciones, Lacasia dijo que la propuesta de Unilever “no es floro”. Es más, aseguró que, aunque a muchas compañías les cueste implementar procesos de sustentabilidad y no la entiendan del todo, “dentro de pocos años todas serán sustentables, quieran o no”. Esto porque, aunque no lo parezca inicialmente, “la sustentabilidad es negocio”. Al menos así lo demuestran los reportes de la empresa, que arrojan que sus marcas sustentables crecen al doble de velocidad que las restantes y, además, representan el 50 % del crecimiento de toda la compañía.
Lacasia comentó que esto fue posible porque tomaron en cuenta que los usuarios no quieren cambiar sus hábitos ni pagar más por los productos que consumen. Lo que había que hacer era cambiar el modo de producción de los mismos. Además, según él, Unilever logró esto definiendo con claridad sus metas y asegurándose de que pudieran ser medibles en el tiempo. Como parte de este enfoque, la empresa publicó en junio de este año un reporte de derechos humanos medido por una institución externa, algo inédito para este tipo de compañías. Muchas organizaciones internacionales, asegura, ya buscan reproducir esta experiencia.
Para Lacasia, los desafíos están bien identificados y hace falta que empresas privadas, estados, organizaciones no gubernamentales y ciudadanos se unan para superar los obstáculos sociales y ambientales. Sin embargo, no dudó en sentenciar que “no hubo un mejor momento en la historia para construir un futuro mejor”.
El auditorio albergó a alumnos de la universidad, público externo y 19 estudiantes de la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá, Colombia, quienes visitan nuestro campus como parte de un acuerdo de intercambio llevado a cabo con la ayuda de la Cámara de Comercio e Integración Colombo-Peruana (ColPerú).