24 of March of 2021

Ingeniera, artista y ejecutiva de banca

El confinamiento le dio a Andrea Mendoza el tiempo y el espacio para decidirse a emprender un proyecto musical, y así fue como se decidió a lanzar un disco de seis canciones, las cuales irá poniendo en el mercado a lo largo del 2021.

Andrea estudió Ingeniería Industrial en la Universidad de Lima y combina su actividad musical con su trabajo en el BCP, donde se desempeña como gerente del área de medios de pago. Además, ella estudió un MBA en Harvard Business School y trabajó por cuatro años en el Boston Consulting Group, en Nueva York. 

¿Qué estilo musical te gusta?
Esta es una pregunta difícil porque consumo música de diferentes estilos, y esto se refleja en lo que escribo también. A lo largo de este año lanzaré seis canciones en total y ninguna es igual a la otra. Hay mucha mezcla de pop, folk, blues, funk e instrumentos tradicionales peruanos, como charangos y bombos.

¿Desde cuándo compones canciones y cantas?
La música ha sido siempre parte de mi vida. Canto desde que tengo uso de razón, pero compongo recién desde el año pasado. Siempre quise tener un proyecto musical propio, pero no me había atrevido a escribir. Cuando llegó la cuarentena, le pedí a mi hermano Adrián, que es músico profesional, que me ayude en el proceso y, poco a poco, la inspiración comenzó a fluir con facilidad. Entre marzo y octubre de 2020, escribimos y grabamos seis canciones. 

Entonces, la pandemia favoreció que puedas dar este salto en la música.
En realidad esto es algo que he querido hacer siempre, pero siempre tenía alguna excusa para no darle el espacio que requería. Debido a la pandemia y al cambio drástico que trajo, tomé una pausa en muchos sentidos. Así, sin querer, de pronto tenía el espacio mental, la inspiración y las condiciones que sirvieron de catalizador para que este proyecto fluyera. Ahora que puedo ver el producto final, siento que cuentan una historia en la que cada canción tiene un espacio y un rol distinto. Por eso decidí lanzarlas una por una, para darles el espacio que se merecen.

En otros aspectos de tu vida, ¿qué ha significado para ti este año en pandemia?
Creo que las tres dimensiones se engranan en una gran temática: poner las cosas en perspectiva. Esta crisis me hizo frenar en seco en muchos frentes y me enseñó a apreciar las cosas simples y fundamentales de la vida; en esa línea, repensar algunas decisiones ha sido clave. Creo que no es coincidencia que, fruto de esto, haya lanzado este proyecto musical, así como que haya asumido nuevos retos profesionales.

¿Quiénes te apoyan en tu proyecto musical?
Un gran equipo. Hay muchísimas partes que engranar para sacar un proyecto adelante. Está la composición y producción, conceptualización visual, distribución y marketing. En la composición y producción trabajo con mi hermano. Creo que con nadie más sentiría la confianza necesaria para hacerlo. En la conceptualización visual he trabajado con varios equipos. La empresa Oranch me ayudó a construir una primera identidad visual y hoy estoy trabajando el concepto de cada canción con Juan José Egúsquiza, un artista visual peruano que vive en Nueva York. Para la distribución, trabajo con REX Entertainment, una empresa de management de mi hermano y mi cuñada. Finalmente, el marketing en redes sociales lo trabajo con la agencia de marca Movida Creativa (donde además trabaja mi prima). Es la primera vez que trabajo con mi familia y ha sido una experiencia muy enriquecedora.

¿Cuál es tu experiencia en la música antes de este lanzamiento?
Empecé muy chiquita tocando el violín. Llegué a tocar como concertino en la Orquesta Sinfónica Infantil del Perú. Luego, mientras estaba en la Universidad de Lima, tomé clases de ópera y canté en varios ensambles vocales (de jazz, a capela y clásico), además de cantar siempre en la Noche de Talentos en el ZUM. Luego, durante mi MBA en Harvard Business School, encontré diferentes oportunidades para presentarme en vivo en el campus, además de liderar el grupo de a capela. Finalmente, hasta hace unos meses, en el Boston Consulting Group, era parte de la banda de la oficina. Si bien nunca había lanzado un proyecto profesional, la música siempre me ha acompañado en las diferentes etapas de mi vida.

