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Limpiar y desinfectar al mismo tiempo
Después de trabajar por más de doce años para una empresa dedicada a la manufactura y comercialización de químicos para limpieza y desinfección industrial, Bruno Jácobo, graduado de Comunicación de la Universidad de Lima, decidió abrir su propio negocio en este rubro, pero orientado a las pymes y a los hogares.
Sus productos limpian y desinfectan a la vez y, además, son biodegradables. A mediano plazo, planea hacerlos orgánicos. Por otro lado, ya está en conversaciones para internacionalizar su marca, empezando por países de Centroamérica y Colombia.
¿Cómo fue el inicio de tu empresa?
No es la primera empresa que formo, pero sí creo que es la más formal y la más acorde con mi experiencia profesional. He estado mucho tiempo en la industria de productos de limpieza y desinfección industrial, como ejecutivo comercial, y en los últimos años como gerente comercial regional. Detecté un gran mercado en las pymes, que no es atendido. Así que, buscando maneras innovadoras de llegar a este sector, desarrollé una línea de productos de limpieza biodegradables y ultraconcentrados. Con esa idea, dejé mi trabajo estable y formé Sanimax. Fue muy difícil al comienzo, por la coyuntura y porque nuestra marca no era conocida, pero con el tiempo hemos tenido muy buena recepción y estamos avanzando cada vez más en el sector pyme B2B. Además, en diciembre salimos al mercado masivo retail con venta directa en línea y, más adelante, con un modelo por suscripción.
¿Brindan también el servicio de limpieza y desinfección?
Al inicio de la pandemia, por el mes de marzo, para hacer conocida nuestra línea de productos concentrados, nos asociamos con algunas compañías que brindaban estos servicios y los conectamos con nuestros clientes (empresas y casas), pero actualmente ya no. Ahora estamos enfocados en la comercialización directa de nuestros productos en sachet para diluir. La estrategia comercial pasa por hacer entender a nuestro público objetivo, de manera simple y fácil, cómo la innovación que le proponemos con nuestra línea para diluir termina beneficiándolo con el mejor costo-rendimiento de la categoría. Ello porque no vendemos grandes galones ni botellas, con lo cual se reduce el impacto ambiental en sesenta o setenta por ciento, ya que se consume menos plástico.
¿Este producto lo has desarrollado con alguna empresa o lo compras?
Las fórmulas son nuestras. Las desarrollé de la mano con la empresa en la que trabajé, Skillchem, una empresa familiar, que ahora pertenece a un corporativo y en donde mi padre sigue siendo accionista y actual gerente general. Yo trabajé más de doce años allí. Vi la operación del Perú, Ecuador y Colombia. Vendía a industrias, pero no llegábamos a las pymes. Sanimax se enfoca en hogares y pequeños negocios, como restaurantes, peluquerías, veterinarias, etcétera. El problema es que, con la llegada de la COVID-19, se golpearon fuertemente todas las pymes.
¿Qué ventaja ofreces frente a productos similares?
Nuestra marca garantiza que, con el uso de una dosis (un sachet), no existirá contaminación por virus ni bacterias. Además, gracias a esta presentación, se controla exactamente la cantidad necesaria. Se aplica en un pulverizador de litro o en un balde, con la seguridad de que el contenido del sachet tiene las partes por millón necesarias para desinfectar. Todos nuestros productos son biodegradables, el reto es llevarlos, en un mediano plazo, a ser orgánicos. Por otro lado, vimos que muchas veces la gente compra productos de limpieza con un desconocimiento tal que no saben si son los idóneos. Con frecuencia también con un costo innecesariamente elevado. Por ejemplo, compran un producto limpiatodo solo porque huele rico, pero ese aroma se va a los diez minutos. También desconocen si ese producto desinfecta o no o cómo deben usarlo. Nuestros productos son adecuados y fáciles de usar.
¿Qué faltaría para que sean orgánicos?
Eso no es sencillo, porque se encarece mucho el precio. Los insumos orgánicos para productos químicos de limpieza son muy costosos, y más aún en una fórmula concentrada. Nos tomó casi un año hacerle una mejora a la fórmula y hemos obtenido una línea de productos no tóxica. Tenemos cuatro productos biodegradables y que, por su presentación en sachet, generan una cultura de economía circular, al incentivar su recarga, generando una reducción considerable de plástico.
