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Presentan proyectos de recursos sostenibles en Charla Verde
Anualmente, se desforestan 150.000 hectáreas de bosque. Es una realidad que nos afecta mucho; por ello, existen proyectos sostenibles que buscan revertirla. En ese sentido, el 27 de septiembre se llevó a cabo, en el Auditorio S, la Charla Verde “Gestión sostenible de recursos de la Amazonía”, organizada por el Centro de Estudios para el Desarrollo Sostenible (CEDS), en la que se presentaron dos casos llevados adelante por miembros de la comunidad Ulima, que involucraron la fabricación de viviendas sostenibles y la elaboración de caucho natural.
Las arquitectas Ofelia Vera y Michelle Prutschi, docentes de la Carrera de Arquitectura y asesoras del Círculo de Estudios de Arquitectura Sostenible (CEAS), presentaron el caso de las viviendas en Alto Camonashari, en Satipo. “¿Por qué Alto Camonashari? Porque la ONG ya los había contactado dos años atrás. Uno no puede venir y proponer una estructura de la nada, que se construya sin saber las costumbres de quienes viven allí, porque así ellos prácticamente no la sentirán suya; ahí radica la apropiación de la arquitectura”, dijo Ofelia Vera. Los pobladores de esta zona emplean la palma de camona para construir sus techos. Pero, debido a que este material se debilita ante las lluvias y los vientos y se pudre en corto tiempo, se ven obligados a reemplazar sus viviendas cada dos años. El problema es que la palma de camona, aunque abundante allí, se regenera cada diez años, por lo que la zona se estaba deforestando.
Michelle Prutschi viajó a Satipo, tomó medidas y explicó a los pobladores cómo se iba a proceder, para que no se sientan invadidos. Algunos manifestaron el deseo de contar con techos de calamina y pisos de concreto, como los de un colegio que había sido donado con anterioridad por otro grupo, por lo que se les explicó que lo conveniente era mejorar sus viviendas con sus mismos recursos. Ellos también necesitaban electricidad (para que sus días fuesen más largos) y agua (porque el río más cercano está a dos horas de caminata).
El grupo optó por el diseño de un techo modulado, para que, si se pudría una parte, esta pudiese ser removida sin la necesidad de volver a construir la casa. También se diseñaron módulos multifunción y recolectores de agua de lluvia con un reservorio en la parte inferior, que, además, generaban energía mediante una bicicleta estacionaria y un panel solar, para alumbrar la localidad por las noches. “La idea de la construcción es ver cómo ellos la pueden replicar, cómo no va a ser un regalo, sino algo que cada uno puede construir después en su vivienda. El módulo y la casa van a ser elaborados en la Universidad, en escala real. Una vez que nos demos cuenta de que se puede estructurar muy bien, se va a desarmar y a llevar a la comunidad de Satipo”, apuntó Prutschi.
“El Círculo de Estudios de Arquitectura Sostenible ha sido fundado por iniciativa de los estudiantes de varios semestres de la Carrera. Conversamos con la ONG Construye Identidad, que está trabajando de forma perenne en la selva, y nos dijeron que, como arquitectos, podíamos ayudarlos con nuestras propuestas, sobre la base de toda la información teórica que ellos manejan.
Posteriormente, Cristian Gutiérrez Zevallos, administrador por la Universidad de Lima y cofundador de Evea Ecofashion, presentó el proyecto del uso de caucho o látex natural obtenido de la shiringa y empleado en la elaboración de mantas y de láminas para la industria de la moda. Para su obtención no es necesario talar el árbol, sino solo hacer pequeñas incisiones, las cuales generan el látex. Es con este material que se confeccionan suelas para zapatillas y morrales, con cuero vegetal o cuero de látex. “Esto nos ha hecho entender que podemos trabajar desde la comunidad y articular como empresa la producción, en este caso del látex de shiringa, para poder conservar los bosques a través de la moda”, puntualizó Cristian Gutiérrez.