21 de Febrero de 2024

Construir sostenibilidad

Felipe Echevarría estudió Administración en la Universidad de Lima y, posteriormente, hizo una línea de carrera en instituciones financieras como Banbif y el Banco Financiero, donde asumió varias gerencias. Para complementar su formación, llevó la Maestría en Banca y Finanzas de esta Casa de Estudios y, actualmente, es socio mayoritario y gerente general de la empresa Inmobiliaria Mundo Verde, constituida hace doce años con el compromiso de contribuir a la sostenibilidad ambiental.

¿Cuál fue tu motivación para iniciar este negocio?
Antes de ingresar al sector de construcción, trabajé alrededor de veinte años en el mundo financiero. Durante varios años, tuve a mi cargo la banca de personas y también el área de financiamiento a constructores o desarrolladores inmobiliarios. Ahí, mi interés por entrar a este sector despertó. Visitaba los proyectos en construcción y veía cómo una presentación de planos y cuadros financieros se convertían, después de meses, en viviendas para las familias. Me pareció algo increíble.

Así es como, con dos muy buenos amigos, fundamos nuestra primera empresa de construcción: Parque Norte, con el que llevamos a cabo algunos proyectos exitosos. Después de algunos años, se funda Inmobiliaria Mundo Verde, en la que soy el accionista mayoritario y el gerente general. Desde esta posición, estoy informado de todo lo que pasa, aunque mi enfoque principal está en la parte financiera: la administración de los recursos económicos de la empresa.

Dentro de la parte financiera, ¿cuáles son los temas que demandan tu atención permanentemente?
Existen diferentes frentes que hay que considerar y que pueden influir mucho en los resultados de cada proyecto. Por ejemplo, las regulaciones y los permisos municipales, una competencia cada vez más exigente; la gerencia en cada proyecto; la variación de precios de materiales; la innovación en el proceso constructivo; la estabilidad económica y la política del país, entre otros. El principal reto es tomar en cuenta cada uno de los puntos mencionados —además de otros— y llevarlos a diferentes escenarios para concebir una inversión rentable.

¿Quisieras describir alguna forma de operar por la que se destaque este negocio?
Trabajamos constantemente para lograr una organización cada vez más eficiente, sin embargo, pienso que la fortaleza principal que tenemos está en el manejo financiero. Me refiero al cumplimiento y la optimización de presupuestos, el flujo de efectivo, las inversiones, el financiamiento, la gestión de riesgos, etcétera.

¿Por qué el nombre Mundo Verde? ¿Cuál es el factor ambiental que tienen en consideración?
El nombre se relaciona mucho con el compromiso que tenemos con la sostenibilidad ambiental. En principio, casi la totalidad de nuestros proyectos son de poca densidad y frente a un parque, lo que brinda una conexión con la naturaleza. También, ponemos cuidado en el consumo de energía en nuestros proyectos. Actualmente, desarrollamos un proyecto en Jesús María y evaluamos alternativas de compra de terrenos en Lima moderna.

¿Cuál es el proyecto en el que has trabajado, tanto en tu propio negocio como en tus anteriores experiencias en el sistema bancario, que más te ha entusiasmado?
Seguramente que en muchos de los proyectos que he trabajado el entusiasmo y la dedicación han sido muy importantes, pero diría que la transición de ser empleado a formar mi propia empresa tiene algo especial. En ese momento, es crucial poner en práctica todo el conocimiento adquirido y rodearse de profesionales muy competentes por medio de un proceso de selección riguroso. Sin duda, la etapa de empresario es la que más me ha entusiasmado.

¿Qué planes tienes para el futuro?
En el futuro, me encantaría continuar creciendo como empresario, no solo en términos financieros, sino también en la capacidad de hacer una diferencia positiva en la vida de las personas. Actualmente, exploro oportunidades para invertir en proyectos —de hecho, algunos ya están en marcha—, que no solo sean rentables, sino que también tengan un impacto social significativo. En última instancia, mi objetivo es encontrar un equilibrio entre el éxito profesional y la realización personal.

¿Qué otros negocios llevas a cabo?
Actualmente, además de la constructora Mundo Verde, hacemos corretaje inmobiliario con Mundo Verde Inmobiliaria, y tenemos una empresa que hace inspecciones inmobiliarias (Vericasa). Esta última se dedica a verificar que todo lo que está en el cuadro de acabados, acordado en la minuta de compra y venta, esté colocado. Verificamos áreas, acabados, materiales, instalaciones eléctricas, sanitarias, etcétera. En pocas palabras, recibimos el departamento por encargo del dueño y, luego, elaboramos un informe a partir del cual el propietario puede pedirle a la constructora que subsane los puntos observados. Vericasa es un servicio que cada vez tiene más aceptación en el mercado, y estamos seguros de que pronto será masivo, porque en otros países esta verificación antes de la entrega de departamentos es obligatoria.

¿Qué te pareció tu carrera en la Universidad de Lima?
Estudié Administración y luego hice una maestría en Banca y Finanzas. La Universidad de Lima me brindo conocimientos para comprender la gestión empresarial en sus diferentes aspectos: planificación estratégica, toma de decisiones financieras, gestión de recursos humanos e innovación empresarial. Gracias a esto, he tomado las oportunidades que se presentaron en mi camino con una mentalidad emprendedora.

De la Ulima, valoro la calidad académica, y los profesores comprometidos y calificados que tuve y que me brindaron una educación sólida. La Universidad fomenta un ambiente intelectual estimulante y, además, desafía a los estudiantes a alcanzar su máximo potencial, además es muy reconocida, lo que te abre puertas en el mercado laboral.

Cuando llevé la maestría en la Universidad de Lima, que me sirvió muchísimo para especializarme en la parte financiera, ya tenía varios años en el ámbito de la banca y había asumido la responsabilidad de varias gerencias en bancos, de manera que en ese momento me dio diferentes puntos de vista para identificar posibilidades de negocio. Incluso, ascendí a gerente de división y, poco después, cuando tuve que emprender con Mundo Verde, me fue aún más útil. Me dio una muy buena base para entender de forma clara la parte de contabilidad, sin ser contador. Sé leer los informes contables y puedo tomar decisiones a partir de eso. También, puedo decir que fue muy práctica, ya que estudiamos mucha casuística.