17 de Agosto de 2018

Cortometraje de graduado Ulima queda finalista en el Festival de Cine Insólito

Diego Mezarina, fanático de los géneros de terror y de suspenso, comenzó a hacer cortometrajes en el 2004. Tras cuatro rodajes, decidió ensayar algo distinto, una historia sin palabras. Así, escribió el guion de Intocable, dirigió las escenas y, junto con un equipo de profesionales, obtuvo un corto que ha quedado finalista en Insólito, Festival de Cine de Terror y Fantasía.

Diego es comunicador por la Universidad de Lima y ahora se prepara para rodar la película Letales, que será una continuación de Intocable.

¿Por qué decidiste hacer este cortometraje?
Conocía a Magda Bustillos, quien fue mi socia en este proyecto. Ella hace fotografía artística y de eventos. Nos encontramos en un trabajo, había visto mis antiguos cortos y me propuso hacer uno nuevo. Me animé y empecé a dibujar una historia sin diálogos.

¿Fue complicado transmitir todo lo que querías sin palabras?
Fue difícil, definitivamente. Mi meta era que quien lo viese, poco a poco, desarrollase interés por seguir la historia y entendiese qué pasa. La trama es violenta.

¿De qué trata, exactamente?
Gira en torno a una joven perturbada que nos sumerge en un episodio de violencia sin dar a entender sus objetivos o motivaciones. Es poco a poco que se van comprendiendo sus propósitos. Ella se siente más allá de las leyes de Dios y del hombre. Esta historia forma parte de un plan para una cinta que se llamará Letales, y sigue el estilo de Pulp Fiction o de Amores perros; son minihistorias que conforman una película.

¿Cuál es el punto en común entre estas historias?
Un crimen. Varían entre suspenso, terror, acción y humor negro. Hay una onda violenta en todas ellas, con un toque de morbo. Yo pienso que, si uno hace terror o suspenso, tiene que captar la atención del espectador... No puedes ser mezquino con las escenas. No se trata de mostrar intestinos por toda la pantalla, pero hay escenas que necesitan una cuota de violencia para sustentar la trama.

¿Cómo fue el proceso de rodaje?
Empezamos a grabar en junio del 2017, con la meta de hacerlo en una sola jornada, pero eran demasiadas tomas y, al final, tuvimos cinco jornadas de grabación a lo largo de cinco o seis meses. Todo el equipo estaba interesado, pero faltaba tiempo. Otro tema fue dar con la actriz principal. Hay un desnudo, que complicaba la búsqueda. Al final, Ximena Gamio aceptó ser la protagonista.

¿Cómo vienes trabajando el tema de la difusión?
Envío el corto a todos los festivales posibles. Aparte de presentarme en Insólito, donde quedé finalista, los encargados del festival —Lina Durán, Luis Vélez y Claudio Cordero— me han incluido en una serie de muestras que han llamado Lo Mejor de Insólito. Ya ha habido presentaciones en Lima y en Trujillo y van a seguir por todo el Perú. Mi corto se ha proyectado junto con los ganadores en la muestra de Cine al Paso, muy conocida en Trujillo. También en el Segundo Festival Independiente de Arequipa, en el Encuentro de Cine Independiente (ENCI), de Herbert Bazán, y en la muestra de Cortos Bizarros. En los cuatro meses que tiene, ha estado en cinco eventos y en nueve muestras en Lima, Trujillo y Arequipa. Además, fue seleccionado en la muestra oficial de la Feria Internacional del Libro de Trujillo 2018, y se proyectó el 16 de agosto.

¿Lo has enviado al extranjero también?
Sí, lo he enviado y estoy a la espera de las respuestas. El objetivo es entrar a diez o veinte festivales. Quiero mostrar mi arte y lograr que la gente se interese por la película que viene a continuación, y que inviertan. Necesito inversión privada, gente fan del terror y del suspenso.

¿Cuál es el presupuesto que necesitas?
No más de 60.000 dólares, que es un presupuesto reducido. Pienso pedir entre 5000 y 10.000 dólares por inversor. Con un poco de suerte y un buen plan, podría filmar a inicios del próximo año. La clave es no endeudarme. Para el corto me ha ayudado mucha gente, pero hacer una película sin dinero es absurdo. La idea es que los técnicos, los actores y todos disfruten del trabajo y de una retribución económica.

¿A cuánto ascendió la inversión para la realización del corto?
No gastamos mucho. Grabamos en mi departamento, en los jardines del edificio y en mi casa de San Miguel. Además, me ayudaron mucho en la edición, el sonido y el color, porque, cuando mostré el proyecto, el equipo se interesó bastante. Eso habría costado entre 3000 dólares y 4000 dólares.

¿Quiénes formaron parte del equipo?
Aparte de Ximena, actúan Xavier Zabalbeascoa, Anabel Vílchez, Marisol Silva, Isabel Verástegui, entre otros. En la parte técnica, Magda hizo cámara y dirección de fotografía. La edición la hicimos juntos. En sonido trabajó Paula Chávez, que hizo el diseño y el post de sonido. Y en color estuvo Istav Nile.

¿En qué etapa estás de tu siguiente película?
Estoy dándole los puntos finales al guion y, aparte, estoy filmando el corto Ego te absolvo, que significa “Yo te absuelvo”. Es un corto experimental, mucho más fuerte que Intocable, de suspenso. Tiene que ver con la perspectiva del Infierno o de lo que debería ser el Infierno. Tiene la base de La divina comedia de Dante Alighieri. Trata de un hombre machista y misógino, que muere y pasa a un estado de penitencia.

Aparte de los cortos, ¿qué has hecho desde que saliste de la Universidad de Lima?
Al terminar, fundé una casa productora, El Diego Producciones. He hecho videos para empresas, colegios, etcétera, pero lo que más me gusta es el cine. Recientemente dirigí el videoclip de Espacios vacíos, tema de la banda peruana 6 Voltios. El líder, Alexis Korfiatis, vio mi trabajo y me contactó para hacer el clip, que ya tiene como 30 000 visitas en YouTube. Me gustó mucho hacer este trabajo.

¿De qué manera te marcó la Universidad de Lima?
Para mí fue grato mi paso por la Universidad de Lima; allí aprendí sobre cine, hice mis primeros rodajes y tuve buenos maestros, como Chacho León Frías, Ricardo Bedoya y Emilio Bustamante.