20 de Diciembre de 2023

Por la sostenibilidad en la industria textil

Juan José Córdova reconoce que se desempeña en una de las industrias más contaminantes, la textil. Por eso, se ha trazado el objetivo de que la empresa donde labora sea la más sostenible en su rubro y, junto con su equipo, reciclan el 40 % del agua que utilizan diariamente y tratan el 60 % restante.

Él ha trabajado por más de quince años en empresas transnacionales y, actualmente, es gerente general de Textil del Valle. Juan José es administrador por la Universidad de Lima y tiene un MBA por el IE Business School de Madrid.

¿Cuál es tu objetivo principal como gerente general de Textil del Valle?
Entré en julio de 2018 y desde entonces he acumulado experiencias y aprendizajes que me han ayudado a potenciar el desarrollo de la compañía y a trazarme el objetivo de posicionarla como la empresa textil más sostenible del mundo. Además, trabajamos en colaboración con el sector textil peruano para impulsar la generación de empleo formal y contribuir al progreso de nuestra patria.

¿Cómo aborda la sostenibilidad una empresa textil?
Una empresa textil, en general, suele generar contaminación y consumir grandes cantidades de agua. El 12 % del agua del planeta es consumida por empresas textiles, el 10 % del CO₂ proviene de este sector y el 5 % de la basura del planeta también es generado por esta industria. Además, el sector textil es conocido por explotar a la gente, incluso niños y personas mayores.

Frente a estos impactos, nos propusimos cambiar las reglas del juego a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Trabajamos en planes para mitigar nuestro impacto, de acuerdo principalmente con ocho ODS. Estamos fuertemente vinculados con el tema de la energía, por ejemplo, usamos el 100 % de energía renovable en nuestros procesos. Además, reciclamos casi el 40 % de los 2200 metros cúbicos de agua que usamos diariamente, y tratamos el 60 % restante. Para el 2025, la meta es reciclar el 75 %.

Igualmente, mantenemos una colaboración activa con la comunidad y somos reconocidos como una empresa justa con el certificado de Fairtrade, y una empresa B desde la perspectiva de la sostenibilidad. La sostenibilidad está arraigada en nuestro ADN, lo que es, además, una ventaja competitiva.

Es un tema estratégico dentro de tu gestión, entonces.
Es fundamental ser una empresa sostenible. Nuestro propósito es vestir al mundo con calidad y sostenibilidad. Hoy en día, el 54 % de los consumidores en el mundo son de la generación Z o millennials, y buscan, más que una marca, un storytelling detrás de lo que compran. A través de la sostenibilidad, proporcionamos trazabilidad al consumidor y le informamos sobre la procedencia de la materia prima, las certificaciones que tiene, el proceso de fabricación, la emisión de CO₂, etcétera. Esto agrega valor a nuestra marca y responde a las expectativas estimadas por los consumidores actuales.

¿Hay algún otro tema al que le den tanta importancia como el de la sostenibilidad? ¿Tal vez el tema de la tecnología en los procesos de producción?
Sí, por supuesto. Es muy importante el desarrollo y la innovación, y la utilización de nuevas materias primas y de nuevos procesos para sacar un producto final de mejor rendimiento. Reciclamos telas de algodón para convertirlas nuevamente en fibras, y de estas hacemos nuevos hilados para producir prendas recicladas con algodón mezclado con reciclaje de botellas. Son fibras y telas nuevas, productos que generan impacto positivo. Además, las prendas son más ligeras, atrapan mejor los rayos UV, tienen un buen manejo del sudor y se encogen menos que otras. Hay muchos factores que contribuyen a que la performance del producto final sea mejor.

¿Cómo tratan de innovar en los procesos?
Buscamos maneras de consumir menos agua y utilizamos tintes de forma más eficiente. Asimismo, los procesos de automatización son una constante en nuestra búsqueda de eficiencia. Siempre estamos atentos a las oportunidades que ofrece el mercado en cuanto a innovación. Trabajamos con buenas marcas que nos motivan a desarrollar telas con criterios sostenibles y de mejor calidad.

