09 de Agosto de 2019

La estrategia de gestionar personas a partir de sus propios retos

Bernardo Sambra tiene un interés genuino por conectar personas en torno a un objetivo común, así como por articular procesos de gestión para contribuir a transformar organizaciones. Como gerente corporativo de Gestión y Desarrollo Humano del BCP y de Credicorp, pone toda su atención en los retos de cada empresa y en la experiencia de los colaboradores para entregar una experiencia única a los clientes.

Él estudió Administración en la Universidad de Lima y se ha especializado en la gestión del talento humano. Además, a manera de pasatiempo, practica la fotografía submarina y difunde las imágenes que logra para sensibilizar a las personas sobre el cuidado de los océanos.

¿Qué funciones realizas como gerente corporativo de Gestión y Desarrollo Humano?
Me encargo de liderar la estrategia de gestión de personas en el BCP y las empresas de Credicorp. Trabajamos con los gerentes de recursos humanos de cada subsidiaria para articular un plan estratégico del grupo, con el cual −a través de lineamientos, políticas y procesos específicos− se pueda contribuir sostenidamente a alcanzar los objetivos de la corporación. Al mismo tiempo, aunque tenemos una visión y una estrategia como grupo, también existen estrategias de gestión de personas dentro de cada empresa en función de sus propios retos y de las particularidades de su cultura.

¿Cuáles son los retos principales que enfrentas en este puesto?
Diría que tenemos cuatro frentes. Uno es diseñar una estrategia de corto y mediano plazo de gestión de personas, la cual debe alinearse con la estrategia de cada negocio para alcanzar los objetivos corporativos. Por otro lado, debemos asegurar que Credicorp cuente con una propuesta de valor sólida y competitiva, que nos permita atraer y retener el talento que necesitamos para nuestros planes actuales y futuros. Asimismo, hay que diseñar e implementar los principales procesos de gestión de personas para lograr el máximo engagement y desempeño de cada colaborador, reto que resulta particular cuando se mira desde la función corporativa, pues cuidamos y respetamos las singularidades y la cultura de cada organización, de forma que se pueda encontrar el balance entre tener procesos homologados y aceptar ciertas adecuaciones. Finalmente, está el contribuir a la transformación organizacional del grupo y de cada empresa desde los frentes de cultura y nuevas formas de trabajo.

¿Qué logros podrías mencionar en tu carrera?
No podría mencionar ningún logro personal, pues no hubiera conseguido nada sin el tremendo equipo de profesionales de Credicorp y sin el equipo que tengo la suerte de liderar. De eso estoy completamente convencido. Durante los últimos años hemos logrado convertir al BCP en la empresa con la mejor marca empleadora del país. También hemos alcanzado un nivel de clima laboral comparable al estándar más alto de la industria financiera en el mundo. Hemos logrado una enorme evolución de la cultura organizacional representada por Samay, lo que nos permite llevar nuestros planes adelante y hacer partícipes de los grandes proyectos a nuestros colaboradores, buscando su opinión y consejo. Al mismo tiempo, a nivel corporativo, el equipo de Recursos Humanos ha logrado articularse sólidamente, al punto de tener un foco muy claro de los retos de cada empresa en su propio proceso de transformación, así como de la importancia vital de la experiencia del colaborador para entregar una experiencia única a nuestros clientes.

¿Qué medidas de impacto has llevado a cabo que puedas mencionar?
Hemos llevado a cabo muchos cambios de enorme relevancia para optimizar la gestión de personas. Uno de ellos fue el programa Somos BCP, que nos llevó a lograr un altísimo nivel de engagement organizacional. Luego el programa Samay, que nos llevó a definir nuestro propósito, aspiración y principios culturales para alcanzar el banco que buscamos ser en los siguientes 15 años. También ejecutamos el programa Líder BCP para asegurarnos de que un líder, desde el primer día en que asume funciones, tenga las herramientas y se convierta en el role model de la cultura Samay, entre otras cosas.

¿Cuál dirías que es un tema complicado de trabajar, uno al que le pones mucho empeño?
Le hemos puesto mucho empeño a la definición, diseño y puesta en marcha del nuevo modelo de gestión del desempeño organizacional, que debe asegurar que cada colaborador potencie al máximo sus capacidades y su contribución para alcanzar los objetivos de negocio.

¿Cómo llegaste al BCP y qué puestos has desempeñado?
Llegué al BCP en 1999. Ingresé a Banca Corporativa con el encargo de diseñar, desarrollar y colocar productos sofisticados de cash management para empresas. En el 2005 entré a Recursos Humanos como parte de un equipo que debía refundar la gestión de personas; desde ese momento me quedé en esta unidad que tantas satisfacciones y aprendizajes me ha dado.

¿Qué es lo que más valoras de esta empresa o de tu trabajo?
Es una pregunta muy difícil, pues valoro varias cosas. Sin embargo, si tuviera que mencionar las 4 más importantes, diría que, en primer lugar, trabajar con profesionales de altísimo nivel que me retan y me hacen crecer cada día, lo que es un lujo para mí; por otro lado, tener la suerte de estar en una empresa que me permite innovar, retar el statu quo, crear, viajar, aprender de las mejores prácticas mundiales y sentir que el único límite para hacer mi trabajo lo pongo yo; asimismo, trabajar en una posición que calza con mis aspiraciones y motivaciones; y, por último, sentir que el impacto de las decisiones de Recursos Humanos puede ser enormemente positivo para miles de colaboradores.

¿Qué otros trabajos has tenido?
Trabajé por varios años en la petrolera Shell desempeñando varias posiciones: en planeamiento financiero, retail, marketing y otras más. Cuando miro mi trayectoria profesional, me doy cuenta de que cada experiencia suma. Cada persona, equipo y jefe con los que trabajé me dejaron aprendizajes que terminaron ayudándome a consolidarme como profesional. Siempre ha sido así, desde mis inicios en hojas de Excel, haciendo múltiples cálculos financieros para evaluar negocios, hasta la oportunidad de participar en la creación de un sistema de lealtad para clientes, de haber sido representante comercial en provincias o de liderar un proceso de transformación cultural en banca. En todo este camino he logrado acumular experiencias y aprendizajes muy valiosos.

¿Tienes algún pasatiempo?
Sí, mi otra pasión es la fotografía submarina, a través de la cual busco dar a conocer las maravillas del mundo submarino y contribuir a sensibilizar a las personas sobre la fragilidad e importancia de nuestros océanos.

¿Qué valoras más de la Universidad de Lima?
Lo que más valoro fue que nunca sesgaron mi carrera. Siempre se preocuparon por enseñarme que las posibilidades eran infinitas para poderme desarrollar y me animaron a utilizar mis conocimientos para hacer algo que realmente disfrutara. Tengo muchos recuerdos buenos de la Universidad.