25 de Julio de 2017

Líder de talentos

Con solo 31 años, Paola Salazar ha reunido una importante experiencia laboral, gracias a su compromiso con el talento humano y a sus permanentes deseos de aprender. Ella es egresada de la Carrera de Psicología de la Universidad de Lima y subgerente de Gestión Humana en la Corporación Financiera de Desarrollo (Cofide). En la siguiente entrevista, comenta sus logros profesionales y lo orgullosa que se siente de haber estudiado en esta Casa de Estudios.

¿Cómo llegas a tu actual trabajo?
Es curioso, pero todos los trabajos que he tenido los obtuve a través de Ulima Laboral Online, que es una página buenísima. Pasé por Belcorp, Protransporte, Manpower y el Grupo Breca. En el último caso tuve oportunidad de desarrollarme en varias empresas, como Centria, Agrícola Hoja Redonda y la Constructora Aesa, hasta que esta última cerró e ingresé como jefe de Recursos Humanos a Palmas Stores, para después venir a Cofide. Yo no estaba buscando otro trabajo en ese momento, pero me ubicaron de Ulima Laboral Online y acepté venir; ahora soy subgerente de Recursos Humanos.

¿Siempre has trabajado en recursos humanos?
Siempre. Aunque en mi etapa de estudiante pensaba que trabajaría en el área clínica, una vez que empecé a trabajar en recursos humanos noté que eso era lo mío. Hice prácticas desde el quinto ciclo de estudios. Como parte de mis labores acudía a trabajar a otras empresas, como Nextel, Graña y Montero y el Hospital Central FAP. En todos estos lugares, el proyecto consistía en hacer el levantamiento de perfiles de puestos y diseñar la escala remunerativa. Yo era practicante y los consultores líderes me enseñaron bastante. Sin duda, esa experiencia marcó mi línea de carrera. Más adelante hice una maestría en Ciencias Empresariales y dos posgrados en Gestión Humana.

¿Qué te atrajo de esta especialidad?
La gestión humana en sí, conversar con la gente, conocer sus problemas, adelantarme a sus necesidades. No me gusta ser una especialista exactamente, sino ver el tema de recursos humanos de manera integral, liderar equipos de trabajo y ser el soporte de las gerencias en temas de reclutamiento, selección, capacitación, etcétera.

¿Cómo es trabajar en una empresa pública?
Si bien Cofide es una empresa pública, funciona como privada. Tenemos un modelo de gestión humana muy interesante, con base en la meritocracia. Si te desempeñas bien, lo logras.

¿En qué consiste el modelo meritocrático?
Hacemos concursos para ocupar puestos; creemos mucho en las convocatorias internas y nos damos chances de ascender. Realizamos pruebas psicológicas y psicotécnicas, en tanto que el jefe que tendrá a cargo a la persona evalúa la parte técnica. Finalmente, unimos los resultados de las evaluaciones y decidimos si la persona puede ocupar el puesto; si no, llevamos a cabo una convocatoria pública o recurrimos a una empresa head hunter.

¿Cómo describirías el clima laboral de Cofide?
Tenemos muy buen clima laboral, nos preocupamos por el equilibrio entre la vida familiar y la laboral de todas las personas e incluimos a las familias en los eventos que organizamos. Por ejemplo, en octubre tenemos el Fantasy Day, que cae el día de Halloween: vienen los hijos de los trabajadores disfrazados y les ofrecemos un espectáculo. También realizamos concursos de dibujo y pintura, caminatas, etcétera. Nada muy costoso; nuestras actividades las desarrollamos en nuestro propio auditorio, a veces en parques. Somos austeros en nuestros gastos. Además, velamos por la salud de los colaboradores con el programa Vida Saludable. Estamos afiliados a una compañía de seguros y hay muchas cosas más que organizamos y que ayudan a que el clima laboral sea óptimo. Por eso hemos ocupado siempre buenos puestos en el concurso Great Place to Work, inclusive ganamos el primer lugar en nuestra categoría, en 2015. Este año obtuvimos el puesto 16 a nivel de Latinoamérica, en la categoría de 50 a 500 colaboradores.

¿Cuál ha sido tu mayor logro en toda tu experiencia laboral?
Recuerdo muy bien el desafío que me plantearon en Palmas Stores, empresa que maneja las marcas Roxy Fox, DC y Quiksilver. Cuando entré como jefa de Recursos Humanos, en realidad no existía esa área, solo había una persona que se ocupaba de la planilla, y a mí me encargaron organizar el área. Con la experiencia que había acumulado en empresas privadas, desarrollé todo lo que compete a gestión humana y a la esencia de una empresa. Diseñé el proceso de selección, puse en blanco y negro los valores de la compañía, organicé programas de capacitación, organicé programas para mejorar el clima laboral y un sistema de retención de talento. Esto último era muy necesario, porque había muchos universitarios que rotaban rápidamente y necesitábamos que se mantuvieran al menos un año en la empresa, ya que invertíamos en su capacitación. Fue todo un reto armar el área, pero recibí consejos de mis antiguos jefes, implementé cosas que había visto en otros lugares y lo logré.

¿Ya no piensas en el área clínica?
No, de ninguna manera, me encanta recursos humanos.

¿Cómo valoras tu formación en la Universidad de Lima?
En primer lugar, debo decir que la Carrera de Psicología en la Universidad me encantó, y eso lo llevo a todos los trabajos; siempre digo, sumamente orgullosa, que soy de la Universidad de Lima. Además, he aprovechado muy bien los cursos de organizacional. Recuerdo que nos graduamos 17 en la promoción, y todos fuimos personas muy comprometidas; la mayoría se encuentra ahora en jefaturas de buenas empresas. Para mí, es un orgullo haber estudiado en la Ulima.