17 de Abril de 2017

Semiótico Herman Parret brindó seminario en la Ulima

Conmemorando el centenario del nacimiento del padre de la semiótica estructural, Algirdas Greimas, la Carrera de Comunicación y la Asociación Peruana de Semiótica, cuyo director es nuestro rector Óscar Quezada, organizaron el seminario titulado De las Estructuras Semióticas a las Estesias en el Arte. Un homenaje a Algirdas Greimas. 

El seminario, llevado a cabo del 27 al 31 de marzo en el Edificio Q, contó con la presentación del semiótico, filósofo y estudioso de la estética Herman Parret, quien visitó nuestro campus por séptima vez. Sus comentarios giraron en torno a los temas abordados en su reciente libro La main et la matière. Jalons exemplaires d’une haptologie de l’œuvre dart y complementaron una exposición previa de Parret en la Universidad de Lima, titulada Del Ojo al Tacto, realizada en el 2013. 

“Así como se toca con los ojos, se ve con el tacto. Esa es la estética haptológica de la que va a hablar Herman Parret”, dijo a modo de introducción Desiderio Blanco, precursor de la semiótica en el Perú y profesor emérito de la Universidad de Lima, quien, junto a Óscar Quezada y el docente José García, acompañó a Parret a lo largo de esta semana de discusión. 

Parret abordó el modo en el que la semiótica y la estética se conectan a partir del trabajo de Algirdas Greimas y sus discípulos, especialmente Paul Valéry, quien exploró la experiencia estética de tocar con los ojos definida como haptología, concepto al que Blanco hizo referencia en la introducción. 

En sesiones posteriores, Parret intentó establecer conexiones entre el trabajo de Friedrich Nietzsche y la estética haptológica. Aunque esta visión no es explícita en Nietzsche, explicó, en sus ideas existe una predominancia del tacto por encima de otros sentidos. Así, por ejemplo, su ética es consecuencia de una valoración de lo material. 

Por último, el profesor dedicó su sesión final al futuro de la semiótica. De forma más específica, a cómo podría cambiar su concepto de estructura, dado que, para él, entender la estructura como algo fijo condenaría a la semiótica a su fin. Por ello concluyó que, para mantener su vigencia, la semiótica debería pensar en “estructuraciones” en vez de estructuras; es decir, modificar los modelos clásicos e incluso crear otros nuevos. 

Con ese horizonte, Parret se despidió, dándole las gracias a la Universidad y pronosticando una pronta visita. “La Universidad de Lima está honrada de haberte tenido”, le dijo Óscar Quezada, canalizando el agradecimiento de los estudiantes, docentes y académicos presentes en el seminario.