Universidad de Lima

Para la docente Mónica Báez ha sido emocionante ver cómo la Carrera de Arquitectura ha ido creciendo y ganando prestigio en el mercado laboral, desde el año 2010, en que se creó, hasta el día de hoy. Le llena de orgullo ver la demanda de arquitectos Ulima, así como sus logros profesionales y académicos, cuando realizan estudios de maestría en el extranjero.

¿Cómo recuerda la Carrera de Arquitectura en el año 2010, cuando se creó?
En esa época conocíamos a todos los alumnos, pues había solo dos secciones; recuerdo que era un grupo muy simpático. Éramos un grupo pequeño de profesores, nos dedicábamos a planificar las cosas con mucho entusiasmo y para nosotros fue muy emocionante observar el crecimiento de la Carrera y ver a los alumnos llegar a la Universidad con las primeras maquetas, así como verlos ocupar cada vez más salones. El inicio de la Carrera fue una época muy bonita, que recuerdo con mucho cariño. Por otro lado, los profesores teníamos bastantes ocupaciones, porque al principio normalmente los alumnos aprenden algunas cosas de lo que ven de alumnos mayores: cómo son las dinámicas, cómo se hacen las maquetas, etcétera, así que los profesores los ayudábamos en ese sentido. Poco a poco fueron encontrando ellos mismos su propia dinámica. Era una carrera nueva, pero el respaldo de la Universidad de Lima como institución les daba confianza a los estudiantes desde un inicio.

¿Qué cambios ha habido en lo académico?
A lo largo de este tiempo hemos realizado una revisión constante de los procesos, a fin de mejorarlos. Tenemos una metodología que permite a los estudiantes “aprender haciendo”, que resulta muy efectiva. Por otro lado, no hemos cambiado las ideas originales de la Carrera. Un aspecto importante, por ejemplo, es el de la capacidad de gestión que se desarrolla en nuestros estudiantes. A veces los alumnos me preguntan si a mí me enseñaron lo mismo que yo les enseño, y la verdad es que no. A mí no me enseñaron a hacer paneles ni un portafolio y tampoco la gestión de un proyecto. Cuando yo me gradué, sabía diseñar, pero no cómo hacer que un proyecto fuera factible. El perfil de la Carrera de Arquitectura de la Universidad de Lima incluye esa parte. Los arquitectos necesitan salir cada vez más preparados y saber realizar sus propios emprendimientos. La Universidad de Lima se preocupa por eso, vamos a la par de los cambios a nivel mundial.

¿Cómo ve el interés de los empleadores en nuestros egresados de Arquitectura?
Los empleadores nos llaman solicitando arquitectos y practicantes de la Universidad de Lima, porque tienen un perfil que les interesa. Es muy importante para nosotros, sobre todo considerando que la Carrera tiene solo diez años, eso implica que es una carrera joven aún, nuestros egresados tienen muy poco tiempo en el mercado laboral, pero ya se ve su calidad profesional. Están encaminados, están generando emprendimientos, estudiando maestrías en el extranjero, van ascendiendo en las empresas y se hacen cargo de responsabilidades importantes.

También ganan concursos.
Así es. Recuerdo cuando tres estudiantes se presentaron al concurso Alacero y ganaron a nivel nacional, por eso nos fuimos a México con los ganadores, para continuar la etapa internacional. Este es un concurso de diseño arquitectónico y nuestros alumnos participaron con un diseño de vivienda colectiva. Es muy satisfactorio ver cómo progresan y se miden con sus pares internacionalmente.

¿Qué han significado para usted estos diez años en la Universidad de Lima?
Nunca había trabajado durante tanto tiempo en un solo lugar, y debo confesar que ha sido una experiencia muy grata y muy importante para mí. Además del compromiso que implica formar profesionales para el país, para mí ha sido muy satisfactorio ser parte de un proyecto desde sus inicios y ver a nuestros egresados desenvolverse tan bien en el campo laboral, con un pensamiento crítico y ético. Es agradable ser parte de este equipo que ha ido creciendo y es maravilloso ver cómo la Carrera se ha posicionado en el mercado.