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Comunicación para el desarrollo sostenible
María Pía Rázuri ha transitado el camino del periodismo y también el de las relaciones públicas. Ha coordinado especiales en la revista Somos, ha desarrollado planes de consultoría estratégica para empresas y ahora se desempeña como gerente regional de Comunicaciones en Forest Stewardship Council, organización no gubernamental que promueve el manejo responsable y sostenible de los bosques. Ella encuentra muy motivador el hecho de contribuir en un tema de desarrollo sostenible.
María Pía estudió Comunicación en la Universidad de Lima y, años después, llevó el curso de especialización Gestión Estratégica de la Comunicación Corporativa en esta misma Casa de Estudios.
¿Desde cuándo estás en Forest Stewardship Council?
Comencé en febrero de este año. Postulé entre octubre y noviembre y pasé por un proceso de evaluación un poco largo. Mi primera entrevista fue con la directora de Comunicaciones de esta empresa, cuya sede principal se ubica en Bonn, Alemania. Después, tuve una entrevista con el director regional, que es peruano. Tenemos oficinas regionales en diferentes países, yo pertenezco al equipo regional de Latinoamérica. En el Perú también hay una oficina nacional. En la región trabajamos con Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, Honduras, México y Perú. Cada oficina tiene un director.
¿Qué funciones cumples en tu puesto?
Mi puesto como gerente de Comunicaciones para Latinoamérica es el nexo entre la oficina internacional y las oficinas nacionales. Yo me encargo del tema de comunicaciones, redes sociales, página web, comunicados y, si eventualmente surgiera una crisis, también vería su manejo. Gestiono las reuniones de coordinación con los diferentes países, trabajo la estrategia general. Recuerdo que uno de los primeros encargos importantes que me dieron fue desarrollar la web regional.
Es la primera vez que trabajas viendo las comunicaciones de una marca y a nivel regional. ¿Cómo han sido estos primeros meses para ti?
Desde que estoy acá, todo ha sido un aprendizaje para mí. Vengo de estar en medios y en una agencia de comunicaciones, y siempre he visto muchos temas a la vez. Ahora estoy en una organización donde me encargo solo de un tema o una marca, por así decirlo. Tanto el estilo de trabajo como el tema de trabajo, que es forestal, es algo nuevo para mí. De hecho, fue un reto muy grande este cambio, pero muy interesante y motivador. Yo ingresé en plena pandemia, lo que significa que hasta el momento no he trabajado en una oficina física donde hay interacción con otras personas. De manera que la inducción la realicé a distancia y ha sido un aprendizaje enorme; pero los temas son tan interesantes y tan vastos que algunas personas tienen dos años aquí y me dicen que nunca dejan de aprender.
¿Qué es lo que encuentras interesante y motivador específicamente?
El hecho de tener una misión tangible. Trabajo por algo que no necesariamente voy a gozar yo, pero sí mis hijos y seguramente mis nietos. Me interesa, porque el propósito es noble y no está alejado de la realidad. Nuestro objetivo no es solo conservacionista, incluye un componente económico; pero somos conscientes del medio ambiente y de la población, de la necesidad de que cualquier tala y aprovechamiento de los árboles debe realizarse dentro de un enfoque de sostenibilidad. Me motiva también ver que la gente está comenzando a entenderlo y aplicarlo. Puedo notar que, en México, por ejemplo, están bastante más avanzados en ese sentido, más adelante que en Perú, Chile y Colombia. Ahí he podido notar un conocimiento del manejo forestal sostenible.
¿Qué estás haciendo ahora en Alemania?
He venido a reunirme con varias personas. Normalmente, cuando uno ingresa a trabajar a FSC, pasa por un proceso de inducción en Alemania, pero yo entré cuando la pandemia estaba muy fuerte todavía y era difícil viajar en esas circunstancias. Así que lo estoy haciendo ahora. Me reuniré con el equipo de Comunicaciones. Será una oportunidad para conocerlos y tener algunas reuniones más.
Cuéntanos sobre tus anteriores experiencias de trabajo. Te iniciaste en el periodismo, ¿verdad?
Así es, comencé en el diario El Comercio, en el 2005 o 2006. Estuve en el área de suplementos. Luego pasé a Chisac, una consultora de relaciones públicas donde he tenido la mayor experiencia de trabajo con el mundo corporativo. Me permitió desarrollarme en diferentes ámbitos y con diferentes sectores. He trabajado en el rubro de energía, farmacia, telefonía, retail y muchos otros. Eso me ayudó entender el manejo de las comunicaciones en las empresas y a tener contacto con muchas personas de diferentes especialidades. Aprendí mucho, sin duda. Después estuve en la revista Somos. Asumí la coordinación de los especiales y eso me dio la oportunidad de conocer otra parte de la empresa periodística, porque coordinaba con el área comercial los avisos para esos especiales, aparte de escribir, que siempre me ha gustado. Aprendí un poco del negocio periodístico. Luego me tomé un año sabático, al salir embarazada de mi segunda hija. Renuncié, y tiempo después tuve una corta experiencia en otra agencia, Conector Perú, con un profesor de la Universidad Lima que me había enseñado en el programa de especialización, donde llevé el curso Gestión Estratégica de la Comunicación Corporativa. Se trataba de un trabajo a medio tiempo, a dos cuadras de mi casa. En ese momento, era perfecto para mí. Estuve unos meses y luego surgió la oportunidad del trabajo donde me encuentro desde hace nueve meses.
¿A qué dedicas tus tiempos libres?
Mi esposo tiene un restaurante, así que me gusta estar ahí. De hecho, tengo una oficina en el restaurante y ayudo en la coordinación con los distribuidores y veo la facturación. Nunca nos propusimos trabajar juntos, pero cuando comenzó la pandemia el sector de los restaurantes se vio afectado, y lo más apropiado me pareció involucrarme con el negocio, porque las cosas eran muy inciertas. Comencé a ayudarle y, finalmente, me quedé haciéndolo hasta hoy. Hago eso en mis tiempos libres, que son pocos, y no es un pasatiempo realmente. Cuando puedo, trato de leer y montar bicicleta, lo cual me relaja bastante y paso tiempo con mi familia.
¿Qué te pareció estudiar en la Universidad de Lima?
Yo ingresé a la Universidad después de haber estado en otra universidad. Era mayor que las personas que recién ingresaban a Estudios Generales, así que traté de llevar la mayor cantidad de créditos para avanzar rápido. Me fue muy bien en la Universidad, tuve muy buenas notas, hice muy buenos amigos y fue en la Ulima donde sentí que me quería dedicar al periodismo. Luego, volví para hacer la especialización que comenté anteriormente. Siempre me ha gustado estudiar, aprender cosas nuevas y actualizarme. Me encantó mi curso de actualización, me ayudó mucho. Tenía práctica profesional, así que podía aportar. Además, conocí a personas muy capaces, con experiencia en todo tipo de rubros y en diversas áreas.