Universidad de Lima

Es fundamental difundir las bases del modelo de sociedad al cual aspira un país, y los empresarios deberían ser agentes transmisores de las bases del modelo económico y social que ha generado los mayores progresos en la humanidad y que incentiva el emprendimiento y la dinámica competitiva en cualquier nación. Sobre el particular, parafraseando a Winston Churchill, hasta ahora no se ha descubierto nada mejor que la democracia formal y la economía de mercado. Los países más avanzados del mundo han aplicado esos criterios con diversos matices, sobre todo desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial hace más de setenta y cinco años. Quizás los mejores ejemplos sean Alemania y Japón, países que terminaron destruidos después de la guerra más grande y destructiva de la historia de la humanidad, y que hoy se encuentran entre las mayores economías del mundo, con ingresos per cápita superiores a los USD 40 000 anuales.

En cuanto a la democracia liberal aplicada en el mundo occidental, según John Gray, profesor en London School of Economics, esta se caracteriza por ser individualista, igualitaria, universalista y meliorista. Individualista por el respeto al individuo sobre el Estado, igualitaria porque considera a todos los hombres por igual, universalista porque cree en la unidad moral de la especie humana y meliorista porque considera el progreso de la humanidad¹.

En cuanto a la economía de mercado, se trata de permitir que los mercados asignen adecuadamente los recursos entre necesidades alternativas, pero considerando todas las fallas. También se debe profundizar en el grado de intervención del Estado: comparar las sociedades en las cuales su participación es significativa —conforme a las ideas de Paul Samuelson, Premio Nobel de Economía en 1970— con aquellas sociedades que pretenden minimizar la participación de los gobiernos —en consonancia con las ideas de Milton Friedman, Premio Nobel de Economía en 1976²—, así como la idea de un país integrado al mundo y que aprovecha sus ventajas comparativas para incrementar el bienestar de su población. En ese sentido, es importante estudiar no solamente las ideas de David Ricardo sobre el comercio internacional, sino también las ideas del economista inglés Arthur Pigou, quien generó los fundamentos de la llamada economía del bienestar. Este último modelo fue aplicado sobre todo en los países del norte de Europa, especialmente en Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca, que hoy ocupan los primeros lugares en el ranking de la felicidad de las Naciones Unidas.

Finalmente, para implementar con éxito la democracia formal y la economía de mercado en una nación, es esencial adoptar una perspectiva basada en la corriente francesa y tener en cuenta la concepción de la nación como un acuerdo entre diferentes grupos de seres humanos con un destino común, tal y como lo describió José Ortega y Gasset, es decir como "un proyecto sugestivo de vida en común"³.

Los empresarios deberían participar en política explicando el modelo de sociedad en el cual han logrado desarrollar sus empresas y por qué lo consideran la mejor alternativa para el futuro de la humanidad.

Referencias

¹ Fukuyama, F. (2022). El liberalismo y sus desencantos. Deusto.
² Wapshott, N. (2021). Samuelson vs. Friedman. Deusto.
³ Vargas Llosa, M. (2018). La llamada de la tribu. Alfaguara.