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App para gestión de camas y casos de pacientes COVID: un trabajo colaborativo entre el Hospital Cayetano Heredia y la Ulima
La Universidad de Lima desarrolló una aplicación que, desde julio de este año, ayuda al Hospital Cayetano Heredia a gestionar las camas UCI para pacientes COVID, a manejar la información sobre la evolución de su enfermedad y a conocer su ubicación dentro de las diferentes áreas de hospitalización en tiempo real. Los médicos del mencionado centro de salud sostienen que se trata de un aplicativo único, de gran utilidad, y que les ayuda a tomar decisiones que tienen implicaciones éticas y morales.
La motivación del proyecto
Desde que se inició la pandemia en nuestro país, en marzo del 2020, y con el desborde de pacientes COVID en los centros de salud, los médicos se enfrentaron a un reto enorme. Además de su afán de salvar vidas, al tiempo que ponían las suyas en peligro, debían enfrentarse al dilema ético y moral de decidir quién ocupaba una cama UCI, durante la primera y la segunda olas.
“Teníamos serios problemas para ubicar a los pacientes en diversas áreas. No contábamos con la experiencia necesaria, nadie la tenía. Los hospitales tuvieron que reasignar espacios para los pacientes que iban llegando para atenderse, cada uno con un cuadro de diferente intensidad. La situación era crítica. De la noche a la mañana, los pacientes requerían un aporte mayor de oxígeno y pasar a una unidad de atenciones especiales, de cuidados críticos o intensivos”, recuerda el doctor Juan Carlos Quispe, director general del Hospital Cayetano Heredia.
En medio de esa situación, el doctor Quispe sostuvo una conversación con el doctor Raúl Acosta, jefe del Departamento Médico de la Universidad de Lima. En esta reunión, el doctor Acosta sugirió la posibilidad de que la Ulima desarrollara un software que funcionara como un gestor de camas y ayudase a ubicar a los pacientes en tiempo real, considerando que se les trasladaba con mucha rapidez de un área a otra dentro de la zona de hospitalización.
Manos a la obra
Con el objetivo claro, se llevó a cabo una reunión entre las autoridades del Hospital Cayetano Heredia y el equipo tecnológico de la Universidad Lima, que “captó nuestras necesidades rápidamente y desarrolló el software con una velocidad increíble”, enfatiza el doctor Quispe.
El resultado fue un sistema de información a la medida. Se emplea desde que el paciente ingresa al hospital y es evaluado por problemas respiratorios. A partir de ahí, se le abre una historia que se carga en la nube y es accesible para los médicos. Se ingresan los parámetros del paciente y el algoritmo ofrece un puntaje. De acuerdo con este, se determina si el paciente es candidato a una cama UCI o a otro sector del área de hospitalización.
La doctora Mónica Meza García definió el puntaje, las características y las variables con los cuales se cargó el sistema informático. De esta manera, el software entrega un score que ayuda a los médicos a definir quiénes pasan a una cama de atención especial y quiénes pueden esperar.
El software creado por la Universidad de Lima es un sistema de soporte de decisiones clínicas. Ayuda al médico a tomar decisiones al momento, a partir de las historias clínicas informatizadas.
Debido a que en los picos de la pandemia las camas fueron un bien escaso y –como indican los médicos del Hospital Cayetano Heredia– en ocasiones hubo 10 a 12 pacientes por cama, la aplicación ofrece información que ayuda a tomar una decisión de asignación de cama objetiva. “Nos permite tomar decisiones con mayor tranquilidad. La escala que elaboró la doctora Meza incluye datos como la edad del paciente, el tiempo de la enfermedad, el nivel de saturación de oxígeno, enfermedades y factores de riesgo, entre otros datos”, menciona el doctor Acosta.
Asimismo, “a través la aplicación, el personal de salud de los diferentes turnos tiene conocimiento de la evolución del paciente y les sirve de apoyo para realizar el seguimiento diario, para conocer el estado y ubicación de cada paciente”, señala Carlos Orellano, médico del Hospital Cayetano Heredia.
Además menciona que el aplicativo es versátil, ofrece una buena experiencia al usuario. Su uso se podría extrapolar a otras situaciones de pandemias o epidemias, incluso en áreas no COVID. Y no solo sirve para la parte médica, también permite manejar información para la parte administrativa del hospital. Por ejemplo, ayuda a ver la cobertura de los seguros, la hospitalización, el alta y todo en tiempo real.
“La debilidad del software que manejábamos en el hospital es que era de escritorio, no puede ser desplegado vía web por limitaciones tecnológicas y de recurso humano informático. En cambio, al software de la Universidad de Lima se accede vía web y desde cualquier dispositivo, sea de escritorio, laptop o móvil; esa es una gran ventaja”, refiere el doctor Orellana.
Como anécdota, comenta que una vez se interrumpió la señal de internet en el hospital, lo cual acarreó serias complicaciones. Sin sistema, no se puede abrir la atención al paciente, puesto que se conecta con el Reniec y con la compañía aseguradora. Sin embargo, el aplicativo Ulima “sirvió para continuar registrando a los pacientes, ya que los médicos sí tenían servicio de internet en sus teléfonos celulares. De manera que se podría decir que esa es una propiedad más del aplicativo”, manifiesta el doctor Orellano.
