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Una carrera dedicada al mundo de las finanzas
Patricia Gastelumendi estudió Administración en la Universidad de Lima. Gracias a su trabajo como jefa de Cobranzas en Provincias en Ferreyros (hoy Ferreycorp), ha viajado mucho, por lo que ha podido no solo conocer el Perú, sino también contribuir con el crecimiento de muchos empresarios pequeños del agro y la pesca al otorgarles un crédito para comprar maquinaria.
Hoy es gerente corporativa de Administración y Finanzas, y se siente absolutamente ligada a los valores de esta empresa, en la que ha desarrollado toda su carrera profesional. Además, es una líder en diversos ámbitos, pues le interesan temas como la equidad de género, las buenas prácticas de gobierno corporativo, el desarrollo del país a través del trabajo de los peruanos, y la felicidad y el desarrollo profesional de sus hijos.
¿Cómo entraste a Ferreycorp?
Al salir de la Universidad conseguí trabajo en un banco. No me entusiasmaba la idea porque estaba en una sucursal y mis labores consistían, básicamente, en contar plata. Yo sentía que no había estudiado para eso, así que, cuando se me presentó la oportunidad de practicar en Ferreyros, no me importó dejar un trabajo estable por hacer prácticas en una zona industrial. Además, mi mamá había trabajado en Ferreyros en los años 60, antes de que yo naciera, lo que también me animó.
¿Qué hacías cuando recién entraste a la empresa?
Entré al Área Financiera, aunque yo quería trabajar en Marketing, porque esa materia me gustó mucho en la Universidad. Me dieron trabajo en Cobranzas y en poco tiempo me nombraron jefa de Cobranzas en Provincias. Aprendí mucho de esa experiencia, pues conocí el país y los sectores de agricultura y pesca. En esa época funcionaban las cooperativas, así que pude ver de cerca los efectos de la hiperinflación y la privatización de las empresas. Yo he conocido la historia del Perú de las últimas décadas con esta compañía. Vivir todo eso también me formó como profesional. Recuerdo que en los 80 el Perú era muy diferente al país que tenemos hoy: estaba convulsionado por el terrorismo; las comunicaciones no estaban desarrolladas, sino que solo existía el télex y no había celulares; todo se hacía manualmente. También había pocas mujeres en cargos de jerarquía como una gerencia.
¿Cómo llegaste a ocupar un cargo gerencial?
La historia es así. Comencé en el área Financiera y me mantuve en Créditos y Cobranzas por 20 años. Aunque prefería el marketing y las ventas, me gustó esa área, porque mantenía un trato permanente con los clientes y, al mismo tiempo, apoyaba a los accionistas. De mí dependía dar un crédito para cerrar un negocio, así que trabajaba de la mano con el Área Comercial. A veces, con mucha pena, tenía que negar un crédito; pero, en otros casos, era una maravilla poder otorgarlo y ver que ese cliente que empezó con una máquina, con el pasar los años, ya tenía una flota. He visto ese desarrollo en los clientes y eso me ha hecho feliz durante 20 años. En el 2005, tuve la oportunidad de ser gerente financiera. Quien ocupaba ese cargo antes de mí es la gerente general actual. La compañía tiene más de 95 años y vive sus valores verdaderamente.
¿Qué tal es el clima laboral?
Es muy bueno. A nosotros nos evalúan en dos cosas: desempeño y clima laboral, y felizmente en los dos aspectos nos va muy bien. El trato es horizontal con todas las personas y mantenemos las puertas abiertas. Trabajo con muchas mujeres y muchos jóvenes, y todos pueden hablar conmigo en todo momento. Les gusta proponer y asumir retos. Por otro lado, el tema de gobierno corporativo es uno de los que más notoriedad me ha dado en el mercado, pues toda nuestra información es transparente y se encuentra en la web. Estamos en varios rankings de las empresas más admiradas; además, si analizamos la rotación de colaboradores, esta es bastante baja. Incluso, los head hunters nos comentan que es difícil conseguir gente de esta empresa. Cosas como esa te hacen sentir orgullosa.
