25 de Julio de 2019

De alma guerrera

Lieneke Ratto hace deportes desde que tiene uso de razón. Pero hace tres años conoció el rugby y ya no piensa en otra manera de ejercitarse. Le ha ido tan bien en esta disciplina que ingresó a la selección peruana de damas, y jugará por el Perú en los Juegos Panamericanos Lima 2019.

Ella estudió Ingeniería Industrial en la Universidad de Lima y mantiene el vínculo con esta Casa de Estudios entrenando en el equipo femenino de Lima Rugby Club, conformado por alumnas y egresadas de la Ulima.

Ahora que ya estás alojada en la Villa de Atletas, en Villa El Salvador, ¿cómo ves el lugar y cómo se vive el ambiente deportivo?
La Villa es bonita. Estamos en un edificio que está ocupado en un 80 % por deportistas peruanos. Todo está bien organizado y tenemos de todo. Incluso hay un festival internacional y se realizan diferentes eventos. La anécdota de la semana es que entró al comedor Luis Fonsi, él cantará en la ceremonia de inauguración de los Juegos.

¿Cuáles son los equipos más fuertes que competirán esta vez?
De los ocho países que participan, los más fuertes son Canadá, Estados Unidos y Brasil. Precisamente Canadá y Brasil están en nuestro grupo. Nosotras llegamos muy bien preparadas y daremos nuestro mejor esfuerzo. Estamos muy calmadas, porque nos sentimos muy seguras por todo lo que hemos entrenado. Claro que minutos antes de los partidos siempre hay algo de nerviosismo, eso es normal, pero una vez que se ingresa a la cancha, eso se transforma en concentración y deseo de ganar.

¿Cómo se encuentra el equipo peruano para este campeonato?
Estamos bien. Hemos hecho varias giras preparatorias en Chile y Colombia: hemos jugado con las selecciones y clubes de ambos países. Además, mis compañeras viajaron a Nueva Zelanda, estuvieron allá unos 20 días. Yo no pude ir, porque veníamos de tener el Sudamericano y los Bolivarianos: estuvimos como 3 semanas fuera de Lima, y no podía faltar tanto al trabajo, así que ya no viajé.

¿Cómo se llevan entre ustedes?
Muy bien, realmente. El ambiente deportivo en rugby, en general, es excelente. En esta disciplina se desarrollan valores muy importantes, como la hermandad y el respeto dentro del equipo y hacia tus rivales. Tenemos un sentimiento de equipo, eso no lo aprendes de la misma manera en otro deporte.

¿Se cuidan mucho en la alimentación?
Como seleccionadas, formamos parte de un programa de apoyo al deportista y nos brindan asesoría nutricional para seguir una dieta balanceada. En un día de entrenamiento matutino, por ejemplo, tomamos un shake de proteínas muy temprano, luego tomamos el desayuno y no pueden faltar los huevos y el jugo de fruta; a media mañana, una fruta; y en el almuerzo, carbohidratos, que pueden ser papa, yuca, camote, con ensalada y una proteína. En la tarde, antes del entrenamiento, comemos una merienda; y en la noche, algo ligero, como una sopa de verduras.

¿Qué te dice la gente cuando se entera de que juegas rugby?
Se sorprenden, sobre todo porque soy mujer. Mucha gente no conoce cómo es este deporte, así que a veces tengo que explicarles. Cuando se enteran de que voy a competir en los Panamericanos, se interesan más y se sienten muy orgullosos por mí, con ganas de verme; eso es motivador. Bastante gente del trabajo ya ha comprado sus entradas para verme, por supuesto también mi familia. Mis amigos siempre me escriben cuando ven que se publica algo de mí.

¿No te comentan que el juego es muy brusco?
Puede haber esa idea, pero porque no conocen. Nosotras jugamos rugby 7, que es una modalidad de menor contacto, caracterizada por mayor evasión, agilidad… no es tan fuerte como el rugby union. De todo lo que he probado, este es el deporte que más me ha gustado. Yo juego de apertura, el equivalente a la armadora en básquet.

¿Cómo así te animaste por el rugby, que es tan poco común en el Perú?
Es verdad, recién se está desarrollando en el Perú y no estaba en mi radar hasta que llegué al último ciclo de la carrera y me probé en el Lima Rugby Club. Así fue que ingresé, me gustó y me quedé. Ya terminé de estudiar y trabajo, pero sigo entrenando ahí, me encanta.

¿Antes practicabas otro deporte?
Hago deportes desde que tengo uso de razón. En el colegio he hecho gimnasia, atletismo y básquet. Estando en la Universidad comencé a jugar futsal, incluso representé a la Universidad en esta disciplina y estudié Ingeniería Industrial becada, por mi desempeño deportivo y porque conseguí un promedio adecuado en notas.

¿Cuándo comenzaste a competir?
Desde el 2016. Ese año participé en un campeonato sudamericano y vamos todos los años. También estuvimos en los Juegos Bolivarianos, en Santa Marta, donde quedamos terceras.

¿Cómo hacías cuando estos campeonatos se cruzaban con tus clases?
Cuando un torneo o partido se me ha cruzado con las clases, siempre me han dado permiso para que no se me considere como falta, y después me ponía al día con los amigos. A veces se me han cruzado exámenes con viajes deportivos, así que hablaba con el decano de la Facultad y me daban facilidades para viajar y dar el examen en otra fecha. Lo mismo con algunas prácticas. La verdad es que siempre me apoyaron mucho. Esto me pasaba sobre todo con futsal, porque en rugby generalmente los torneos metropolitanos se llevan a cabo los fines de semana. Para mi primer campeonato sudamericano sí tuve que viajar y falté, presenté una carta de la Federación Peruana de Rugby y me convalidaron las faltas.

¿Qué te pareció estudiar Ingeniería Industrial en la Universidad de Lima?
Yo estoy muy feliz con mi carrera y con la Universidad de Lima. Mis papás también estudiaron Ingeniería Industrial en la Ulima y ahí mismo se conocieron. Incluso uno de mis hermanos estudió lo mismo, también en la Ulima; los dos ya terminamos, y mi hermano menor va por el mismo camino. Los cinco somos de Ingeniería Industrial de la Universidad de Lima, y todos felices. Mis papás no nos presionaron para nada, todos elegimos nuestros caminos y, por coincidencia, estudiamos lo mismo.

¿Dónde trabajas actualmente?
Estoy en Alicorp, en trade marketing de dos categorías puntuales. Me gusta mucho mi trabajo y también me apoyan bastante, me dan permisos con goce de haber cuando compito por el Perú. Los jefes son muy flexibles, me facilitan los permisos para competencias y para los exámenes que debo dar a veces en el Instituto Peruano del Deporte. Entreno tres veces a la semana en campo, después del trabajo. Otras tres veces en el gimnasio, en horarios flexibles: puede ser en la mañana o en la tarde-noche, y no necesita estar todo el equipo junto. Lo que sí debemos hacer juntas todas es el entrenamiento en campo.