Universidad de Lima

Para nosotros en Química Suiza, el año 2022 nos trae desafíos muy interesantes que no son necesariamente nuevos pero que han cobrado mayor vigencia. En nuestro negocio estamos en constante interacción con médicos (hospitales y clínicas), microempresarios (farmacias de barrio) y laboratorios y marcas que representamos o distribuimos.

Los hospitales están volviendo a abrir los consultorios —las clínicas lo hicieron mucho antes—, y los médicos que trabajan en estas instituciones han adoptado bastante bien las nuevas tecnologías que llegaron, como las citas médicas virtuales. De la misma forma, las visitas médicas que realizamos los laboratorios farmacéuticos han adoptado el formato virtual de contacto con los médicos y ese es un nuevo desafío para ambas partes. No todos los médicos desean acostumbrarse a esto, y, definitivamente, no es una práctica que se aplique automáticamente para todos.

La COVID-19 nos demostró que las farmacias y boticas de barrio no solo estaban listas para entrar al mundo del comercio electrónico en su relación con los proveedores, sino que también deseaban tener autonomía e independencia para decidir qué comprar, cuánto comprar y cuándo hacerlo. Y no depender exclusivamente de las visitas presenciales de los proveedores que, en muchas ocasiones, distraen el negocio de las farmacias. El servicio omnicanal para estos clientes ya es una realidad, y es oportuno, es personalizado y siempre disponible.

En síntesis, el servicio remoto o virtual y la omnicanalidad llegaron para quedarse. En el año 2022 vamos a empezar a observar nuevas tendencias en un negocio tan antiguo y tradicional como la venta de medicinas: el juego de la preferencia o la dominancia por la conveniencia. Y veremos que los esfuerzos para acercarse más a los clientes vendrán de todas partes: proveedores, marcas, laboratorios, hospitales y clínicas.

Mi sugerencia es concentrarnos en aquello que realmente significa un valor para el cliente, invertir y acelerar en ello y no distraernos en todas las variables y factores que no podemos controlar en el mercado. Para lograr esto es muy importante que contemos con el talento calificado para liderar una doble responsabilidad: continuar haciendo bien aquello que nos trajo hasta donde hemos llegado y, por otro lado, escuchar, probar y ejecutar aquello que nos traerá los ingresos del futuro sincronizados con el valor y la conveniencia que los clientes demandan.