¿Cuáles son tus principales obligaciones como gerente corporativa de Administración y Finanzas?
Me toca dar las pautas y lineamientos. Quienes operan son los gerentes financieros de cada una de las 17 empresas del grupo. Desde aquí negociamos con los bancos y buscamos una línea para todos, decidimos si entramos a un programa de bonos, etc. Precisamente, porque la firma es parte del Índice de Buen Gobierno Corporativo (IBGC) de la Bolsa de Valores de Lima, podemos acceder a financiamientos con tasas de interés más bajas y transar acciones con menor comisión para los inversionistas.
Participas en muchos paneles sobre mujeres en el mundo laboral, ¿verdad?
Sí, me invitan para hablar de equidad de género y siempre digo por qué aún no hay tantas mujeres directoras o gerentes. La respuesta que encuentro es porque hay un momento en que la mujer debe tomar una decisión: se queda en casa con los hijos o se va a trabajar. Este dilema se presenta sobre todo cuando la mujer todavía no es gerente, sino que tiene un mando medio, los hijos son chicos y siente la tentación de cuidarlos.
No es fácil tomar esa decisión.
No lo es, por supuesto. Para trabajar necesitas tener muy buen apoyo en casa. Además, en nuestra sociedad es particularmente difícil, porque el hombre y la mujer no cumplen el mismo rol. Sería raro ver que el esposo se quede en casa cocinando y cuidando a los hijos. Por lo general, las mujeres cumplen varios roles al mismo tiempo: son esposas, madres y trabajadoras.
¿Tienes hijos?
Tengo dos, uno de los cuales se graduó ya en la Universidad de Lima. También me tocó escoger entre seguir adelante con mi trabajo o cuidar a mis hijos a tiempo completo. Afortunadamente, trabajo en una empresa muy consciente de los roles que desempeña la mujer y siempre he tenido facilidades para ir a la actuación por el Día de la Madre, para atender a un hijo enfermo, etc. Cuando tienes esa posibilidad, es muy bueno y no abusas, sino que usas esa ventaja únicamente cuando la necesitas. Aquí somos profamilia: entendemos que, si una madre tiene una preocupación familiar, no va a rendir al 100 % porque necesita resolver ese problema para volver a trabajar, recargada. Por eso, nosotros tenemos un Comité de Equidad de Género. Personalmente, nunca me he arrepentido de tomar la decisión de seguir adelante con mi trabajo. Hice una maestría cuando mis hijos ya estaban más grandes, en el 2003, y tuve todas las facilidades para estudiar.
Te das tiempo para todo; incluso participas en algunas asociaciones.
Participo en distintos gremios y entidades: ahora estoy en mercado de capitales y hace mucho tiempo fui presidenta del CADE Universitario. Todo eso te da la posibilidad de tener visibilidad en el entorno, lo que es bonito también, pues es algo que se valora.
¿Qué opinión tienes de la Universidad de Lima?
Yo me siento muy agradecida con la Universidad por la experiencia que tuvo mi hijo Sergio Olcese. En la Ulima ganó el primer puesto del concurso de emprendimiento Primer Paso, en la categoría de Alumnos, y la Universidad le dio todo lo necesario para desarrollar su idea, incluso le brindaron una oficina en el campus durante un año para hacer realidad su proyecto. Este consiste en una plataforma tecnológica que busca mejorar la eficiencia del transporte de carga. Desde pequeño, Sergio ha visto el esfuerzo y el sacrificio en casa, así que no quiso optar por la vida corporativa, sino que busca salir adelante con su propia empresa. Y va bien: ha usado muy cuidadosamente los recursos que le dio la Universidad por haber ganado el primer puesto, vendió su carro e invirtió el dinero, y ahora está en el proceso de buscar un inversionista. Él cree firmemente en su proyecto.
Personalmente, ¿qué experiencias valoras de la Universidad?
Demasiadas. Tengo demasiados recuerdos de la Ulima. Parte de mis mejores amigos los he hecho en la Universidad. No era de los alumnos más estudiosos, pero terminé la carrera en 4 años y medio. Tuve profesores muy buenos.