26 de Junio de 2017
Se realizó charla sobre el potencial de la acuicultura
La Carrera de Economía, junto a la Facultad de Ciencias Empresariales y Económicas, en su objetivo de discutir temas vinculados a distintos sectores económicos, organizó la conferencia “Potencial de la acuicultura en el desarrollo económico del Perú”, que tuvo como invitados al ingeniero pesquero Luis Merino y a la presidenta del Directorio de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), Elena Conterno. La charla se llevó a cabo el 11 de mayo en el Aula Magna B.
Merino abordó principalmente los objetivos de la reciente promulgación, por parte del Ministerio de Producción, de la Ley General de Acuicultura. Esta busca desarrollar la acuicultura en sus tres escalas: pequeña escala (consumo y venta minorista), menor escala (comercio) y gran escala (comercio industrial). Asimismo, tiene como meta expandir el desarrollo productivo de cultivos emergentes como el lenguado, el paiche y las algas rojas, que se suman a los más tradicionales: langostinos, trucha y tilapia. Por último, señaló que es de igual importancia que personal entrenado brinde asistencia en temas de capacitación y formalización en zonas acuíferas alejadas, pues para consolidar la industria no se necesita “producir por producir, sino analizar la rentabilidad de la actividad” e implementar tecnologías que ayuden a este fin.
Por su parte, Elena Conterno destacó toda la innovación que involucra la acuicultura, pues, por ejemplo, esta actividad requiere de tecnología de reproducción asistida y del desarrollo de alimentos que contengan los nutrientes que demande el mercado para que sean consumidos por las especies en desarrollo. Añadió que es una actividad que encaja muy bien dentro de la tendencia global de conocer más los alimentos que consumimos y el efecto que su producción ocasiona en el medio ambiente. Sumado a esto, señaló que la gama de posibilidades de cultivo es mayor hoy en día, pues muchos productos acuíferos tienen usos cosméticos y fertilizantes. Sin embargo, alertó que para que la industria se consolide se necesita superar tres desafíos: la poca inversión en innovación e investigación, la inseguridad en algunas de las zonas aisladas donde se desarrolla la actividad, y la relación con las comunidades residentes en las zonas de cultivo, donde, en muchos casos, “se ve a la empresa grande como a un villano”.
