06 de Abril de 2018

Una escuela de emprendimiento basada en valores chinos

El método Wu Xing Empresarial consiste en entender, de manera holística, cómo ciertos valores contribuyen a fomentar el espíritu emprendedor. En el Perú, este método empieza a ser aplicado por el Global Institute of Entrepreneurship Thought (GIET), cuya gerente general, Rosa Miranda, es graduada de la Carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad de Lima.

¿Cómo surgió la idea de crear una escuela de emprendimiento basada en una corriente de pensamiento chino?
Primero debo comentar que sentí curiosidad por ver cómo los asiáticos han crecido económicamente de una manera impresionante en las últimas décadas. Entonces investigué qué elementos podrían estar interactuando en el interior de su cultura y de los empresarios, y encontré que el equilibrio era un común denominador y que podía explicar, en buena medida, el éxito del emprendedor oriental. Y esta cultura del equilibrio se basa en ciertos elementos culturales chinos, como el feng shui; en ciertos principios y teorías taoístas, como el yin y el yang y la teoría de los cinco elementos y en ciertos aspectos éticos del pensamiento confuciano. El modelo Wu Xing Empresarial es una aplicación práctica de la teoría china de los cinco elementos, que a su vez se basa en dos de las corrientes filosóficas principales en ese país: los pensamientos taoísta y confuciano.

¿Cuáles son estos cinco elementos y cómo se relacionan con un método empresarial?
Estas cinco energías o elementos son el sueño, la paciencia, el orgullo, la pasión y la proactividad. Todos ellos interactúan en dos ciclos. Dependiendo del ciclo, interactúan y generan energías positivas o negativas. Lograr el equilibrio entre ellas hará que las energías negativas disminuyan y se fortalezcan las positivas. Los cinco elementos o el Wu Xing es un concepto que se ha aplicado también en la medicina, la arquitectura y hasta en el diseño de interiores.

Y ahora has creado una escuela de coaching basada en el Wu Xing.
Sí, formé primero una empresa basada en este modelo, el Global Institute of Entrepreneurship Thought (GIET), para contribuir con valores empresariales. Con esta he registrado la Escuela Confuciana de Negocios para capacitar a las personas en el modelo, por medio del coaching. El objetivo es contribuir al éxito empresarial, a través de la difusión y promoción de los valores éticos confucianos. Hemos tenido ya nuestra primera promoción de Coach Tao, la mayoría de los alumnos que hemos tenido son tusanes. Hemos capacitado a los alumnos respecto al proceso emprendedor y la metodología más adecuada para desarrollar en las personas las capacidades necesarias para emprender exitosamente.

¿Qué la diferencia de otras escuelas de coaching y de emprendimiento?
Nosotros tenemos una visión integral del proceso y entendemos que este debe ser gobernado por el equilibrio. Eso diferencia marcadamente al emprendedor oriental respecto del occidental. Por otro lado, la diferencia entre nuestra escuela y otras es que incidimos en cada una de las habilidades emprendedoras de los participantes, como parte de un sistema. Un emprendedor debe sentir ese equilibrio entre la pasión y el sueño, no puede haber exceso de ninguno de estos sentimientos. Eso es primordial en la cultura china y consideramos que es primordial también en los emprendedores, es lo que los enfoca y les permite dirigir sus objetivos con la dosis justa de pasión, de paciencia, orgullo, etcétera.

¿Crees que este modelo es aplicable a todas las realidades culturales?
Si bien se basa en elementos culturales chinos, también se basa en valores occidentales. Creo que es un modelo de aplicación universal, pretende identificar las debilidades y las fortalezas de las personas al momento de emprender y busca reforzar las fortalezas.

¿En qué ha consistido el curso?
El curso ha durado medio año de entrenamiento y de clases sobre este modelo, y ha incidido en fortalecer los valores empresariales.

¿Podrías mencionar algunos de estos valores?
En la disciplina de comunicación, por ejemplo, tenemos valores como negociación, asertividad, empatía y persuasión. Son valores empresariales, y cuando uno fortalece un valor, contribuye al funcionamiento del motor emprendedor.

¿Qué les ha parecido a los alumnos esta capacitación?
Los integrantes de esta primera promoción están muy contentos y agradecidos, porque sienten que se han enriquecido. Muchos de ellos son tusanes, descendientes de chinos, sin embargo, no conocían su cultura. Con este curso la han conocido un poco más, se han sentido más identificados con ella y han quedado satisfechos por la vinculación que hemos hecho entre la cultura china y el emprendimiento. Han asistido algunos psicólogos y me ha parecido muy interesante que me comentasen que, al fin, han encontrado un curso como este, que incluye valores que pueden transmitir a otras personas, con un enfoque holístico y sistémico.

¿Qué planes tienes después de este primer curso?
Ahora la idea es ofrecer otros servicios empresariales, como asesorías, investigaciones, planificación estratégica, etcétera. Se implementará también una academia preemprendedora para jóvenes de los dos últimos años de secundaria, así como jornadas emprendedoras.

¿Cómo contribuiría este modelo en la formación de los jóvenes?
Podrán conocer su perfil vocacional, sus aptitudes, y decidir sobre su futuro mediante un test de empleabilidad. La idea es que se capaciten y fortalezcan sus habilidades blandas para que tengan un mejor desempeño.

¿Qué tal tu experiencia en la Universidad?
Tengo un enorme cariño por la Universidad de Lima, tuve excelentes profesores, que me exigieron bastante, me motivaron y me retaron. Además, yo estudié en un colegio religioso, solo de mujeres, por lo que estudiar en la Universidad con chicos y chicas provenientes de diferentes lugares abrió mi perspectiva. Hoy puedo decir que mis mejores amigos son de la Universidad.