Universidad de Lima

La impresión 3D cada día da más que hablar debido a la sofisticación de las tecnologías relacionadas con ella y también a la mejora de los materiales involucrados en el proceso, lo que ha permitido que sus aplicaciones sean cada vez más amplias y que los fabricantes recurran a ella para muchos de sus procesos. Para profundizar en este tema llegaron al Auditorio S de la Universidad de Lima, desde Chile e Israel, respectivamente, Esteban Ruiz-Tagle, especialista en preventa y aplicaciones para América Latina de Stratasys, y Nadav Sella, director de herramientas de fabricación de Stratasys. Ambos estuvieron al frente del Seminario de Impresión 3D para la Industria del Plástico, que fue organizado por la Carrera de Ingeniería Industrial.

Todas las dimensiones de la impresión 3D

El primero en participar fue Esteban Ruiz-Tagle, quien puntualizó que la impresión 3D básicamente se trata de cómo pasar un modelo de la pantalla directamente a la fabricación en una máquina de impresión 3D a la mano, destacándola como una nueva técnica de fabricación. Y luego habló de Stratasys, a la que definió como la compañía líder en este momento en el mercado de la impresión en 3D, pues posee la mayor base de máquinas instaladas a nivel global y hace muchos años viene desarrollando esta tecnología.

El ponente destacó sobre todo dos tecnologías que trabaja esta empresa, la de filamento y la de resina, enfatizando que esta última viene desarrollando aplicaciones bastante interesantes en el moldeado de plásticos. También comentó que sus clientes van desde pequeños emprendimientos hasta compañías grandes, ya que la impresión en 3D no solo permite hacer modelos conceptuales sino también prototipos funcionales, gracias a los materiales con los que trabaja la compañía. “Materiales durables, resistentes a temperatura e impactos, que permiten fabricar partes y piezas de uso final”, sentenció.

Además, el especialista describió el proceso de la impresión 3D:

“La resina viene en un cartucho y se inyecta directamente, a través de unos cabezales, por 8 placas con 98 nanoperforaciones. Se inyecta como si fuera una tinta. Las resinas se pueden combinar y lograr resultados variados en un mismo proceso de impresión: distintos colores, rigidez, flexibilidad, transparencia o la combinación de todas esas características”.

Finalmente, aseguró que “la tecnología multimaterial color es la más avanzada que tenemos hoy día, se emplea para lograr el máximo realismo de los productos, no solamente en funcionalidad y estética, sino también en la visualización”.

3D, tres tipos de clientes

A su turno, Nadav Sella mencionó que el objetivo de la impresión 3D no es competir con los procesos tradicionales de fabricación, ya que hay límites en la aplicación. Aseguró que podían trabajar con plásticos que se moldean hasta 300 grados Celsius, lo que abarca la mayoría de los plásticos que hoy día se moldean en general, pero limitados a ciertos tamaños y velocidades, sin producir grandes tirajes; aunque sí pueden enfrentar proyectos en donde los volúmenes son bajos y los costos prohibitivos.

Luego se refirió a los distintos tipos de clientes que recurren a esta tecnología y sus diversas necesidades. En primer lugar se encuentran aquellos que no necesariamente pueden probar un producto final con los materiales que tienen disponibles para imprimir, así que en ese caso imprimen los moldes para inyectar muestras en el material definitivo y hacer los ensayos para asegurarse de que lo que van a fabricar vaya a funcionar. En segundo lugar están aquellos clientes que buscan elegir cuál es el material ideal para un mismo diseño, así que imprimen cavidades para inyectar distintos tipos de plásticos y luego de eso obtener cuál es el material más adecuado para el producto que van a fabricar. Finalmente, trabajan con clientes que realmente resuelven el problema de la producción de bajo volumen; ellos no solamente hacen ensayos sino que fabrican hasta 500 piezas como una serie corta, con la ventaja que representa hacer estas cavidades más rápido y con menos presupuesto.