13 de Diciembre de 2017

Alumnos y graduada participarán en programa japonés Barco de la Juventud

El Barco de la Juventud Mundial es un programa promovido por el gobierno de Japón, que reúne cada año a los más destacados jóvenes líderes de todo el mundo para desarrollar sus habilidades y compartir una experiencia de intercambio cultural, poniendo en agenda temas importantes de interés global. En la convocatoria de este año, dos de nuestros alumnos han sido elegidos para ser parte de este viaje: José Antonio Paz Krumdiek (Derecho) y Nicole Higa Kobashigawa (Psicología), además de nuestra graduada Natalia Thornberry (Comunicación). En esta entrevista, ellos nos cuentan sobre su postulación y dan detalles de los preparativos que vienen realizando.

¿Cómo se animan a participar del programa?

Nicole: Mi madre pertenece a la colectividad de cantantes nikkéi y uno de sus compañeros fue a esta beca hace tres años. Él me comentó sobre esto y vi sus fotos en Facebook, así que me animé a ir a la presentación de la delegación y me pareció una estupenda oportunidad para viajar.

Natalia: Muchos de nosotros hemos llegado a esta beca porque conocemos a exparticipantes. Yo tengo una prima que ha participado antes y ha sido una national leader. La admiro bastante y sigo sus pasos, así que me animé también.

José Antonio: Yo me enteré de este concurso por la página web de la Universidad. Estaba buscando conferencias y vi el anuncio de la charla en la Universidad de Lima. Asistí, y a la semana siguiente ya se debían presentar los documentos.

¿En qué consiste la postulación y la selección?

Nicole: Dan charlas en las universidades. Yo fui a la charla en el Centro Cultural Peruano Japonés, donde explicaron en qué consiste el programa y el proceso de selección. Primero, hay que entregar un personal statement, que son como 10 páginas y debe llenarse en inglés. Luego, los exbecarios revisan todas las respuestas y se pasa a la siguiente etapa, que son entrevistas con ellos. De ahí salimos seleccionadas 20 personas de diferentes universidades. Después viene el SWY Camp.

¿Qué incluye el personal statement?

Natalia: Lo primero son tus datos personales y luego te preguntan cómo crees que podrías contribuir a la delegación, los planes que tienes después del programa, etcétera. Yo lo hice desde Cajamarca y lo mandé con la incertidumbre de no saber con certeza si cumplía con los plazos.

Nicole: Ya desde la charla dijeron que era un desafío, y es cierto: yo me demoré casi una semana para llenar la ficha. Hacen preguntas para pensar.

¿Cómo les fue en las siguientes etapas?

Natalia: La entrevista después de la ficha fue por Skype y en inglés, muy rápido todo. Te preguntan sobre tu experiencia laboral principalmente. Yo ya había postulado en 2014 y quedé en la penúltima etapa, así que las personas que me entrevistaron fueron chicos que postularon conmigo ese año. Una de las preguntas más importantes que me hicieron fue qué había cambiado en mí desde entonces y cómo me sentía más preparada.

Nicole: Hemos estado prácticamente todo agosto siendo evaluados. Debíamos entregar papeles, hacer entrevistas, estar en el Camp y, finalmente, hacer la entrevista en la embajada. A esta fuimos el 15 y los seleccionados fueron solo 11.

José Antonio: En esa última entrevista preguntaron cosas de actualidad internacional. En ese tiempo estaba el tema de la amenaza que pesaba sobre Japón por parte de Corea del Norte, y me preguntaron qué opinaba al respecto. Era una interrogante sobre liderazgo, y cuando la respondí me dijeron que tengo las cualidades, pero además preguntaron cómo iba a lidiar con los demás jóvenes que también tienen esas aptitudes. No fue fácil, pero me fue bien.

Y a ustedes, Nicole y Natalia, ¿cómo les fue en la última etapa?

Nicole: También me preguntaron sobre realidad nacional y si había alguna noticia internacional que me llamara la atención en ese momento. Luego me interrogaron acerca de los países que íbamos a visitar y qué sabía de ellos. Hablé de todo un poco.

Natalia: Me fue bien, pero antes de esa entrevista estaba preocupada porque yo había llegado de Cajamarca la tarde anterior y me había levantado muy temprano. Temía que confundieran mi cansancio con dejadez. Felizmente, eso no sucedió.

¿De qué se trata el SWY Camp?

Natalia: Es un día de actividades grupales que sirve para ver cómo interactuamos con otras personas, cómo enfrentamos los retos y resolvemos lo problemas. Ahí solo fuimos 24 personas y todas tratábamos de tener un sentido de comunidad, combinado con un ambiente de competencia.

