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Cautivado por la publicidad
En los años ochenta no había internet ni se soñaba con teléfonos celulares. La televisión reunía a toda la familia para ver series, novelas y noticieros. Por supuesto, para ver anuncios comerciales también. Fue en esa época que Luis Delgado desarrolló un vínculo especial con la publicidad, cargado de admiración y curiosidad.
Si bien tuvo dudas vocacionales en algún momento, una vez en la Carrera de Comunicación de la Universidad de Lima tuvo la seguridad de que ese era su camino profesional. Hoy es director general de la agencia Arena y nos comenta algunos episodios de su vida profesional, así como la forma en que trabaja en plena pandemia de COVID-19.
¿Qué cambios personales y profesionales has tenido desde que comenzó la emergencia sanitaria?
Personalmente, estoy llevando muy bien esta etapa. Me he adaptado rápidamente a trabajar desde casa y a conectarme, a través de la computadora, con clientes y con las personas de la agencia. Eventualmente, nosotros hacíamos reuniones de manera virtual, pero ahora eso se ha convertido en una práctica cotidiana. Por otro lado, trato de hacer ejercicios. Hasta hace poco desde mi casa, pero ya que está permitido salir para practicar deporte, entonces salgo y me ejercito aproximadamente una hora. También me mantengo en contacto con los amigos y la familia, lo cual es muy importante.
¿Cómo está tu carga de trabajo en este momento?
Trabajo es lo que nos ha sobrado. Hemos participado en dos licitaciones locales, por una cuenta de La Positiva Seguros y por otra cuenta del Banco Pichincha. También participamos en otra licitación a nivel regional, de Mercado Libre. Además, hemos estado organizando el onboarding de una cuenta creativa de Gildemeister que comercializa marcas de autos y camiones. Ya teníamos la cuenta de redes sociales y de medios de ese cliente, ahora también estaremos en la parte creativa. Incluso hemos asumido una cuenta nueva, de Goodyear, para servicios de contenido digital. Esto, además de todo lo cotidiano, que es montar propuestas de comunicación para clientes nuevos.
¿Qué te parece difícil en esta etapa?
Lo más complicado en este contexto es llevar a cabo la gestión comercial. Es difícil prospectar clientes en estas condiciones, porque nos comunicamos a través de una pantalla. Al hacerlo cara a cara es más fácil, sobre todo porque captas las sensaciones del momento. Por otro lado, a veces hay imprevistos que dependen de los aparatos tecnológicos y de la conexión a internet, y sucede que en ocasiones el video se deja de ver. Ese tipo de interrupciones se puede controlar mucho mejor en persona. Nos hemos adaptado a esta realidad, pero sin duda hay cosas que se hacen mejor en persona.
¿Qué es lo más importante en tu día a día?
Dos conceptos son los más importantes: happy client y new business. Mantener al cliente contento implica una serie de iniciativas, como negociación, conseguir nuevos negocios, gestión comercial, hacer presentaciones y entender cuáles son los puntos de dolor de los clientes para darles una propuesta. No se trata únicamente de presentar credenciales, hay que demostrar capacidades.
¿Podrías comentar cómo ha sido tu carrera en Havas?
Estoy en la agencia desde el 2013, en el grupo Havas desde el 2003. Comencé manejando la cuenta de Backus, desde la parte de estrategia e innovación. Luego participamos en una licitación regional para Telefónica y la ganamos, lo que provocó que se abriera una nueva agencia en el grupo, Forward Media. Yo pasé a trabajar ahí para ocuparme del manejo de la cuenta de Telefónica desde la parte de estrategia. Estuve un buen tiempo ahí y, de manera transversal, me encargué de ser cabeza de estrategia para todo el grupo. Luego fui director general de la operación creativa, el año pasado y, debido la emergencia sanitaria, se reestructuró la agencia. Como consecuencia, ahora soy cabeza de Arena Havas.
¿Cuál crees que es tu principal logro?
Me voy a poner un poco filosófico, pero aparte de mi familia, un logro que he conseguido en mi vida profesional es poder vivir de lo que me gusta y disfrutar haciéndolo. Además, considero que es muy importante haber conocido a gente muy talentosa y haber hecho muy buenos amigos. Me siento muy contento por eso. También ha sido muy satisfactorio e importante en mi carrera haber podido trabajar con marcas increíbles, desde que trabajé en Publicis y ahora en Havas. He tenido posiciones clave, donde he acumulado experiencia y eso me ha llevado a forjarme esta posición laboral.
¿Siempre estuviste seguro de ser publicista?
En realidad, no. Cuando era chico quería ser futbolista, pero también me gustaba mucho ver los comerciales de televisión. Soy ochentero, la televisión era lo máximo en esa época, y siempre me generó mucha curiosidad cómo grabarían los comerciales y toda la producción. Cuando ingresé a la Universidad, pensé que podía seguir Administración, pero también me interesaba Comunicación. En esta última, pensaba que podía especializarme en Periodismo, porque quería una actividad que me vinculara al fútbol, y se me ocurría que podía especializarme en deportes. Por otro lado, estaba la especialidad de Publicidad, la cual me motivaba básicamente por los comerciales de televisión. Finalmente, me di cuenta de que mi camino estaba en la publicidad, definitivamente. Me encanta la publicidad, la disfruto muchísimo. No todo el día me dedico a la publicidad, porque mis obligaciones me llevan a realizar diversas labores, pero en general disfruto muchísimo mi trabajo.
¿Y qué fue del fútbol?
El fútbol quedó como una práctica amateur, que practico hasta el día de hoy, porque me encanta. Me gusta jugar y también consumir los contenidos alrededor de este deporte, es mi pasatiempo predilecto. Jugué fútbol también en la Universidad, por un tiempo corto. Los dos primeros años me dediqué a tiempo completo a la Universidad, así que ahí jugué fútbol. Después mis padres me pidieron que trabajase y así lo hice, en un emprendimiento familiar. Trabajaba en las mañanas y estudiaba en las tardes y las noches. Ese ritmo no me dejaba mucho tiempo para participar en otras actividades. Seguí ahí unos años después de haber acabado mi carrera.
¿Qué otros trabajos has tenido?
Luego trabajé en un banco y pasé por las áreas de Inteligencia Comercial y Marketing. Después de eso entré a Publicis, que era la agencia más grande entre los años 2000 y 2010. Fue ahí que entendí que el mundo estaba cambiando hacia lo digital. Todo lo que era digital estaba evolucionando muy rápido y yo quería explorar lo digital. Así llegué a Arena, la primera agencia donde me tocó trabajar desde que llegué a Havas, por eso le tengo un cariño especial. Ahora mi objetivo es contribuir a que siga creciendo y que las personas encuentren aquí un espacio para desarrollarse como publicistas y enaltecer la profesión.
¿Qué te pareció la Universidad de Lima?
Lo que más valoro de la Universidad de Lima es que me permitió descubrir mi vocación como publicista. Yo era un chico con algunas dudas, al que le encantaba el fútbol, y la Universidad me ayudó a encaminarme, me dio ideas, me abrió la mente. Tuve profesores que recuerdo hasta el día de hoy y, además, hice amigos muy buenos para toda la vida, con quienes me comunico todavía.