19 de Agosto de 2019

“Me gusta ver crecer la marca”

Bárbara Bueno ha acompañado el crecimiento de la marca Kipling en el Perú. Como brand manager de esta marca en Komax Perú, su deber es planificar las nuevas estrategias de marketing y promociones, solicitar determinados modelos para vender en el Perú y emprender diversas acciones con el fin de hacer crecer las ventas.

Ella estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Siempre se caracterizó por ser una buena estudiante, organizada y aplicada. Estas cualidades las aprovecha muy bien en su labor profesional.

¿De qué te ocupas como brand manager de Kipling?
Me ocupo de las compras. La marca propone una colección y nosotros decidimos los modelos a comprar, en función del análisis de precios, de las ventas históricas, de las distintas categorías y del gusto del mercado peruano, porque de repente en el Perú no hay mucha demanda por algo que en Europa se vende muy bien.

Según tu experiencia, ¿qué se vende más en el Perú?
En los inicios de la marca en nuestro mercado se vendían muchos artículos escolares; ahora el grueso está en carteras y mochilas. Por supuesto que en la campaña escolar nos va muy bien: en esa etapa generamos entre el 20 % y el 30 % de la venta anual. Carteras y mochilas se venden a lo largo de todo el año.

¿Te gusta tu trabajo?
Me encanta, estoy muy involucrada e identificada con la marca; me gusta haberla visto crecer y haber contribuido a ese crecimiento. Me gusta ser parte de esa evolución y de su expansión. Comenzamos en Lima y luego fuimos a Trujillo, ahora se vende también por la web y hacemos envíos a nivel nacional. Eso me motiva. Domino el tema y me gusta el hecho de que siempre salgan nuevos proyectos, porque necesitamos renovarnos con distintas acciones, pues lo que funcionó hace dos o tres años no es lo mismo que funciona ahora. Renovamos en función del mercado peruano.

¿Qué parte de tu trabajo demanda más esfuerzo de tu parte?
Uno de los principales retos en el comercio minorista es el manejo del tráfico, esto es, la cantidad de gente que ingresa a una tienda y que, efectivamente, realiza una compra. Se mide por el número de ingresos a la tienda y los recibos de venta. Es un gran reto atraer clientes a la tienda e implica realizar promociones y dar una buena atención.

¿Cuál es la percepción de la marca en nuestro mercado?
La percepción es buena, es premium, aspiracional, de buena calidad. Siempre trabajamos en el posicionamiento y ofrecemos una garantía de seis meses: si hay un defecto de fábrica, cambiamos el producto, aunque la verdad es que esta marca es muy buena, resistente y duradera. Además, es original y única. Lleva el ícono del mono; el material es un nailon muy particular que se hace en las fábricas de Kipling, no se consigue en otro lugar; los cierres también son propios. Todo eso da un valor agregado.

¿Cómo son tus campañas de marketing?
Siempre vemos la manera de hacer cosas novedosas, pero no somos una marca grande en comparación con otras y no invertimos en publicidad masiva; nuestro foco es digital, redes sociales. Desarrollamos nuestra propia base de datos y un proyecto de programa de fidelización de clientes. Trabajamos con influencers, eso nos ha funcionado mucho para que Kipling sea más conocida, esté en tendencia, para que la gente desee comprar y así nos mantengamos vigentes en la mente de los consumidores, independientemente de una inversión alta en publicidad.

¿Con quiénes trabajas?
Tengo un equipo integrado por una product manager encargada del análisis del producto, de las reposiciones en las tiendas, del día a día; una coordinadora de visual merchandising responsable de las vitrinas de las tiendas. Es muy importante que las tiendas estén impecables y que las renovemos cada mes. Además, hay un equipo de marketing que da soporte a las marcas de Komax y coordino con él los temas de nuestra agencia de relaciones públicas y eventos. Aparte, el equipo de tiendas está a mi cargo, lo que incluye las seis jefas de tiendas y sus equipos.

¿En qué trabajabas antes?
Estaba en Gap, me encargaba de las categorías de adultos, hombre y mujer, realizaba todas las labores del día a día: reposiciones, análisis de precios, márgenes, inventarios, hacía compras. Eso me encantó y aprendí muchísimo durante esa etapa. Gap es una marca más grande que Kipling, tiene más categorías de productos.

¿Y antes de Gap?
Antes trabajé en Samsung; estuve ahí dos años: un año en el área comercial, en celulares, y el otro año en marketing corporativo, viendo el tema de inteligencia al consumidor. Era un negocio totalmente diferente y me gustó el rubro de tecnología. Antes estuve en Sodimac. Desde que salí de la Universidad siempre he trabajado en retail. Aunque en Samsung estaba en celulares, llevaba a cabo acciones con el operador de Claro y mi trabajo se relacionaba con el retail. Luego pasé a marketing corporativo en Samsung y después a Komax, donde pude comprobar que el retail es lo que más me apasiona, lo que más va conmigo y con mi personalidad. Yo estudié la especialidad de publicidad y mi primera práctica fue en la agencia de publicidad Causa; todo bien, pero ahí descubrí que la publicidad no era lo mío. No me encantaba, me gusta más el lado corporativo, por eso traté de ingresar a una empresa.

¿Qué haces en tus tiempos libres?
Practico deporte, voy al gimnasio y realizo distintas rutinas. Soy muy disciplinada en eso. Además, tengo un perro al que paseo todos los días y me gusta la música.

¿Qué valoras de la Universidad de Lima?
A mí me gustó la etapa de la Universidad, hice mi carrera en cuatro años y nunca me sentí desbordada por los tiempos, a pesar de que siempre trabajé. Yo llevaba ciclos de verano y me repartía entre los estudios y el trabajo. Tengo un buen recuerdo de los profesores y del clima de la Universidad de Lima. Siempre me gustaron más los cursos de marketing, por eso me incliné hacia ese lado.