José Antonio: Las actividades eran variadas. Por ejemplo, debimos hacer la presentación de Perú, que duraba 10 minutos, con tan solo 30 minutos de preparación, y todo en inglés. Nos dividieron por grupos y todos los postulantes rotaban, de manera que pudieran pertenecer a todos los grupos. Todo lo que hacías estaba siendo evaluado, y eso te genera un poco de ansiedad, porque no sabes si lo estás haciendo bien o mal. Fue una jornada intensa: empezó a las 8.40 de la mañana y terminó cerca de las 4.00 de la tarde.

Nicole: Hicimos dinámicas que son competitivas aparentemente, pero en realidad se trata de cooperar. Fue un día lindo; al final hubo una dinámica de agradecimiento y casi todos salimos con la idea de que no importa quién salga elegido, porque igual vamos a estar bien representados.

Porque había gente bien preparada…

Nicole: Sí, la gente era de primera. La competencia era muy fuerte, había chicos que hacían voluntariados en asentamientos humanos; otros eran antropólogos, educadores; había de todo y todos eran muy buenos. Lo estupendo de este programa es que busca perfiles distintos para que la delegación sea lo más variada posible. He conversado con chicos que han llegado del barco y sienten que cambia su mentalidad, y los que te seleccionan buscan gente que valore esto precisamente.

José Antonio: Toda la gente de ahí estaba muy bien rankeada y con mucho compromiso social. Algunos tenían un emprendimiento con fines sociales; había traductores, psicólogos, comunicadores, abogados… Éramos un grupo de jóvenes con capacidad de liderazgo, pero también con muchas cosas que nos hacen auténticos y únicos.

En el caso de ustedes, ¿por qué actividad destacaron?

Nicole: Yo siempre he buscado medios de crecimiento personal desde el colegio, como participar en programas de coaching. He estado en programas transformacionales y eso es lo que me ha llevado a involucrarme en el desarrollo de las personas. Me gusta hacer muchas cosas diferentes y ocupar mi tiempo en algo que sea para ayudar a alguien. Hace dos años soy voluntaria en la Asociación Ronald McDonald, una casa hogar para niños con enfermedades difíciles, que vienen de provincias para someterse a un tratamiento en el Rebagliati. También gané el Concurso de Investigaciones Empíricas en la facultad el ciclo pasado. Siempre me gusta dar lo mejor de mí en lo que sea que haga.

Natalia: Después de la experiencia de haberme quedado por un pelo en este programa, tomé otro rumbo en mi carrera y postulé a Enseña Perú, un programa que capta el talento joven. Me prepararon por un mes, de manera intensiva, para ser profesora, y en 2015 me fui a vivir a Cajamarca por esto. Dejé todo en Lima para enseñar en una escuela rural de un centro poblado que queda como a tres horas, y después debes caminar una hora y media. Esto lo hice todo el 2015 y el 2016.

José Antonio: En mi caso, ha sido una cuestión más orientada al desarrollo sostenible. He participado en tres modelos de Naciones Unidas, y en el que se realizó aquí en la Universidad salí elegido como mejor delegado y mejor delegación. También fui representante estudiantil en mi colegio e hice voluntariados. Ya dentro de la Universidad, hice asesoría jurídica junto con la revista Advocatus, en distintos distritos de pocos recursos.

Una vez que lleguen a Japón, ¿qué sigue?

José Antonio: Salimos el 16 de enero de Lima y nos reuniremos en Japón con todos los demás participantes de diferentes países. Visitaremos Tokio y viajaremos a distintas provincias del territorio nipón.

Nicole: Tokio será el punto de concentración de los once países invitados. Luego nos dividirán por delegaciones de país para ir a una prefectura (un departamento) y hacer homestead con una familia japonesa. Nosotros vamos a ir al norte y estaremos tres días para saber cómo es la vida allí. Es una experiencia de inmersión y todo un reto, porque nos han contado que hay familias que hablan solo japonés. Estamos pensando llevar regalos a las familias que nos hospedarán.

José Antonio: Luego regresaremos a Tokio y nos quedaremos en la Villa Olímpica con todos los delegados. Ahí vamos a estar reunidos y haremos actividades de deportes y de recreación. Nos van a preparar para ir a bordo del barco y organizaremos los seminarios y los cursos.

¿De qué tratarán estos seminarios y cursos?

José Antonio: El tema en general es la contribución de la juventud al desarrollo sostenible, los derechos de los niños, el empoderamiento de la juventud, etcétera. Hay un experto que subirá al barco para esto. Aprenderemos a usar diferentes herramientas, como tocar un instrumento; aprenderemos un deporte, tips para presentar una exposición, y más. También enseñaremos nuestros propios talentos a los demás.

Nicole: Es como una autoexploración para conocerte y saber qué puedes enseñar a los demás.

Natalia: Antes de cada curso debes prepararte e investigar sobre la realidad de tu país, para que puedas participar con información acertada y que el grupo esté enriquecido.

