12 de Febrero de 2024

Experto en propiedad intelectual

Luis García Muñoz Nájar ha servido tanto en el sector público como en el privado. Tuvo a su cargo la negociación de Propiedad Intelectual en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, así como las negociaciones de la Comunidad Andina, el ALCA y otros foros internacionales. Ha sido viceministro de Comercio Exterior del Perú. Presidió la Sala de Propiedad Intelectual del Tribunal de Indecopi, y dirigió las Oficinas de Marcas y Patentes en dicha entidad pública. Luis es profesor de Propiedad Intelectual en la Universidad de Lima, casa de estudios donde se graduó como abogado.

¿Cómo ha sido tu trayectoria en el sector público?
Durante mi carrera en el sector público, tuve la responsabilidad de dirigir las oficinas de Marcas y Patentes de Indecopi. Además, ocupé el cargo de presidente de la Sala de Propiedad Intelectual y fui juez administrativo, posición desde la que resolvía asuntos relacionados con propiedad intelectual. Gracias a mi posición en Indecopi, fui convocado para participar en la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y en otros acuerdos similares, como el de la Unión Europea y Canadá. 

¿Qué significó para ti ser parte del equipo negociador del TLC?
Fue uno de los mayores retos de mi vida. En las negociaciones, enfrenté dos problemas significativos: uno relacionado con propiedad intelectual y otro, con agricultura. Estos temas fueron centrales en las discusiones, y superarlos fue fundamental para el éxito del proceso. Inicié la negociación como miembro del Indecopi y, posteriormente, como viceministro de Comercio Exterior, en el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, cargo que ejercí del 2006 al 2007. Lideré los procesos de apertura y promoción de exportaciones hacia y desde China, así como hacia los países del EFTA y varios otros. Durante este tiempo, se produjo un desarrollo significativo en temas de propiedad intelectual, comercio internacional y negociaciones comerciales internacionales en nuestro país.

¿Cómo fue tu participación en las negociaciones para el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos?
La intervención en las negociaciones para el TLC con Estados Unidos fue una de las experiencias más significativas de mi vida. Contábamos con un equipo multisectorial del ámbito público, además de la presencia de diversos gremios del sector privado. Era un ambiente complejo, porque algunos estaban a favor de nuestras acciones, mientras que otros se oponían. La propiedad intelectual, un tema crucial para Estados Unidos, añadió un grado de complejidad a este proceso, ya que se buscaban modificaciones significativas para avanzar hacia una relación más profunda en este aspecto.

¿Cuáles fueron los desafíos más relevantes durante la negociación?
Uno de los desafíos más destacados fue llevar a cabo el proceso, ya que iniciamos las negociaciones cuatro países andinos: Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia, pero solo nosotros lo concluimos. Esto complicó un poco las cosas, aunque logramos finalizar exitosamente. Más adelante, Colombia sacó adelante su tratado.

Con el paso del tiempo, ¿cuál es tu evaluación sobre el desarrollo del Tratado de Libre Comercio para el Perú?
Considero que el Tratado de Libre Comercio tiene un impacto muy significativo para el Perú. No solo abrió un mercado sumamente importante para las exportaciones peruanas, también logró el avance de una relación comercial más profunda con Estados Unidos, especialmente en el ámbito de la propiedad intelectual. 

Además, ha proporcionado la oportunidad de realizar modificaciones estructurales normativas en campos específicos donde se requería una regulación particular. Por ejemplo, en el ámbito de la propiedad intelectual, el marco que tenemos en la actualidad es mucho más sólido. En todos los tratados en los que hemos participado, hay un capítulo dedicado a la propiedad intelectual, que es muy importante en toda negociación de orden comercial, y en las negociaciones se han abordado aspectos de regulación, lo que es fundamental para proteger los intereses de los países involucrados.

¿Cuáles son los temas más importantes que observaste o impulsaste desde Indecopi?
En Indecopi, nos enfocamos en todos los temas relacionados con marcas, patentes y derechos de autor, que son las tres grandes ramas del sistema y que se relacionan con la protección, como el registro de marcas, la obtención de patentes de invención y la salvaguarda de los derechos de autor, un campo bastante amplio. 

Indecopi se encarga de elementos sui generis, como el caso de los obtentores de variedades vegetales, que tienen un desarrollo significativo, especialmente en la agroindustria. También, se aborda el tema del secreto empresarial, que es parte de los desarrollos innovadores de las organizaciones, y que puede estar encapsulado y protegido. 

Las empresas más valiosas en los mercados mundiales son aquellas que buscan tener una marca y elementos protegidos por el derecho de autor. Apuestan por desarrollar activos inmateriales valiosos respaldados en marcas y patentes de invención. Un sistema de propiedad intelectual bien desarrollado y promovido, especialmente en países como el nuestro, logra desarrollos interesantes que mejoran la competitividad en general. 

Además, el uso de marcas colectivas es un tema fascinante. Las asociaciones de productores pueden unirse con un objetivo común para ingresar a mercados, con elementos de diferenciación comunes, como una marca colectiva. Esto no solo fortalece la identidad del grupo, sino que también impulsa el desarrollo económico al distinguir sus productos en el mercado. Hay temas muy interesantes que hemos abordado en Indecopi.

Después de tu servicio público, ¿cómo fue tu transición al sector privado?
Después de ese periodo, ingresé al estudio Echecopar como socio, con el liderazgo de tres áreas: propiedad intelectual; regulación de productos como farmacéuticos, alimentos y bebidas; y comercio internacional. En ese estudio, tuve la oportunidad de trabajar con empresas y actividades económicas desde una perspectiva legal.

¿En el Estudio Echecopar te ocupabas también de propiedad intelectual?
Así es, estuve en el Estudio Echecopar dieciséis años. Inicialmente, comencé con el manejo de temas de propiedad intelectual y, después, nuestro equipo abordó una variedad de materias, que incluían ciencias de la vida y comercio internacional. Es un estudio tradicional que ha experimentado una evolución significativa. En 2012, se asoció a la firma global más importante del mundo, Baker & McKenzie, con lo que se convirtió en el primer estudio global en el Perú.

¿Qué te pareció estudiar en la Universidad de Lima?
La Universidad de Lima ha sido fundamental en mi formación. Es un orgullo ser un exalumno Ulima, muchos egresados ocupan puestos muy importantes en el mercado laboral. Para mí, la época universitaria fue linda y desafiante, a pesar de que el contexto político y económico era complicado por la crisis económica en el país. 

La Universidad nos dio una buena preparación y nos forjó una visión clara. Ha sido esencial para mí, incluso me ha proporcionado una red de contactos valiosa. También, me siento muy contento y orgulloso de ser parte de esta institución, ya que soy profesor en la Universidad de Lima desde hace más de veinte años. Tengo el privilegio de dictar el curso de Propiedad Intelectual.