Apoyo total
Desarrollar este software ha demandado un trabajo intenso por parte de los equipos del Hospital Cayetano Heredia y la Universidad de Lima. En las diferentes reuniones realizadas se han explicado las necesidades de la parte médica, se han hecho pruebas y ajustes a partir de lo que los médicos, como usuarios, solicitaban. Tras un proceso de un mes y medio, en julio se empezó a utilizar el software.
Por el lado de la Universidad de Lima, en este proyecto ha participado un grupo importante de personas, “empezando por las más altas autoridades universitarias, quienes, al tomar conocimiento de esta necesidad del Hospital Cayetano Heredia, no dudaron en brindar el apoyo institucional con recursos económicos y recursos humanos”, expresa Fernando Kato, director de la Dirección Universitaria de Informática y Sistemas (DUIS) de la Universidad de Lima.
Sin la decisión institucional, este proyecto no hubiera salido adelante. Como tampoco sin el gran trabajo y compromiso del personal técnico, que se dedicó al objetivo incansablemente, incluso en sus tiempos libres.
Por su parte, Nadia Rodríguez, directora de la Carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad de Lima, siente la satisfacción de haber unido a grandes personas y grandes mentes para lograr este resultado. “Cuando el doctor Acosta nos comentó la necesidad del hospital, conversamos con Fernando Kato para ver la posibilidad de apoyar. Ambos somos miembros del Comité de Emergencia Ulima y llevamos la solicitud a nuestras autoridades, quienes de inmediato nos pidieron que apoyemos en todo lo posible al hospital”, recuerda la directora.
Finalmente, la solución provino del área de Fernando Calderón, IT and Innovation Project Manager; y Diego Reyes, analista Oracle PeopleSoft, quienes participaron en la creación de la aplicación como parte del equipo de la DUIS.
Decisiones justas
Cabe indicar que el software ha sido de utilidad también para definir un tema de responsabilidad médico-legal. Ocurrió un caso de un paciente con COVID-19, quien, trágicamente, falleció en el hospital. La familia presentó una queja, porque su familiar no accedió a una sala de cuidados especiales. Las autoridades de salud investigaron el caso, y la forma de demostrar la idoneidad de la decisión médica, en un momento en que todas las camas estaban copadas, fue mediante el aplicativo. “Se logró demostrar que otro paciente cumplía con todos los requisitos y que fue una elección técnica, no al azar ni por preferencias”, expresó el doctor Acosta.
Tanto en la primera ola como en la segunda, vivimos momentos extremadamente críticos. Las camas de los hospitales se convirtieron en bienes sumamente valiosos. La lista de espera para una sala UCI llegó a 25 pacientes por cama. “En situaciones así se valora mucho una aplicación como esta. El caso del paciente fallecido se convirtió en un tema legal, y la única evidencia de la lista de espera que teníamos fue este software”, remarca el doctor Quispe.
Luego de ver los resultados obtenidos en el Hospital Cayetano Heredia, el doctor Quispe opina que esta herramienta podría adoptarse en diferentes nosocomios.
La tecnología
Sobre los aspectos tecnológicos, Fernando Kato señala que “es importante compartir esta experiencia técnica, que se ha implementado de manera muy rápida, en tan solo mes y medio, y ha cosechado resultados casi inmediatamente”.
Ello se debe a una serie de factores. En primer lugar, menciona la estrategia de tecnología que se empleó, basada en el uso de plataformas y servicios en la nube, lo que se conoce como software as a service.
“En este caso, identificamos que la plataforma que mejor calzaba para atender este requerimiento era un CRM, que es un software de gestión de relaciones con clientes. Dedicamos el tiempo, más que nada, a entender el problema y empezar a desarrollar e implementar la herramienta. Esa es la facilidad que dan las plataformas ya disponibles en la nube”, indica Kato.
La estrategia de utilizar este tipo de servicios y plataformas permite enfocar y concentrar el trabajo en las cosas realmente importantes: entender los problemas e implementar la solución, casi de manera inmediata. “Considero que ese fue un factor clave para lograr estos resultados”, remarca Kato.
El esfuerzo conjunto
“Hemos percibido no solo la sensibilidad del equipo técnico y los directivos de la Universidad de Lima, también apreciamos el nivel tecnológico que son capaces de manejar”, declara el doctor Quispe.
Finalmente, manifiesta su agradecimiento a todo el equipo, tanto del Hospital Cayetano Heredia como de la Universidad de Lima, que hizo posible el aplicativo. Es un esfuerzo compartido que incluye a los médicos asistentes, que realizaron el llenado de información del aplicativo, lo cual no fue sencillo, considerando que había que atender a los pacientes.
El proyecto no fue fácil, pero los resultados valieron el esfuerzo de ambas instituciones. Supuso un reto para todos y, ahora, solo queda aprovechar los beneficios y, cómo no, pensar en posibles mejoras.