11 de Febrero de 2014

Comprometida para servir

Ana Lucía Marín (Psicología).

Ana Lucía Marín, licenciada de nuestra Carrera de Psicología y analista de reclutamiento y selección de Luz del Sur, cree firmemente en que la vocación de servicio es indispensable para desenvolverse en el área donde ella trabaja, que está enfocada en atraer talentos y en atender las necesidades de los distintos clientes internos de una organización, entre otras tareas.

Es la primera vez que laboras en el sector de energía. ¿Qué destacas de esta experiencia?
En Luz del Sur he podido comprender el sector energético y conocer los perfiles tan técnicos y específicos de los talentos que son requeridos por la entidad, como pueden ser un técnico de dirección y control de un sistema eléctrico de media y alta tensión o un experto en maniobras de alta tensión. Es un mundo totalmente diferente del de las contrataciones habituales de un especialista en márketing, un administrador o un contador.

Cuéntanos sobre tus tareas como analista de reclutamiento y selección.
Una de mis principales funciones consiste en atraer y seleccionar el mejor talento que existe en el mercado para cubrir las posiciones vacantes que necesita la organización.

¿Qué cualidades debe tener una psicóloga que desea ocupar este puesto?
Sobre todo, vocación de servicio. Porque, en efecto, lo que hacemos desde esta área es ofrecer servicios a los diversos clientes internos, a los que asesoramos y, luego, ellos toman la decisión final.

El área de atracción y gestión del talento es, ante todo, estratégica.
Efectivamente. Sin embargo, muchas empresas todavía consideran esta área como de soporte, cuando en realidad se trata de un área estratégica. Hay que considerar que si los talentos no funcionan o no se desarrollan, eso propicia a la larga que la organización genere pérdidas por rotación de personal o porque los colaboradores no rinden al 100 por ciento de sus capacidades. En cambio, un talento bien llevado y feliz trabaja más allá del 100 por ciento de lo que puede dar.

También has laborado en Arellano Márketing y en el Grupo UCAL Toulouse. ¿Qué resaltas de estos procesos?
En Arellano Márketing fui parte del equipo de desarrollo organizacional. Ahí me llamó la atención la manera como marketeaban o promocionaban a los talentos internos y a los colaboradores. En cuanto al Grupo UCAL Toulouse, tuve la oportunidad de integrar el grupo que implementó el área de gestión humana, que tenía sólo 3 meses de creada cuando ingresé a trabajar ahí. Además, era la única psicóloga del equipo, de manera que, junto a mis compañeros, implementé una serie de nuevos procesos, lo que fue todo un reto y una gran responsabilidad.

¿Qué te motivó a formarte como psicóloga en la Universidad de Lima?
La visión empresarial de la Universidad de Lima siempre me llamó la atención. Por otro lado, tengo vocación por ayudar a las personas, por lograr que ellas den lo mejor de sí en el trabajo, un lugar en el que podemos estar más tiempo que en casa. Por eso es tan necesario que un talento encaje en la cultura organizacional de una entidad, ya que así estará motivado y trabajará bien. En la actualidad, este detalle es aún más relevante si se considera que ya no sólo las empresas eligen los colaboradores que quieren reclutar, pues ahora los talentos también tienen la chance de escoger la organización a la que quieren pertenecer.

¿Qué valoras de tus vivencias en la Universidad de Lima?
Tengo muy presente esa preocupación de los profesores hacia los alumnos. Era una relación cercana y la vez de respeto, propiciada por una autoridad que se gana el cariño de los estudiantes por sus cualidades humanas y sus conocimientos. Los alumnos no éramos sólo un código. Nos valoraban como personas.