Universidad de Lima

A pesar de que nuestros fundamentos fiscales son sólidos en comparación con otros países de la región, estos han experimentado un deterioro en los últimos años, al punto de no haber cumplido con la regla fiscal en 2023. Esta fue la principal conclusión a la que llegaron José Luis Nolazco, investigador del Observatorio Económico, Financiero y Social de la Universidad de Lima, y William Sánchez Tapia, jefe de Análisis Macroeconómico del Consejo Fiscal del Perú, durante la conferencia “Perspectivas fiscales para la región y el Perú”.

Durante el evento, organizado por la Carrera de Economía de la Facultad de Ciencias Empresariales y Económicas de nuestra Casa de Estudios, los expertos señalaron que la regla fiscal establece metas sobre el balance fiscal de acuerdo con el nivel de deuda pública. Una vez cumplidas o no, las principales agencias de calificación de riesgo (Moody's, Fitch y S&P) determinan el grado de inversión que tiene el país. En el Perú, la regla fiscal dictaba que el déficit del sector público no financiero no debería ser mayor a 2,4 %, 2 %, 1,5 % y 1 % del PBI en los años 2023, 2024, 2025 y 2026, respectivamente. Sin embargo, para el 2023, el déficit fiscal alcanzó un 2,8 %.

Ante esta situación, y con la alta probabilidad de volver a incumplirla en 2024, el Ministerio de Economía y Finanzas ha propuesto recientemente un proceso de consolidación fiscal, que implica adoptar una trayectoria fiscal más gradual.

Los expositores afirmaron que, aunque el contexto macroeconómico, tanto externo como local, es relativamente favorable, existe un conjunto de riesgos latentes que podría influir en la sostenibilidad fiscal.

Entre las principales amenazas, reconocieron los riesgos de menor crecimiento mundial, en un contexto de tensiones por conflictos internacionales; los riesgos de altas tasas de inflación, que significaría el mantenimiento elevado de las tasas de los bancos centrales; y la posibilidad de que se presenten condiciones climáticas adversas en algunos países de la región.