¿Cómo les va con las ventas?
Tuvimos una demanda muy alta en los meses de julio y agosto, dada la coyuntura, principalmente en pymes B2B. Algunos microempresarios comenzaron a comprar mucho por teléfono o por los canales digitales, ya que no tenían otra alternativa. Esto nos facilitó mucho el ingreso en un primer momento. Ahora, lamentablemente, las ventas digitales en el B2B se estancaron, ya que se volvieron a abrir los canales tradicionales y, al ser una marca nueva, esto nos complicó la curva de crecimiento. Por eso, ahora tenemos un equipo outsourcing comercial en campo, compuesto por diez personas, que visitan y muestran los beneficios de los productos y cierran ventas en pequeños negocios. Además, desde este mes, uno de nuestros principales productos está ingresando a los hogares con un empaque distinto, pero igual con el canal de venta directa, principalmente.
¿Qué piensas lograr en el futuro?
El objetivo lo tenemos claro. Mi socia, Nekane Gómez —ingeniera industrial por la Universidad de Lima— y yo queremos lograr, en los primeros tres años, ser una empresa pionera y líder en la región de productos de limpieza y desinfección concentrados para diluir. Ya hemos tenido conversaciones con distribuidores de Centroamérica y Colombia, para llevar la marca afuera.
¿Cuál es tu producto estrella?
El Max Bac, un limpiador dos en uno, a base de amonio cuaternario, que se aplica en cualquier tipo de superficie. Desde este mes, dado su éxito en pequeños negocios, lo estamos lanzando para casas. Hemos empezado a vender entre nuestros amigos y familiares, y estamos viendo cómo lo reciben. Este producto ha tenido una muy buena acogida. Vamos a lanzar una página web específicamente de este producto pronto y vamos a optimizar la operación logística B2C con algún partner, para no saturarnos. El reto, a corto plazo, es venderlo por suscripción con un plan bimensual o trimestral, según el tamaño de la casa y la frecuencia de limpieza, a fin de que todo sea de manera directa y digital.
¿El amonio cuaternario es mejor que la lejía para la desinfección?
El amonio cuaternario es la base activa más inocua: es neutro, no daña las superficies, desinfecta sin hacer mucho daño. Hay generaciones dentro de esto, de la primera a la quinta. Normalmente, de la tercera a la quinta son muy buenas. La lejía tiene el problema de que es muy buen desinfectante, pero es corrosiva, oxida y daña la piel. Pero hay que saber que, tanto la lejía como el amonio cuaternario, son solo desinfectantes, no limpian. Se debe aplicar el desinfectante en una superficie previamente limpia, ya sea con agua, con un trapo, luego de barrer, o con algún detergente en polvo o líquido. Una vez que la superficie está limpia, se puede desinfectar. Nuestro producto Max Bac, que tiene amonio cuaternario, no es un desinfectante común: es un dos en uno, es un limpiador-desinfectante. Corta la grasa, elimina la suciedad y desinfecta. Este vendría a ser el reemplazo profesional de los conocidos limpiatodo domésticos. Con este producto se pueden limpiar pisos, mayólicas, pisos laminados, madera, cuarzo, granito, mármol, baños, duchas, muebles y todo tipo de superficies.
Por último, ¿cómo fue tu experiencia en la Universidad de Lima?
Para mí, la Universidad de Lima fue mi mejor experiencia vivencial. Me abrió una visión del mundo. Nunca ejercí directamente mi profesión, pero la Ulima me dio un rumbo y una visión de vida únicos. De hecho, he aplicado muchas cosas de las que aprendí en marketing. La Facultad de Comunicación nuestra es de las mejores en el medio, tengo muchos amigos que valoran mucho los conocimientos adquiridos ahí. El plan de estudios tenía tal flexibilidad que podías entrar a cursos de cualquier línea de negocios. Yo, por ejemplo, me especialicé en publicidad y marketing, pero también llevé cursos de cine y actuación. Todo te suma. Inclusive estuve en el teatro de la Universidad. Todo esto me ha servido mucho en mi desempeño profesional y en mi vida como emprendedor.