¿Cuál fue tu anterior experiencia de trabajo?
Trabajaba en el grupo Matte, de origen chileno. Era gerente general de una de sus divisiones, donde fabricábamos techos de drywall. Producíamos perfiles, planchas de drywall y lana de aislamiento, y distribuíamos otros materiales complementarios. Fue un reto generar demanda para un producto con poca penetración en el mercado como el drywall.

En el Perú, la construcción todavía es muy tradicional. Entre el 70 % y el 75 %, está compuesta por la autoconstrucción. Es usual contratar a un maestro de obras acostumbrado a trabajar con cemento y ladrillos. La conquista del drywall va por un tema industrial. La meta es trabajar con constructoras que utilizan este material para proyectos como megaconstrucciones de viviendas.

También, entra en juego la idiosincrasia del consumidor, que podría preferir ladrillos para su casa. Por eso, necesitas convencer de que este sistema es mejor, que definitivamente lo es. Es un producto cuya tecnología resiste mejor ante sismos y fuego, y que tiene una mejor absorción acústica.

¿Podrías comentar qué otros trabajos has tenido?
Estuve casi trece años en el negocio del cemento, tanto en el Perú como en Chile. La tarea más grande ahí era 'descomoditizar' el commodity para mejorar el rendimiento y la rentabilidad del negocio. Había que integrarse verticalmente hacia adelante para generar valor al cemento, con el paso de hacer ladrillos de cemento a hacer ladrillos de concreto y con el desarrollo de una cadena de distribución del cemento que incluya productos como fierro, tuberías PVC, conductores eléctricos, entre otros. El objetivo era crear una sostenibilidad económica a largo plazo en la organización.

¿Cómo debe ser un gerente general hoy en día?
Un gerente general no puede conformarse con tener a su equipo en segunda división, tiene que aspirar a que juegue en la Champions League. Debe evolucionar rápidamente, tener una ambición correcta y los pies puestos en la tierra. Medir riesgos y capacidades es muy importante. También, se necesita tener los ojos bien abiertos para identificar y aprovechar oportunidades positivas que impulsen el crecimiento o la mejora competitiva, y que le ayuden a enfrentar desafíos y riesgos negativos.

Aparte de lo mencionado, ¿qué habilidades consideras que has desarrollado a lo largo de tu carrera?
Dentro de la transparencia que uno debe tener frente a sus stakeholders, he desarrollado la habilidad de ver oportunidades en el corto, el mediano y el largo plazo.

Además, tengo la capacidad de implementar ideas, ya que el peruano es bueno para hacer diagnósticos y generar ideas, pero solo el 5 %, como decía Michael Porter, es capaz de llevarlas a cabo. Ser parte de ese 5 % de líderes que pueden llevar a cabo una idea es una habilidad que poseo.

Otra habilidad importante es la empatía. Es necesario ser empático para ganarse la confianza de las personas y llevar a cabo transformaciones en las que los equipos confíen en los líderes y en lo que se hace para mejorar tanto uno mismo como la organización.

¿Cómo fue tu experiencia en la Universidad de Lima y qué opinas de tu carrera?
Fue una experiencia muy positiva para mí. No solo por la parte educativa, que fue excelente, sino también por otros factores que me ayudaron a madurar para enfrentar el mundo laboral. Agradezco mucho a la Universidad de Lima por eso.

Además de la experiencia de los profesores, la Ulima crea un entorno de confianza entre las personas que se conocen por primera vez, en un periodo de madurez interesante. Asimismo, obtener herramientas diversas que luego serán necesarias en la vida profesional es crucial, y la Universidad de Lima te ayuda en este aspecto, ya que genera vivencias que luego se reproducen en el mundo profesional.

Del mismo modo, no solo adquirí conocimientos, sino también capacidades blandas que son fundamentales para vivir en un entorno dinámico e inflexible, como el de las empresas. Llevarse bien con las personas, ser proactivo y humilde al confrontar diferentes puntos de vista, así como tener habilidades para persuadir con ideas correctas e importantes, son aspectos importantes que se desarrollan en la Universidad.