¿Qué estudiaste en Harvard Businnes School y cómo te fue?
Estudié un MBA durante dos años. La experiencia fue excelente; el programa me ayudó a crecer en varios frentes, tanto por el lado académico y profesional como en lo personal. En el grupo de a capela éramos aproximadamente 15 personas (todos alumnos o familiares de los alumnos). Ensayábamos 2 veces por semana y nos presentábamos en diferentes conciertos en el campus. A través de esta experiencia pude continuar trabajando en mis habilidades de liderazgo "orquestando" diferentes piezas musicales para aprovechar al máximo el talento de las personas, mantener la motivación en el grupo y lograr una performance de alta calidad. Cuando asumí el rol no esperaba que una actividad extracurricular de música me fuera a enseñar tanto.

¿Cómo combinas tu actividad musical con tu trabajo?
Hago música en las noches y los fines de semana. Mi identidad alrededor de la música ahora me acompaña también en el trabajo. Comparto este lado de mi vida con las personas con las que trabajo y creo que eso es importante. Me hace sentir 100 % cómoda en un ambiente profesional. Por otro lado, creo que sienta un precedente importante para que otras personas también traigan su identidad completa al ambiente laboral. Esto es clave para promover un espacio seguro donde las personas puedan desenvolverse y desarrollarse con libertad.

¿Dónde trabajas actualmente, desde cuándo y qué labores cumples en el puesto que tienes?
Hoy lidero el área donde se gestionan los productos que llamamos Daily Banking en el BCP. En esencia, son todos los productos financieros de Banca Personal con los que una persona interactúa de manera cotidiana. Me encuentro en este puesto desde enero de este año.

¿Qué disfrutas de tu trabajo?
Muchas cosas. Por un lado, tengo mucha interacción con otras áreas, lo que me permite aprender muchísimo de temas relacionados con mis productos, y juntos emprendemos proyectos bastante retadores. Sin embargo, hace algunos años me di cuenta de que lo que más me gusta es contribuir en el desarrollo de los demás. Disfruto mucho de ayudar a mis equipos a que continúen creciendo profesionalmente y cumpliendo sus metas personales.

¿Qué otros trabajos has tenido y qué proyectos realizados en ellos te han enriquecido?
El BCP fue mi primer trabajo después de graduarme de Ingeniería Industrial. Trabajé ahí durante poco más de cuatro años y luego me fui a hacer un MBA a Estados Unidos. Después trabajé cuatro años en el Boston Consulting Group, en Nueva York. En general, los proyectos que más me han enriquecido son los que me han permitido retar el statu quo a través de nuevas propuestas de valor o una forma diferente de hacer las cosas.

¿Qué aspectos consideras clave en tu desenvolvimiento profesional?
Creo que es una combinación de dos elementos: el pensamiento crítico y la comunicación. Ambos permiten que uno pueda cuestionar paradigmas y hacer las preguntas correctas para encontrar dónde están las oportunidades para ser más eficientes o efectivos, comunicando de forma clara y aportando de forma constructiva a sus equipos.

¿Qué reto especial has enfrentado en tu carrera?
Muchos, pero podría mencionar un reto interno. Me ha tomado mucho tiempo (mis 32 años) hacer las paces con la idea de que soy bachiller en Ingeniería, artista, ejecutiva de banca y mujer, todo a la vez. Y ninguna de estas identidades cancela la otra. Me ha servido muchísimo buscar activamente ejemplos de otros profesionales multidimensionales como ejemplo para interiorizar que está bien traer todo lo que uno es a todos los espacios de la vida; y creo que, probablemente, esa es la única manera de encontrar un buen balance y ser feliz.

¿Qué recuerdos guardas de la Universidad de Lima?
La oportunidad de experimentar es lo que más recuerdo y valoro. Utilicé el tiempo, el espacio y los recursos que me dio la Universidad de Lima para explorar muchas cosas diferentes. No solo la música, sino también el debate a través del Modelo de Naciones Unidas, cursos de diseño en la Carrera de Comunicaciones, entre otras cosas. Esto me permitió, además, conocer personas de carreras diferentes que hasta el día de hoy son de mis mejores amigos.