A lo largo de nuestra historia, hemos podido comprobar la enorme influencia del derecho extranjero en el derecho nacional: el nuestro se convirtió, principalmente, en receptor de teorías, doctrinas, normas, principios e instituciones de otros ordenamientos jurídicos. En especial, recibimos influencia de aquellos pertenecientes a la familia del civil law y del sistema romano-germánico, del cual formamos parte.