La llegada de la COVID-19 ha generado en las personas una transformación obligatoria y ha dado lugar a conductas distintas de adaptación. Aquellas mascarillas que veíamos por televisión, de uso cotidiano en algunos países lejanos, se convirtieron en una pieza de uso diario a nivel mundial. Nuestra educación también ha cambiado; debido al cierre de colegios y universidades, se ha dado paso a la educación virtual al cien por ciento. El teletrabajo es otra actividad que se incrementó y que, posiblemente, permanezca como el modo de trabajar de muchas empresas.