¿Qué realizarán para conocer sobre cada país participante?

José Antonio: Habrá un tiempo para que cada persona comente algo de su país. Vamos a formar parte de comités para hacer una national presentation, que incluye 15 minutos de actuación con baile y 15 minutos de una presentación del país. Habrá también un espacio para ensayos y una comisión de la fiesta de despedida. Son varios temas, y lo bonito de este barco es que nosotros también tendremos que organizar cosas para formar la experiencia.

Nicole: Cada año las experiencias en los barcos son distintas. Cada delegación regala su experiencia a los demás.

¿Es decir que aceptan propuestas?

José Antonio: Sí. Por ejemplo, si uno quiere enseñar algo que sabe, anota el tema en una pizarra junto con la fecha en que dará su curso o conferencia, y la gente participa.

¿Qué recorrido seguirá el barco?

José Antonio: Tenemos dos puntos de desembarco en Singapur. Vamos a parar básicamente por combustible y agua, nos quedaremos dos días y dormiremos en el barco. Los otros puntos de desembarco serán Colombo, Sri Lanka y Kochi. En la India vamos a tener diferentes actividades, como visitar misiones sociales.

Nicole: Tendremos diferentes actividades en cada puerto y habrá una delegación de Sri Lanka y otra de la India, que nos darán la bienvenida. El viaje dura 45 días, pero a bordo son como 30 días. Cada delegación de país está compuesta por 10 u 11 personas. La de Japón tiene 100 delegados, y todos esos jóvenes conocerán a 10 delegaciones de 10 países. Para ellos es importante eso.

Ustedes también van a conocer culturas completamente diferentes. ¿Los han preparado antes para saber qué hacer y qué no?

José Antonio: Sí, hemos hecho exposiciones de los países que van a participar, para conocer su manera de comunicarse. Nos han dicho cuáles son las pautas de comportamiento de cada país. Es importante porque también habrá actividades con autoridades locales. Iremos a la Embajada de Perú en Japón, y nos va a recibir el embajador y cenaremos con él.

Nicole: Cuando vayamos a la prefectura, de visita para el homestead, nos recibirá el gobernador también. Está por confirmarse una audiencia con el príncipe heredero y veremos quiénes van a asistir. Además, el desembarco oficial será la fiesta en Sri Lanka y estarán distintos dignatarios, como el presidente y sus ministros. Tenemos que llevar ropas formales.

¿Cuáles son sus expectativas?

Natalia: Yo soy de las personas que no quieren ser demasiado específicas con sus expectativas, porque busco sorprenderme. Tengo la apertura suficiente para cambiar todo lo que sea necesario. Voy con mucha curiosidad, aunque tengo una idea de lo que nos espera.

Nicole: Por ahora estamos planeando todo lo que vamos a llevar. Tenemos que estar bien preparados y bien vestidos como delegación peruana. Cada país se presentará diferente y ahora estamos buscando auspicios para esto.

¿Cómo van con eso?

José Antonio: Tenemos un uniforme formal para la audiencia con el príncipe heredero. También tenemos polos con un logo del equipo y nos estamos organizando para ensayar las danzas peruanas. Las delegaciones anteriores han presentado un muy buen trabajo y por eso la valla está alta. Estamos viendo el tema de la puntualidad y también otros asuntos para que todo salga bien y mostrar al mundo qué es el Perú. Porque el objetivo del programa es ampliar la visión de la juventud y generar un ambiente de cooperación internacional entre jóvenes extranjeros y japoneses.

¿Algunos de ustedes tienen planes de nuevos proyectos o están realizando alguno?

Natalia: Yo quiero continuar por el camino de la docencia. Después de dos años de terminar el programa en el que participé, me contrataron en un organismo corporativo de Yanacocha, que ejecuta programas de desarrollo sobre educación. Ahí me han encargado capacitar a 45 niños reporteros, y los estoy preparando para que sean buenos comunicadores. Antes yo era asistente de dirección de varias obras de teatro y eso me apasionaba; pero si bien contribuía a la cultura, sentía que no era tan concreta. Así que busqué este cambio y tuve que sacrificar muchas cosas, pero valió la pena. Me encanta.

José Antonio: A mí me interesa mucho el tema de los derechos humanos y me doy cuenta de que el derecho constitucional es muy básico y cada ciudadano debería conocerlo. Por eso, a inicios de este año, queríamos formar una asociación entre varios alumnos de Derecho para enseñar la Constitución y dar a las personas las bases de lo que es el Estado, el Poder Legislativo, Ejecutivo, Judicial, etcétera. Así ellas podrían desarrollar un pensamiento crítico y utilizar la voz que tenemos como miembros de este Estado. Por cuestiones de tiempo no se ha podido realizar, pero pensamos hacerlo algún día.