Universidad de Lima

“Antes, innovar era una opción. Ahora, con la aceleración tecnológica y sin la transformación digital, las empresas líderes de ayer no existirán mañana”. Esta sentencia casi apocalíptica, extraída de un video mostrado durante la conferencia “Transformación digital. El impacto en los líderes del futuro”, del último Miércoles de Ingeniería, no es exagerada. Ciertamente, el escenario en el que trabajaban las empresas hace 20 años era completamente diferente del que se vive hoy, y en pocos años los cambios serán mayores y más radicales. 

El evento, organizado por la Carrera de Ingeniería de Sistemas, tuvo lugar el 27 de septiembre, en el Aula Magna B de nuestro campus.

Francisco Escudero, graduado de la Carrera de Ingeniería Industrial por nuestra Casa de Estudios y director de la Unidad de Negocios de SAP y Aplicaciones Empresariales en Everis Perú, fue el expositor del evento, en el cual aseguró que, debido a la transformación digital, no solo la forma de trabajar cambia completamente, sino también la forma de pensar: “Las personas somos la base de este cambio, no lo son solo las empresas o la tecnología; justamente es la estrategia la que impulsa esa transformación”, aseguró Escudero.

Para el ponente, las empresas exitosas en el futuro próximo serán aquellas que brinden experiencia digital de cliente diferente (innovaciones tecnológicas en venta por internet), posean modelos de atracción digital (modos más eficientes de publicidad en internet), sean eficaces en procesos digitales (métodos más fáciles de medir por estar digitalizados), ofrezcan productos y servicios diferenciados, y utilicen un sistema de distribución digital. La que siga estas pautas, apuntó el especialista, “es una empresa que lo que ha desarrollado es una inteligencia digital, y esto es parte de lo que debería ser una estrategia de compañía”.

Pero esto no puede estar aislado. Es preciso que vaya acompañado con gestión de personas y con la mejora del entorno de trabajo y de la cultura organizacional. Para Escudero, lo más importante será todo aquello que no pueda ser digitalizado, pues se convertirá en lo más valioso. Dentro de ese grupo se encuentra el ser humano: “En el futuro, las características propias humanas, como la imaginación, la creatividad, la emoción, la intuición o la ética, no las va a tener un robot… Al menos no en los próximos años, y, en el fondo, eso es lo que va a tener más valor”, finalizó.